Por Gan Lu – Minghui.org

Bian Que, un renombrado médico de la antigua China, una vez tuvo una conversación con el rey de Weiwen. Cuando el rey le preguntó por las habilidades médicas de sus hermanos, Bian dijo que su hermano mayor era el mejor, seguido de su segundo hermano, y que él era el peor.

Entonces, el rey preguntó: ¿por qué?

“Mi hermano mayor detecta la enfermedad basándose en el espíritu interior de una persona, así que puede eliminar la enfermedad antes que se forme. Solo lo conocen en mi familia. Mi segundo hermano cura la enfermedad cuando inicia, así que es conocido en mi pueblo. En cuanto a mí, uso la acupuntura, prescribo medicamentos y hago un seguimiento con terapias para los músculos y la piel. Así que resulta que soy conocido por mucha gente, incluso en otros países”.

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Este ejemplo ilustra un principio clave de la medicina china: la enfermedad está estrechamente relacionada con el espíritu interior de la persona. En lugar de tratar las enfermedades después de que se desarrollen por completo, ajustar el propio carácter puede tratar la enfermedad en una fase mucho más temprana.

Este razonamiento también se describe en Huangdi Neijing (Canon Interior del Emperador Amarillo), el primer libro de medicina china.

Un extracto del libro dice que “un excelente médico cura la enfermedad antes de que exista, un buen médico cura la enfermedad a medida que surge, mientras que un médico mediocre trata la enfermedad después de que se desarrolle”.

Métodos de tratamiento no convencionales

Por estas razones, la medicina tradicional china mejoraba la salud del paciente enfocándose en su mente y en su estilo de vida.

Mei Cheng, un famoso poeta de la dinastía Han, describió una historia en su famosa anécdota “Qi Fa”. Después que el príncipe de Chu cayó enfermo, un invitado del reino de Wu lo visitó y mantuvieron una interesante conversación.

Más concretamente, el invitado dijo que el príncipe estaba enfermo porque se había entregado demasiado al placer, la lujuria y otros tipos de decadencia. Además, no necesitaba acupuntura ni medicinas para curarse, sino que era suficiente con una conversación adecuada y un consejo apropiado para mejorar su estado.

El invitado relató cómo el guqin (un antiguo instrumento musical de cuerda) hecho de materiales naturales podía producir bellas melodías, cómo los platos bien cocinados podían satisfacer el gusto, cómo un gran festín podía darle alegría a la gente y cómo la caza podía proporcionar ejercicio físico de forma natural.

Al escuchar estas cosas agradables, la expresión del príncipe se volvió menos tensa. El invitado continuó describiendo las grandes celebraciones y festivales que vendrían después de la caza. Al escuchar esto, el príncipe se animó a levantarse.

A continuación, el invitado describió con hermoso detalle la observación de la marea en Guangling (en la actual provincia de Jiangsu), seguida de profundas enseñanzas de los antiguos sabios sobre cómo restaurar el orden natural en el mundo.

En ese momento, el príncipe se puso de pie mientras se sostenía en el borde de su escritorio. “Sus palabras han limpiado mi mente y me han despertado, como si hubiera escuchado las enseñanzas de los propios grandes sabios”, dijo.

Hoy en día, cuando se estudia la medicina china, la gente suele pensar en métodos como la acupuntura o la fitoterapia. En realidad, hay muchas otras formas de mejorar la salud y curar las enfermedades mediante la armonización de la mente y el cuerpo.

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Lushi Chunqiu (Anales de Primavera y Otoño del Maestro Lu) registró una historia en el capítulo sobre la Lealtad. El rey de Qi estaba enfermo e invitó a Wen Zhi de Song para que lo tratara. Después de examinar los síntomas, Wen supo que la única forma de tratar la enfermedad era provocar la ira del rey. Faltó intencionadamente a varias citas programadas y después insultó verbalmente al rey. Al final, la enfermedad del rey se curó, como se esperaba.

