Fuente: LGI – gaceta.es
La Policía de Hong Kong ha informado este jueves de que queda prohibida la vigilia en recuerdo de la masacre de Tiananmen por segundo año consecutivo, según informaciones del diario ‘The South China Morning Post’.
Las fuerzas de seguridad han informado a la organización de la vigilia, la Alianza en Apoyo al Movimiento Patriótico Democrático de Hong Kong, de que el evento, que estaba previsto que se celebrara en el parque Victoria, ha sido cancelado por motivos de seguridad dado que no se podrían respetar las medidas de distanciamiento social.
La organización tenía previsto realizar una marcha este domingo y una vigilia el viernes de la siguiente semana en memoria a las víctimas de la masacre por parte del Ejército comunista chino, que tuvo lugar el 4 de junio de 1989 en la plaza Tiananmen.
Estaba previsto que el evento fuera el primero de este tipo desde que Pekín impuso la ley de seguridad nacional sobre la región administrativa especial china en junio de 2020, la cual prohíbe cualquier acto de secesión, subversión, terrorismo y colusión con fuerzas extranjeras.
En abril, el Departamento de Servicios Culturales ya había alertado de que la solicitud para utilizar el parque Victoria para la vigilia podría ser denegada debido a la pandemia del coronavirus.
La brutal represión de las protestas de estudiantes y trabajadores que tuvieron lugar en la plaza de Tiananmen entre abril y junio de 1989 sigue siendo un tema tabú en China, entre otras cosas porque las demandas que se plantearon entonces aún siguen sin respuesta por parte del Gobierno comunista.
El detonante de aquellas protestas fue la muerte fulminante durante una reunión del Partido Comunista Chino (PCCh) de su exsecretario general Hu Yaobang, que capitaneó la reforma de los años 80 pero fue obligado a dimitir por el líder ‘de facto’ del gigante asiático, Deng Xiaoping, por su fracaso a la hora de contener las revueltas estudiantiles de 1987.
La masacre quedó documentada por la prensa internacional, que esos días estaba en China para cubrir la visita del líder soviético Mijaíl Gorbachov. Pese a ello, se desconoce el número exacto de víctimas provocadas por el comunismo chino, aunque un documento desclasificado eleva hasta 10.000 los muertos.
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