Fuente: miamidiario.com
Un hombre del servicio secreto británico retirado MI5, de 80 años llamado John Hopkins, hizo una serie de confesiones increíbles desde que fue dado de alta del hospital en Londres.
El Sr. Hopkins dijo que los médicos le dijeron que solo le quedan unas pocas semanas de vida y afirma haber participado en 23 asesinatos llevados a cabo por la agencia de inteligencia británica entre 1973 y 1999, incluido el asesinato de la princesa Diana, reportó Thelifehacker el 9 de septiembre de 2019.
Trabajó como operador del M15 durante 38 años, afirma que a menudo fue utilizado como asesino por la agencia para asesinar en silencio a personas consideradas una amenaza para la seguridad interna del Reino Unido.
Formado como ingeniero mecánico y experto en municiones, el Sr. Hopkins dice que también tiene una amplia experiencia en métodos menos convencionales para infligir muerte y destrucción, el uso de productos químicos y venenos.
Afirma que estuvo involucrado en asesinatos del MI5 entre junio de 1973 y diciembre de 1999, durante un período donde dice que “el MI5 operaba con menos supervisión externa”.
Hopkins dice que formó parte de una célula de siete operativos a quienes se confiaba para llevar a cabo asesinatos políticos en todo el Reino Unido. La mayoría de las víctimas fueron políticos, activistas, periodistas y líderes sindicales.
La princesa Diana es única entre sus víctimas, ya que es la única mujer que ha asesinado, así como el único miembro de la familia real. Ella también es la única víctima que la familia real ordenó que fuera asesinada.Asegura sentirse “ambivalente” sobre la muerte de la princesa Diana. Por un lado, Diana era “una mujer hermosa y amable” que no merecía que le cortaran la vida. Pero según el Sr. Hopkins, estaba poniendo en peligro a la Corona británica.
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“Ella sabía demasiados secretos reales, tenía un gran rencor, iba a hacer públicas todas las declaraciones salvajes, mi jefe me dijo que tenía que morir, había recibido órdenes directamente del Príncipe Felipe, teníamos que matarla y que parezca un accidente. Nunca antes había matado a una mujer, y mucho menos a una princesa, pero obedecí órdenes, lo hice por la reina y por el país. “Nos salimos con la nuestra con el asesinato” dijo el hombre.