Traducido de dailymail.co.uk por TierraPura.org
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, insinuó implícitamente que China creó COVID para desatar una “guerra química”.
Los comentarios fueron hechos durante una conferencia de prensa el miércoles.
“Es un virus nuevo. Nadie sabe si nació en un laboratorio o porque un humano comió algún animal que no debía”, dijo Bolsonaro.
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“Pero está ahí. Los militares saben lo que es la guerra química, bacteriológica y radiológica. ¿No estamos ante una nueva guerra? ¿Qué país ha crecido más su PIB? No se lo voy a decir”.
Aunque Bolsonaro no nombró a China en su discurso, los datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico mostraron que China fue el único miembro del G20 cuyo PIB mostró un crecimiento durante la pandemia en 2020, expandiéndose un 2,3%.
A lo largo de la pandemia Bolsonaro y su gabinete han hecho comentarios incendiarios sobre China y el brote de coronavirus que hasta el jueves había matado a 3.245.153 personas, según la Universidad John Hopkins.
Bolsonaro quizás intentó remendar viejas heridas en marzo, cuando sustituyó al ex ministro de Exteriores Ernesto Araujo, que había denunciado a la “China maoísta” y su plan de “dominación mundial”, por el diplomático de carrera Carlos Franca.
La teoría de que el COVID-19 surgió en un laboratorio de virología en la ciudad de Wuhan es un tema delicado para China.
Rober Redfield, ex director de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades bajo la administración Trump, dijo a CNN en marzo que el coronavirus había avanzado desde el Instituto de Virología de Wuhan y que el virus se había propagado por toda China durante varios meses antes de que el gobierno lo detectara.
China y el doctor Anthony Fauci negaron la teoría.
Un estudio publicado por la Organización Mundial de la Salud en marzo indicaba que la transmisión del virus de los murciélagos a los humanos a través de otro animal era el escenario más probable y que una fuga de laboratorio era “extremadamente improbable”.
Sin embargo, los expertos de la OMS también afirmaron que habían tenido dificultades para acceder a los datos en bruto cuando visitaron Wuhan.
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A lo largo de la rueda de prensa, Bolsonaro, quien se infectó con el virus en julio de 2020 y lo comparó con una “pequeña gripe”, arremetió contra quienes cuestionan el uso del medicamento antipalúdico cloroquina e hidroxicloroquina como métodos de tratamiento contra el COVID-19.
“Un sinvergüenza es aquel que está en contra del tratamiento temprano y no tiene alternativa”, declaró. “Este es un sinvergüenza. Lo que tomé (hidroxicloroquina para tratar el COVID-19) lo sabe todo el mundo. Me atrevo a decir que millones de personas se han sometido a este tratamiento. ¿Por qué está en contra?”