Traducido de NewsPunch.com por Tierrapura.org
En un extraño discurso de apertura, el primer ministro británico, Boris Johnson, instó a los líderes del G7 a aspirar a un mundo más “femenino” y “neutro en cuanto al género”.
Al inaugurar oficialmente la cumbre en Carbis Bay (Cornualles), Boris Johnson hizo un llamamiento para que “suban de nivel” y no repitan los errores que desencadenaron la crisis aumentando la desigualdad.
Informa el Mail Online: Pero provocó el desconcierto al ampliar su visión sobre las cualidades que el mundo debería fomentar tras los estragos causados por la devastadora enfermedad.
Mientras los líderes, incluido el presidente estadounidense Joe Biden, se sentaban en torno a una mesa antes de la primera sesión, Johnson les dijo que debían “reconstruir mejor” y estar “unidos en nuestra visión de un mundo más limpio y más verde”.
“Creo que eso es en lo que los pueblos de nuestros países quieren que nos centremos. Quieren que nos aseguremos de que estamos venciendo la pandemia y que discutamos cómo no volver a cometer errores construyendo mejor juntos“, dijo.
Volver a construir más verde y volver a construir más justo y volver a construir más equitativo y, cómo voy a decir, de una manera más neutra en cuanto al género y, tal vez, más femenina.
Qué tal eso, aparte de todo lo demás. Estos son algunos de los objetivos que tenemos ante nosotros en Carbis Bay”.
Al preguntársele qué quería decir el Primer Ministro con una recuperación “femenina”, su portavoz dijo que se refería a una promesa de 430 millones de libras para apoyar la educación de los niños vulnerables y, en particular, de las niñas.
Los comentarios se produjeron después de que el Primer Ministro se desmarcara por fin de la cuestión de si la selección inglesa de fútbol debería “arrodillarse”, y dijera que apoya las “protestas pacíficas” y que quiere que los aficionados apoyen al equipo. Esto supuso un revés para la ministra de Educación, Gillian Keegan, que había criticado el gesto, vinculado al movimiento BLM, por “crear nuevas divisiones”.
Esto supone un cambio significativo para el gobierno, que parece estar dispuesto a atacar la llamada agenda “woke”, lo que ha provocado que se diga que se están librando guerras culturales.
Pero también despertará la alarma entre los diputados tories, muchos de los cuales desconfían profundamente del movimiento BLM que consideran de extrema izquierda y antipolicial.