Traducido de NewsPunch.com por TierraPura.org
Un estudio publicado por un grupo de defensa de los derechos de los niños descubrió un patrón inquietante en más de 18 escuelas en las que varios profesores colaboraban para violar a niños de entre tres y siete años.
En un caso, 11 adultos de un centro de educación infantil abusaron de 49 niños de entre 3 y 5 años, introduciéndoles jeringas llenas de agua en sus orificios corporales.
Los “11 delincuentes están acusados de cometer los abusos de forma coordinada”, según el informe del grupo cívico Center for The Defense of Children’s Rights.
Los niños eran obligados a ver a los adultos realizar actos sexuales o a tocar o abusar de otros niños.
Informa Republicworld.com: “Los casos identificados son notablemente diferentes de los lamentablemente numerosos casos de abuso sexual infantil cometidos por profesores individuales contra uno o más estudiantes”, afirma el informe. “Estos casos demuestran patrones de comportamiento delictivo caracterizados por agresiones organizadas cometidas por múltiples adultos y perpetradas en masa dentro de las instalaciones de una determinada escuela”.
“Evidentemente, esta situación plantea preguntas sobre cómo llegaron estos autores a trabajar en la misma escuela. ¿Cómo fueron asignados a este puesto y por quién? ¿Cómo se produjo su acción coordinada? ¿Llegaron a este puesto conociéndose entre sí o su coordinación surgió una vez trabajando en la escuela?”, se pregunta el informe.
“Hemos identificado patrones de conducta delictiva que hacen pensar que numerosos centros de educación primaria y preescolar captaron por internet abusadores sexuales y facilitaron a menores de edad para cometer los abusos”, señala el informe.
Consultado sobre el informe, el presidente Andrés Manuel López Obrador se comprometió el lunes a dar cuenta de cómo el gobierno está combatiendo estos casos.
“Se está trabajando mucho, se están combatiendo todos estos actos reprobables, atroces, que tienen que ver con el abuso de niños, es una actividad permanente”, dijo López Obrador, quien dijo que instruirá a las autoridades correspondientes para que informen sobre “cómo se está protegiendo a los niños, al sector más vulnerable de la población de estos ataques”.
Algunos de los casos en los que han participado los abogados del Centro han resultado en condenas a los abusadores. Por ejemplo, en un caso de 2011, seis empleados de la escuela fueron condenados y recibieron largas penas de prisión.
Pero a los abogados les llamó la atención tanto la desfachatez de los abusadores, como el patrón que parecía repetirse en otras escuelas. Por ejemplo, el informe señala que en el caso de 2011, “entre los declarados culpables están el director de la escuela, cuatro profesores y el conserje de la escuela”. Los patrones en el abuso y la violencia extrema se repiten en múltiples escuelas. “El abuso tiene lugar dentro de la escuela y los perpetradores no parecen esconderse al cometer el comportamiento abusivo repetido.”
Por ello, el equipo jurídico revisó 37 casos que “posiblemente coincidan con los patrones delictivos que identificamos. De estos casos sólo pudimos obtener mayores detalles en cuanto a las narraciones de los niños en 18 escuelas que confirmaron patrones similares.”
Pero el informe dice que las investigaciones policiales están mal coordinadas con los fiscales, y tienden a procesar a los abusadores como individuos, sin analizar si hubo más cómplices.
“Los vínculos organizativos entre casos similares son imposibles de detectar si cada centro se investiga de forma aislada”, dice el informe. “La fragmentación garantiza a las organizaciones criminales que es técnicamente imposible detectar cualquier participación que no sea la de los delincuentes materiales en un caso determinado”.
Además, muchas de las víctimas denuncian que había cámaras presentes durante los abusos, lo que plantea la posibilidad de que los abusos fueran filmados o fotografiados para su posterior difusión. “Consideramos que debe investigarse una posible hipótesis de producción de pornografía infantil”, dice el informe.