Fuente: La Derecha Diario
Según reveló el diario británico The Daily Mail, y que pudo ser corroborado por el diario neoyorquino The New York Post, el hijo del presidente Joe Biden, Hunter Biden, usó en reiteradas ocasiones insultos raciales en diálogo por mensaje de texto con su abogado George Mesires.
Probablemente drogado mientras enviaba estos mensajes, que datan del 2018 cuando estaba bajo investigación por movimientos fiscales sospechosos durante la vicepresidencia de su padre, Hunter le dice a su abogado: “Negro, más te vale no cobrarme precios hennessy [altos]“. En otro mensaje le dice: “Solo te quiero porque sos negro“, y en otro le asegura “lo que decís es cierto, negro“.
Lo más delirante de estos mensajes, es que Mesires no es negro. Es un prestigioso abogado blanco de la ciudad de Chicago, y muy famoso en los círculos demócratas.
En octubre de 2018, Mesires envió una factura al socio comercial de Hunter, Mervyn Yan, involucrado en un infame esquema de corrupción con el gigante petrolero chino CEFC, que muestra la tarifa por hora del abogado: US$ 845 la hora.
Su trabajo, que incluía “teleconferencias con Hunter Biden sobre Hudson West“, la empresa conjunta de Hunter con los chinos, ascendió a US$ 88.465, por 107 horas de trabajo desde agosto de 2017 hasta abril de 2018.
Estos mensajes condenatorios surgieron pocos días después de que su padre pronunciara un discurso “histórico” denunciando el “racismo sistémico” que existe en Estados Unidos, sobre la tumba de los afroamericanos asesinados en “la Masacre de Tulsa“. Biden ha tratado de presentar la justicia racial como una de las principales prioridades de su administración, mientras su hijo actúa con total impunidad.
Estos mensajes fueron sustraídos de una computadora portátil que Hunter Biden mandó a reparar a un técnico en Delaware en 2019, pero que nunca pagó ni fue a buscar. La garantía del arreglo expiró y por el contrato de trabajo firmado, la computadora y toda su información interna quedó como propiedad del local informático.
El dueño vendió una copia de esta computadora al abogado de Trump, Rudy Giuliani, y a varios medios de comunicación, y además envió el equipo original al FBI, ya que entre los correos electrónicos que se sustrajeron había algunos donde se podía inferir masivos esquemas de corrupción con Ucrania, China y Rusia.
Todo el material fue publicado en redes sociales, pero fue severamente censurado por Twitter y Facebook bajo su política de “contenido hackeado”, a pesar de que el contenido no había sido hackeado. Incluso Twitter le pidió a La Derecha Diario que elimine tres de sus publicaciones donde se mostraban estos correos electrónicos.
Pero los medios también encontraron otras cosas, como la copia de seguridad de los mensajes de texto de su celular, fotos personales con prostitutas, y su historial de navegación en Internet que contenía videos pornográficos de varios hombres negros.
Esta noticia resulta importante porque devela en enorme grado de hipocresía en la familia Biden. Joe Biden intentó hacer de la raza un tema central tanto de su campaña presidencial como de su gobierno.
Continuamente hace actos políticos donde le recrimina a los norteamericanos blancos por su “racismo inherente“, ha lanzado múltiples programas educativos para adoctrinar a los más chicos en temas de raza, e incluso reinstauró los cursos de “teoría racial crítica“, donde se le enseña a los funcionarios gubernamentales a “ser menos racistas” y a “dejar en el pasado sus concepciones de supremacismo blanco“.
Todo esto lo hace mientras su hijo utiliza insultos raciales, hace chistes involucrando palabras que la comunidad afroamericana considera una ofensa de alto calibre, y bromea sobre su situación judicial.