Por Isa Cox – westernjournal.com

Aunque el orgullo gay se ha celebrado hacia fines de junio durante algunas décadas en lugares más liberales de los Estados Unidos y otros lugares, el tratamiento de este evento anual como unas “vacaciones”, por así decirlo, así como todo el concepto de un “mes del orgullo” es relativamente nuevo.

Sin embargo, ha ganado importancia.

Ahora bien, así como la Pascua se caracteriza por los colores pasteles, Halloween por el negro y naranja y la Navidad por rojo y verde, el arco iris, afirmado durante mucho tiempo ser el símbolo del “orgullo” por el movimiento LGBT, domina esta nueva tradición nacional que celebra estilos de vida e identidades sexuales alternativos con un mes completo de propaganda y campañas publicitarias corporativas a favor de lesbianas, gays, bisexuales, y transgéneros (LGBT, por sus siglas en inglés).

El omnipresente arcoíris del orgullo puede estar indisolublemente vinculado con la homosexualidad u otros estilos de vida LGBT para muchos jóvenes, pero, de hecho, no siempre ha sido así.

El arco iris no solo es un importante símbolo judeocristiano de la misericordia de Dios hacia la humanidad, sino que también se le dio a la humanidad, la Biblia nos dice, a raíz del gran juicio global que ocurrió cuando la humanidad se apartó de la justicia de Dios.

En otras palabras, cuando los humanos siguieron los caprichos de su propio … orgullo.

Celebrar a aquellos cuyas preferencias sexuales o identidades de género no fueron difamadas por la sociedad en general ahora que la cultura ha abrazado más ampliamente la homosexualidad y otros estilos de vida sexuales alternativos es lo que la Biblia nos dice constantemente es lo que tan a menudo lleva a la humanidad a la destrucción.

El Arca de Noé es más que una historia que se convierte en fantásticas manualidades para la escuela dominical. Es una narrativa bíblica clave del juicio de Dios y Su gracia hacia la humanidad.

Después de que Noé y sus siete familiares sobrevivieron los 40 días y 40 noches de diluvio a bordo el arca, y luego muchas más semanas a flote mientras el diluvio global retrocedía lentamente, Dios estableció un pacto con la familia que continuaría para repoblar la tierra y engendrar las naciones de las que todos somos descendientes.

Él estableció este pacto con la humanidad al poner un símbolo en el cielo como testimonio de Su misericordia: el arco iris.

Génesis 9: 8-16 (NVI) dice:

Dios les habló otra vez a Noé y a sus hijos, y les dijo: ‘Yo establezco mi pacto con ustedes, con sus descendientes, y con todos los seres vivientes que están con ustedes, es decir, con todos los seres vivientes de la tierra que salieron del arca: las aves, y los animales domésticos y salvajes. Este es mi pacto con ustedes: Nunca más serán exterminados los seres humanos por un diluvio; nunca más habrá un diluvio que destruya la tierra’.

Y Dios añadió: ‘Esta es la señal del pacto que establezco para siempre con ustedes y con todos los seres vivientes que los acompañan: He colocado mi arco iris en las nubes, el cual servirá como señal de mi pacto con la tierra. Cuando yo cubra la tierra de nubes, y en ellas aparezca el arco iris, me acordaré del pacto que he establecido con ustedes y con todos los seres vivientes. Nunca más las aguas se convertirán en un diluvio para destruir a todos los mortales. Cada vez que aparezca el arco iris entre las nubes, yo lo veré y me acordaré del pacto que establecí para siempre con todos los seres vivientes que hay sobre la tierra’.

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La semana pasada, hombres y mujeres que abandonaron el estilo de vida LGBT después de experimentar el amor de Jesucristo llevaron a cabo la tercera “Marcha por la Libertad” anual en Washington.

De acuerdo a The Christian Post, los manifestantes de este año declararon un “reavivamiento del arco iris” al alabar al Dios que puso por primera vez este hermoso símbolo en el cielo, el mismo Dios que dio a Su único hijo, Jesucristo, para expiar todos los pecados de la humanidad, gay, hetero o otra cosa.

“Estamos recuperando el arco iris”, dijo Ángel Colón, quien sobrevivió al tiroteo en Pulse Nightclub en 2016 y más tarde entregó su vida a Cristo y se apartó de su estilo de vida homosexual, según el Post. “Es de Él. Para nosotros, es algo hermoso”.

“Estamos aquí y hablamos en voz alta, para que el mundo sepa que el arco iris es algo hermoso”, dijo también. “Y no deberíamos avergonzarnos de lo que realmente es”.

Dios, el Creador y Señor del universo, creó el arco iris como símbolo de su promesa a la humanidad de que nos había dado un camino hacia la salvación.

Cuando vemos este símbolo promocionado en la cultura popular para celebrar y glorificar el orgullo con el que tantos desafían a Dios y su diseño para la sexualidad, es aún más importante restaurar su propósito original.

Como no puede haber misericordia sin juicio, el arco iris también nos recuerda el juicio que está por venir, y la urgencia con la que debemos advertir a otros sobre el único arca que tenemos para sobrevivir a esa tormenta.

Es decir, el poder salvador del Señor Jesucristo.

También debemos recordar que el mismo Dios que creó el arco iris, estableció el pacto con Noé y murió como un hombre para liberarnos también creó los hombres y mujeres que ahora usan su símbolo para celebrar su pecado.

Los cristianos que advierten al mundo que abrazar la homosexualidad es un desafío a las leyes de Dios son cada vez más intimidados, burlados, difamados y marginados por la sociedad en general, tal como la tradición nos dice que Noé fue burlado por advertir a sus compañeros del diluvio venidero.

El mundo antediluviano descubrió por las malas que Noé tenía razón.

¿Vamos a dejar que el mundo de hoy sufra en su pecado, o tomaremos el arco iris — y el llamado de su Creador — para advertirle al mundo del precio que los humanos pueden pagar si no abandonan su orgullo y buscan al Señor mientras aún pueden encontrarlo?

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