Fuente: gaceta.es
Los suizos han rechazado en un referéndum la nueva ley que durante tres años había elaborado la Asamblea Federal (Parlamento) y que quería imponer una vuelta de tuerca a la tesis globalista sobre el cambio climático, provocando un aumento en los impuestos sobre los combustibles.
Así, el 51,6% de los suizos se han opuesto a la ley que preveía una serie de medidas para reducir a la mitad las emisiones de dióxido de carbono hasta 2030 (con respecto a 1990), en línea con los objetivos del Acuerdo de París. Todos los partidos apoyaban la iniciativa, el Partido Unión Democrática de Centro (SVP, en alemán).
Además del partido SVP (derecha) se habían opuesto de manera férrea los sectores vinculados al petróleo y a la industria agroalimentaria, que denunciaban que iba a provocar un aumento del precio de la gasolina y el diésel, de los billetes de avión para los vuelos que salen del país y del combustible utilizado para la calefacción. En este sentido, la consideraban muy costosa e ineficaz ya que las emisiones de dióxido de carbono de Suiza son de apenas un 0,1% del recuento mundial.
El resultado de esta consulta, que planteaba que la mitad del dinero recogido a través de la tasa climática iba a ser destinado a un Fondo para el Clima, que impone la tesis de los lobbies ecologistas y globalistas, tiene que ver con la resistencia a la introducción de tasas para reducir el dióxido de carbono y también con la fuerte oposición de la población rural a la restricción de los pesticidas.
La participación en esta consulta fue de cerca del 60% del censo electoral, una cifra notablemente superior a la de comicios similares anteriores. El resultado constituye una gran victoria para la industria del petróleo, el sector agrícola y el de los transportes por carretera y, fundamentalmente, para el SVP, el único grupo político que se oponía totalmente a la ley.