Hua Tuo utilizó un método similar para curar la enfermedad de un jefe de condado. Le dejó una carta al funcionario condenando todas las fechorías que había cometido en el pasado. El funcionario se puso furioso y vomitó un litro de sangre que le sobraba. Entonces, su enfermedad desapareció.

Curar a una persona frente a curar a la sociedad

Sun Simiao fue un reconocido médico de la dinastía Tang. Su pensamiento propuso una relación entre curar a una persona y curar a una sociedad.

Famosos eruditos como Song Zhiwen, Meng Shen y Lu Zhaolin respetaban a Sun y lo consideraban un maestro. Lu, un famoso poeta de la dinastía Tang, aprendió de Sun Simiao lecciones de superación personal, astronomía y medicina.

Lu preguntó una vez: “Cuando un gran médico trata enfermedades, ¿cómo lo hace?”.

Sun respondió: “Una persona que es buena siguiendo las leyes celestiales debe involucrarse en los asuntos mundanos. Alguien que entiende bien el cuerpo humano también tiene que obedecer las leyes celestiales. Las cuatro estaciones y los cinco elementos se alternan constantemente en ciclos. Las leyes celestiales tienen diversas manifestaciones: la armonía como la lluvia, la ira como el viento, la fusión como la niebla y la difusión como el arco iris.

“De manera similar, un ser humano tiene cuatro extremidades y cinco órganos internos. El cuerpo se mueve durante el día y descansa por la noche, tomando esencia y energía mientras descarga residuos. Así es como funciona el cuerpo humano. Hablamos de yin y yang. De hecho, el cuerpo humano funciona de forma similar a los cielos, y ambos están conectados. Es decir, el yin y el yang del cuerpo humano son esencialmente los mismos que los de la naturaleza. Cuando el cuerpo humano está desequilibrado, surgen síntomas anormales, cuya causa fundamental está en el interior del cuerpo.

“Lo mismo ocurre con el cielo y la tierra. Cuando los astros se desvían, el movimiento del sol o de la luna no está coordinado, y el clima se desequilibra: los ríos pueden secarse. Esto se debe a la desviación de las leyes celestes.

“Por lo tanto, cuando un buen médico trata a los pacientes, drena con hierbas y salva con agujas [de acupuntura]; cuando un sabio ayuda en el mundo, guía con la virtud y asiste en los asuntos gubernamentales, para que todo vuelva a las leyes celestiales y al camino correcto. Es decir, los problemas físicos se pueden aliviar y los desastres de la naturaleza se pueden solucionar. Un gran médico cura la enfermedad antes de su formación; un médico regular cura la enfermedad antes de su aparición; uno mediocre cura la enfermedad después de su aparición”.

También señaló: “Un buen médico ayuda al mundo y salva a la gente sin pensar en la fama o la fortuna. Actúa con decisión y presta atención a los detalles. Es sabio, flexible y honesto. Permanece inalterable ante las ganancias materiales y no se arrepiente porque mantiene una buena conducta”.

La era de la pandemia

Falun Dafa es una práctica de cultivación que se basa en los principios de Verdad- Benevolencia-Tolerancia. Arraigada en los valores tradicionales de inspiración divina, no solo ha mejorado la salud física de unos 100 millones de practicantes en todo el mundo, sino también su bienestar mental.

Sin embargo, dentro de China, el partido comunista chino (PCCh) la reprime desde julio de 1999 con propaganda difamatoria y trata injustamente a sus practicantes.

Sin embargo, al igual que los personajes históricos mencionados, muchas personas que acogen los valores tradicionales y apoyan a los inocentes practicantes han recibido bendiciones.

A continuación, un ejemplo reportado en el sitio web de Minghui.

Dong Nguyen es un médico vietnamita-chino en Houston, Texas. El 3 de agosto de 2020, se puso una mascarilla y salió solo a comprar billetes de lotería. Esa tarde, empezó a toser y a tener fiebre. La tos lo mantuvo despierto toda la noche. Sabía que había contraído el coronavirus.

Dong trabaja con acupuntura en Estados Unidos y tiene experiencia tanto en el tratamiento clínico como en la enseñanza de la acupuntura. Pero cuando contrajo el virus, se sintió impotente, incluso con todo lo que había aprendido.

