Por Oriana Rivas – Panampost

No queda duda que las fichas se están moviendo dentro del Partido Republicano. Congresistas que votaron a favor del juicio político contra el expresidente Donald Trump se están viniendo abajo para ser reemplazados por nuevas figuras.

La prueba más reciente es Elise Stefanik. Se convirtió en la mujer republicana con más poder dentro del Capitolio en sustitución de Liz Cheney. La ahora expresidente de la Conferencia Republicana de la Cámara de Representantes cometió su mayor error contra el partido en enero pasado al responder «sí» cuando se le consultó si estaba a favor de iniciar el ‘impeachment’ contra Trump.

El resto fue una seguidilla de consecuencias: tres partidos conservadores de Wyoming votaron para censurarla y  se barajaron nombres para enfrentarse a ella en las primarias estatales de 2022. Finalmente quedó fuera de la jerarquía republicana. La movida también demostraría la consolidación del liderazgo de Trump dentro del partido.

«¡Felicitaciones a Elise Stefanik por su gran y abrumadora victoria! ¡El Partido Republicano de la Cámara está unido y el movimiento Make America Great Again es fuerte!», dijo el expresidente a través de un comunicado difundido por su comité de acción política Save America.

El senador Mitt Romney, otro que votó a favor del juicio político, fue abucheado hace pocos días durante una convención estatal. Todo ocurre rumbo a las elecciones de 2022, una vía para que los republicanos alcancen nuevamente la mayoría en la Cámara baja y superen la mitad de asientos que poseen en la Cámara alta.

Trump tras bambalinas

Trump está siguiendo de cerca lo que ocurre en la política estadounidense. Ha criticado las órdenes de Biden y está prestando apoyo a candidatos para los comicios de medio término. Stefanik, número tres del partido, se refirió a él como «el líder más importante para los votantes».

Su posible candidatura presidencial para 2024 aún no está confirmada, pero han sonado los nombres del gobernador de Florida Ron DeSantis y la comentarista Candace Owens como compañeros de fórmula. Mientras eso se confirma, prestará apoyo a los candidatos en nuevos mítines de MAGA que podrían volver en los próximos días.

Su influencia dentro del partido ha quedado evidenciada con señales que van más allá de la designación de Elise Stefanik. Por ejemplo, la exembajadora ante la ONU, Nikki Haley se mostró dispuesta a suspender su candidatura si finalmente Trump se postula a la Casa Blanca.

Una encuesta realizada por la empresa Morning Consult y el portal Politico reveló luego del ‘impeachment’ que 59 % de las personas estaba a favor de que Trump «jugara un papel importante» en el futuro del Partido Republicano.

Cheney declara la guerra

Dentro de la bancada afirmaban que la batalla de Cheney contra Trump solo provocaba distracciones, cuando la lucha política debe ser contra las decisiones de la administración Biden.

La congresista ofreció una rueda de prensa luego de la votación que la destituyó. Allí asomó lo que planea hacer: «liderar la lucha» por conseguir un Partido Republicano «fuerte» y que hará todo lo que esté en sus manos para que Trump «no vuelva a acercarse al Despacho Oval».

Continuó diciendo que Washington se enfrenta «una amenaza como nunca antes» haciendo referencia al expresidente a pesar que son las órdenes del actual presidente Joe Biden las que están poniendo en riesgo al país por una posible deficiencia energética, aumento de impuestos y flexibilización de medidas fronterizas, según las denuncias de congresistas y expertos.

El republicano respondió en un comunicado: «no tiene personalidad ni nada bueno que aportar a la política o al país».

Republicanos anti-Trump

Hay algunos republicanos dispuestos a abandonar el partido ante los cambios que se están dando. Para mostrar la resistencia ante el liderazgo de Trump y a la destitución de Cheney, emitieron una declaración titulada «Llamado a la renovación estadounidense». Evan McMullin, un excandidato independiente a la presidencia en 2016 encabeza el pronunciamiento.

Aseguró que va a «movilizar a esas personas y otros estadounidenses» que quieren una supuesta renovación para que «tengan un impacto electoral en 2022 y más allá». No dejó de mencionar sus intenciones de «crear una nueva identidad política».

El representante por Illinois, Adam Kinzinger, es uno de los firmantes. Él también votó a favor del segundo juicio político. Luego hacerlo dijo que «aceptaba su destino» dentro del partido. Por lo tanto, una nueva facción u otro partido podría significar una nueva oportunidad.

Sin embargo, dentro de esta iniciativa las opiniones están divididas. El portal Fox News detalla que una encuesta realizada durante una reunión de los detractores, sugirió que había una división entre lanzar un partido político nuevo y separado o formar una facción dentro del Partido Republicano.

Las estrategias comienzan a salir a flote dentro del partido guiados por el expresidente Donald Trump. Quieran o no los hechos y las encuestas aún lo califican como la voz líder dentro de la bancada. El pasar de los días dirá quién decide quedarse.

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