Fuente: ChildrensHealthDefense.org
El número de hospitalizaciones por COVID -una de las principales medidas para hacer el seguimiento de la gravedad de la pandemia de COVID- estaba sumamente inflada en el caso de los niños de los hospitales de California, según dos trabajos de investigación publicados el 19 de mayo.
Ambos trabajos, publicados en “Journal of Hospital Pediatrics”, descubrieron que se había hecho un recuento excesivo de las hospitalizaciones pediátricas por COVID en al menos un 40%, lo que conlleva posibles implicaciones para las cifras nacionales utilizadas para justificar la vacunación de los niños.
La Dra. Monica Gandhi, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de California en San Francisco (UCSF), y Amy Beck, profesora asociada de pediatría en la UCSF, escribieron en un comentario para los dos estudios:
“En conjunto, estos estudios subrayan la importancia de distinguir claramente entre los niños hospitalizados a los que se les ha encontrado SARS-CoV-2 en las pruebas universales frente a aquellos hospitalizados por la enfermedad COVID-19”.
Los estudios demuestran que las tasas de hospitalización notificadas “sobrestiman en gran medida la verdadera carga de la enfermedad del COVID-19 en los niños”, añadieron Gandhi y Beck.
Un estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford descubrió que el recuento de las infecciones por SARS-CoV-2 en niños hospitalizados sobrestimaba el impacto del COVID en las poblaciones pediátricas porque las cifras incluían a muchos pacientes asintomáticos.
Como parte del estudio, los investigadores revisaron los historiales clínicos de los niños entre el 10 de mayo de 2020 y el 10 de febrero de 2021, para determinar cuáles de los 117 ingresos hospitalarios tenían poca probabilidad de haber sido causados por el SARS-CoV-2. Los autores concluyeron que 53 pacientes (45%) ingresaron por razones no relacionadas con el virus.
Los motivos del ingreso hospitalario incluían cirugías, tratamiento del cáncer, un episodio psiquiátrico, problemas urológicos y diversas infecciones como la celulitis, entre otros diagnósticos.
El estudio también descubrió que el 39,3% (o 46 pacientes) codificados como SARS-CoV-2 eran en realidad asintomáticos.
La Dra. Roshni Mathew, autora principal del estudio y profesora clínica asociada de enfermedades infecciosas pediátricas, señaló que el porcentaje de pruebas positivas es una mejor medida de la prevalencia del SARS-CoV-2 en la comunidad que el índice de niños que enferman de COVID.
“Cuanto mayor sea la prevalencia, mayor será la probabilidad de que cualquier persona que tenga que acudir al hospital dé positivo”, dijo Mathew. “El mero hecho de saber que un niño está hospitalizado y tiene el virus no es suficiente información para determinar si realmente está enfermo de COVID-19”.
“Es realmente importante que distingamos entre los niños hospitalizados por infecciones asintomáticas de SARS-CoV-2 y los hospitalizados por la enfermedad de COVID-19″, dijo el Dr. Alan Schroeder, coautor del estudio y profesor clínico de cuidados críticos pediátricos y de medicina hospitalaria pediátrica.
“Nuestro objetivo es asegurarnos de que tenemos datos precisos sobre el grado de enfermedad de los niños”, dijo Shroeder en un comunicado de prensa en Stanford. “Si nos basamos en los resultados positivos de las pruebas de SARS-CoV-2 de los hospitales, estamos inflando en aproximadamente el doble el riesgo real de hospitalización por la enfermedad en los niños”.
En el segundo estudio, realizado en el quinto hospital infantil más grande del país, de los 146 registros en los que se enumeran los pacientes como positivos para el SARS-CoV-2 desde el 1 de mayo hasta el 30 de septiembre de 2020, los autores clasificaron a 58 pacientes (40%) como de diagnóstico “incidental”, lo que significa que no había documentación de síntomas de COVID antes de la hospitalización.
El mismo estudio categorizó a 68 pacientes, o el 47%, como “potencialmente sintomáticos”, lo que se definió como casos en los que “la COVID-19 no era la razón principal de ingreso para estos pacientes, y la COVID-19 por sí sola no habría requerido directamente la hospitalización sin la condición concomitante”. Los ejemplos de pacientes fueron aquellos con apendicitis aguda, ya que esa condición incluye síntomas gastrointestinales que también pueden presentarse en COVID.
Gandhi, en una entrevista con Intelligencer, dijo que aunque ambos estudios se realizaron con datos de hospitales de California, “no hay razón para pensar que estos resultados sean exclusivos de California. Este tipo de revisión retrospectiva de historiales probablemente revelará los mismos hallazgos en todo el país.”