Preocupados por él, su esposa y su hijo lo llevaron a urgencias al día siguiente, donde se confirmó que tenía el coronavirus y lo hospitalizaron inmediatamente. El médico le recetó antibióticos por vía intravenosa y de tres a cuatro medicamentos por vía oral, entre ellos medicamentos para el tratamiento de la hiperglucemia. Nunca había tenido diabetes, pero su nivel de azúcar en sangre llegaba a los 400 mg/dl, mientras que el nivel normal era inferior a 140 mg/dl.

Esa noche, le faltaba el aire. No paraba de toser y cayó en coma. A los pocos días tuvieron que conectarlo a un respirador.

El 5 de agosto, incluso con los medicamentos, tenía una extrema dificultad para respirar. Sus pulmones estaban a punto de romperse y su cuerpo carecía de oxígeno. Lo trasladaron a la unidad de cuidados intensivos. Incluso con el respirador funcionando a máxima intensidad, aún se sentía incapaz de respirar. Después de dos días más, su estado seguía deteriorándose. Sabía que, si seguía en el hospital, probablemente moriría.

Entonces se acordó de su amigo, el Dr. Giao Nguyen.

Un sábado de marzo de 2020, Dong estaba en la reunión semanal de la Asociación Teosófica Vietnamita por Internet. Un practicante de Falun Dafa de Saigón, Vietnam, llamado Truc Lam, habló sobre la práctica de meditación en la reunión. Dong estaba muy interesado. Estaba en contacto con Giao, un practicante de Falun Dafa que también vivía en Houston. Comenzó a leer Zhuan Falun, el libro principal de Falun Dafa, con Giao por Internet. Al mismo tiempo, fue aprendiendo los ejercicios de Falun Dafa.

Por teléfono, Giao le dijo que, siempre que se encontrara en una crisis, recitara las frases “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”. Giao también le dijo: “Apenas ha empezado a aprender los ejercicios y las enseñanzas de Dafa. Para aprender Falun Dafa, debe cultivar su corazón, mirar hacia adentro y abandonar sus apegos”.

Cuando Dong se encontraba en estado crítico, llamó a Giao el 7 de agosto, quien lo tranquilizó por teléfono y le dijo: “No se preocupe demasiado. Abandone sus miedos y preocupaciones y recite con sinceridad: ‘Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno'”. Después de la llamada, Dong Nguyen comenzó a recitar las frases una y otra vez. En efecto, se sintió mejor, y de repente pensó en ir a casa a meditar. Alrededor de las dos de la tarde, salió del hospital con el respirador.

Al día siguiente de su salida del hospital, el 8 de agosto, seguía utilizando el respirador. Pero esa mañana dejó de tomar los medicamentos y empezó a meditar sentado en la cama. Se sintió mucho mejor después de hacer la meditación.

El 10 de agosto, se sintió aún mejor y dejó de usar el respirador. Fue capaz de hacer los ejercicios de Falun Dafa de pie. Al poco tiempo, su tos disminuyó y su nivel de oxígeno subió al 85%. Su presión arterial y su nivel de azúcar en la sangre regresaron a la normalidad.

Tres días después, se había recuperado completamente del coronavirus.

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Dong se sintió afortunado por haber recuperado su vida gracias a una información que encontró por casualidad. Al principio pensó que solo tenía que aprender los ejercicios y leer las enseñanzas de Falun Dafa, y eso sería suficiente. No entendía por qué tenía que recitar las frases.

Pero después de este incidente de vida o muerte se dio cuenta que la práctica de Falun Dafa no consiste solo en hacer ejercicios y leer libros, sino que lo importante es cultivar el carácter y abandonar los apegos.

Cuando uno recita las frases, estará en armonía con la poderosa energía del cosmos, ajustándose a las características del universo. A medida que el practicante se esfuerza por abandonar los apegos, estará más en armonía con la naturaleza del universo y alcanzará el estado ideal mencionado anteriormente: podrá detener cualquier enfermedad incluso antes de que surja.

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