Fuente: Derecha Diario
En pleno Día del Trabajador, millones de brasileños salieron a las calles en las principales ciudades de todo el país en una manifestación nacional en apoyo del presidente Jair Bolsonaro, actualmente perseguido políticamente por un Comité Parlamentario y los medios.
Brasília, São Paulo, Rio de Janeiro, Salvador, Belém, Recife, Natal, Fortaleza, Campinas, y Belo Horizonte, son algunas de las ciudades que esta tarde del 1ro de mayo fueron pintadas de verde y amarillo por los manifestantes pro-Bolsonaro.
La convocatoria se dio por redes sociales, de manera bastante espontánea, luego de que Bolsonaro dijera en una entrevista que no estaba de acuerdo con las cuarentenas que impusieron muchos de los gobernadores de izquierda, pero que estaba esperando “una señal o autorización” del pueblo brasileño para actuar contra estas restricciones.
Así, en redes sociales se empezó a convocar bajo el hashtag #EuAutorizoPresidente, como señal de que hay millones de brasileños que a pesar de las campañas negativas de los medios, apoyan las medidas liberales del gobierno bolsonarista.
Los manifestantes también reclamaron por el #VotoAuditavelJa, una campaña para que el Congreso apruebe una reforma electoral que haga más seguro el voto y dificulte el fraude electoral, en especial en las zonas de Brasil con voto electrónico.
“Brasil es verde y amarillo. Gracias por la confianza. Les debemos lealtad”, escribió el máximo mandatario en Twitter, agradeciendo por la movilización y dando a entender que tomará medidas en los próximos días para liberar las cuarentenas.
En las últimas semanas, Bolsonaro había intentado declarar como servicio esencial a todos los trabajos remunerados en el país, ya que “cualquier trabajo que sirva para que una familia coma es esencial“.
Además, según la Ley de Libertad Económica que firmó en 2019, la actividad laboral es un “derecho fundamental de las personas que no puede ser restringido por el Estado“, por lo que argumentó que ni él ni los gobernadores tienen la potestad de imponer cuarentenas que impidan el trabajo.
Sin embargo, la Corte Suprema, dominada por jueces de izquierda nominados por Lula y Dilma Rousseff, derribó este pedido y declaró que los gobiernos estatales pueden seguir poniendo cuarentenas. Por lo que no está claro qué es lo que puede hacer el Presidente para reducir las restricciones desde el gobierno federal.