Fuente: gaceta.es
La violencia en Colombia ha sido perpetrada por integrantes de grupos armados ilegales que se infiltraron las protestas, denunció el lunes el ministro de Defensa, mientras continúa la incertidumbre sobre el número real de víctimas fatales durante las protestas.
Los sindicatos y las organizaciones izquierdistas iniciaron la semana pasada protestas en el país de 50 millones de habitantes para exigir al Gobierno del presidente Iván Duque el retiro de un proyecto de reforma fiscal para subir los impuestos.
Aunque Duque anunció el domingo el retiro del proyecto e insistió en que sigue siendo necesaria la reforma para mantener los programas de asistencia social y garantizar la estabilidad fiscal, las protestas continuaron el lunes en ciudades como Bogotá, Medellín y Cali, mientras que en otras zonas del país se produjeron bloqueos de carreteras.
Lea también: Dos muertos, saqueos y bloqueos durante paro no autorizado en Colombia
“Colombia enfrenta una amenaza particular con unas organizaciones criminales que están detrás de estos actos violentos”, dijo el ministro de Defensa, Diego Molano, en una conferencia de prensa que la que citó información de organismos de seguridad, sin ofrecer pruebas de su denuncia.
“No son los marchantes pacíficos, no son los ciudadanos que no han marchado y que están en sus casas, son esos vándalos que se mimetizan y han desarrollado actos premeditados, organizados y financiados por grupos de disidencias de las FARC y del ELN los que buscan desestabilizar algunas regiones con propósitos particulares”, aseguró el funcionario.
Molano lamentó las muertes de civiles denunciadas por algunas oficinas gubernamentales y grupos de derechos humanos, pero se abstuvo de revelar cifras específicas con el argumento de que corresponde a la Fiscalía General asumir las investigaciones.
“Lamentamos la muerte de todas las personas que han estado en estas manifestaciones y que por producto de la acción criminal han perdido la vida”, dijo Molano.
El director de la Policía Nacional, general Jorge Luis Vargas, dijo que se abrieron 26 investigaciones por denuncias de violencia y abuso policial, y reiteró que colaborarán con los procesos que iniciaron los organismos de control.
Aunque organizaciones de camineros y taxistas que amenazaron con unirse el lunes a las protestas desistieron de hacerlo, hubo bloqueos de calles con taxis en Bogotá y Medellín, mientras que se reportaron el cierre de algunas carreteras con camiones en las afueras de la capital colombiana, en el centro y en el suroeste del país.
Las autoridades de Cali, la tercera ciudad más poblada del país y la más afectada por las protestas, reportaron desabastecimiento de alimentos y combustibles por los bloqueos.
La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, dijo que una cuarta parte de TrasMilenio, el sistema público de transporte en autobuses, está fuera de operación por la destrucción en actos de vandalismo de 41 estaciones.
Lea también: Florida aprueba ley antidisturbios para luchar “contra la violencia, el desorden y el saqueo”
Pese a que el presidente Duque anunció la asistencia militar en las principales ciudades para evitar actos de vandalismo, los alcaldes de Bogotá y Medellín la rechazaron.
Sin embargo, el comandante de las Fuerzas Militares, general Luis Fernando Navarro, dijo que esa facultad busca restaurar el orden, proteger la infraestructura, la propiedad pública y privada y garantizar el acceso de la ciudadanía a servicios esenciales como la salud y la alimentación.
El Comité Nacional de Paro anunció que el retiro del proyecto de reforma tributaria no desactiva las protestas, convocó a continuar las manifestaciones y llamó a una nueva movilización en todo el país el miércoles para rechazar una reforma a la salud, entre otros asuntos.