Por Emmanuel Alejandro Rondón – El American
El pasado 14 de junio la UNESCO decidió homenajear por su natalicio, a uno de los revolucionarios más famosos de la historia: Ernesto “Che” Guevara. De ideales marxistas-leninistas, Guevara se hizo de un lugar prominente dentro de la cultura-pop, sobre todo entre simpatizantes izquierdistas; desde la élite más intelectual hasta el votante más humilde. Alrededor del “Che” se desarrolló una especie de relato que lo catapulta en la historia como el «buen revolucionario», un hombre que dedicó su vida a enfrentar el capitalismo.
Sin embargo, la vida que tuvo el “Che” Guevara poco tiene que ver con el relato impuesto en los grandes medios, las reseñas de la élite izquierdista chic o las declaraciones de admiración por parte de actores, deportistas y figuras públicas.
Desde El American queremos recordar los pensamientos y las acciones de figuras históricas, pues creemos que esta es la mejor manera de que trasciendan genuinamente por lo que hicieron en vida y los verdaderos ideales a los que aspiraban. El “Che”, lejos de ser una figura admirable y un ejemplo a seguir, fue un asesino y una persona que estaba dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias para imponer a los ciudadanos sus nefastas ideas políticas.
Por eso, así como hizo la UNESCO y tantas otras plataformas izquierdistas, El American también homenajea al “Che” recordando las 7 frases que mejor definen al «Carnicero de La Cabaña», apodo que el argentino se ganó por las numerosas vidas que pesan bajo su sangrienta memoria.
«Me gusta matar»: el “Che”, a su padre
Pedro Corzo, histórico periodista y escritor cubano, escribió un libro sobre el pensamiento criminal y violento de Ernesto “Che” Guevara. Uno de los hallazgos más sorprendentes revelados en la pieza es el contenido de una carta enviada a su padre en la que el revolucionario admitió que le gustaba asesinar.
El 18 de febrero de 1957, el guía campesino Eutimio Guerra fue enjuiciado por los rebeldes liderados por Guevara bajo la excusa de pasar información al enemigo. La sentencia era la muerte y quien lo fusiló no fue otro que el propio “Che”, quien detalló en su diario cómo, con qué arma y qué sintió al liquidar a Guerra.
«Acabé el problema dándole en la sien derecha un tiro de pistola [calibre] 32, con orificio de salida en el temporal derecho. Boqueó un rato y quedó muerto. Al proceder a requisarle las pertenencias no podía sacarle el reloj amarrado con una cadena al cinturón, entonces él me dijo con una voz sin temblar muy lejos del miedo: ‘Arráncala, chico, total…’ Eso hice y sus pertenencias pasaron a mi poder».
Frase atribuida al “che” guevara
Lo destacable de este suceso es que, un tiempo después, el Che le escribió a su padre y haciendo referencia al episodio admitió su verdadera naturaleza: «Tengo que confesarte, papá, que en ese momento descubrí que realmente me gusta matar».
El “Che” Guevara contra la prensa libre
Guevara, fiel a sus ideales ortodoxos marxistas, estaba en contra de la libertad de expresión, por eso uno de sus objetivos revolucionarios era impedir el ejercicio libre del periodismo.
José Pardo Llada (1923-2009), periodista, político y exrevolucionario cubano, detalló en su libro Fidel y el “Che” cuál era la opinión del argentino con respecto a los periodistas y sus lugares de trabajo: «Hay que acabar con todos los periódicos, pues no se puede hacer una revolución con libertad de prensa. Los periódicos son instrumentos de la oligarquía».
El “Che” hubiese bombardeado New York
En reiteradas ocasiones el guerrillero argentino admitió que estaba dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias en su peligrosa lucha revolucionaria.
Luego de la crisis de los misiles de Cuba, el “Che” admitió en una entrevista con el diario socialista británico Daily Worker que «Si los cohetes hubieran permanecido, los hubiéramos usado todos y dirigido hacia el corazón mismo de los Estados Unidos, incluyendo New York, en nuestra defensa contra la agresión. Pero no los tenemos, así que pelearemos con lo que tenemos».
La cita fue recogida y difundida por la revista TIME.
El “Che” y el odio como impulsor del hombre revolucionario
Tal y como escribe Pedro Corzo, Guevara encontró en la revolución cubana «el leitmotiv para dar salida a su instinto criminal», y uno de los principales impulsores de ese instinto asesino era, justamente, el odio hacia sus enemigos.
«¡El odio es el elemento central de nuestra lucha! El odio tan violento que impulsa al ser humano más allá de sus limitaciones naturales, convirtiéndolo en una máquina de matar violenta y de sangre fría. Nuestros soldados tienen que ser así», explicó el Che en un suplemento especial a la revista Tricontinental.
“¿Fusilamientos? Sí“
La UNESCO difundió el 14 de junio el discurso de apertura de Ernesto Guevara en la Asamblea General de la ONU de 1964. Sin embargo, durante esa misma asamblea, el “Che” participó en más de una ocasión y, en una de sus alocuciones admitió que la revolución cubana fusiló personas.
«Nosotros tenemos que decir aquí lo que es una verdad conocida y la hemos expresado siempre ante el mundo. Fusilamientos, sí. Hemos fusilado, fusilamos, fusilaremos y seguiremos fusilando mientras sea necesario. Nuestra lucha es una lucha a muerte».
Ejecuciones extrajudiciales
Al “Che” lo apodaron el «Carnicero de la Cabaña», una prisión que le fue otorgada a Guevara por Castro luego de la caída de Batista. Allí, según un artículo del escritor Álvaro Vargas Llosa, hubo cientos de ejecuciones ordenadas por el argentino-cubano y, de acuerdo con el testimonio de testigos, varias de las ejecuciones fueron realizadas por el propio Guevara.
Las denuncias de los asesinatos llevados adelante en esa prisión no sorprenden, porque el propio José Pardo Llada reveló en el libro Fidel y el “Che” una de las frases más controvertidas del argentino: «Para enviar hombres al pelotón de fusilamiento, la prueba judicial es innecesaria. Estos procedimientos son un detalle burgués arcaico ¡Esta es una revolución! Y un revolucionario debe convertirse en una fría máquina de matar motivado por odio puro».
El “Che” contra los homosexuales y los negros
Es curioso que, hoy por hoy, los revolucionarios chic lleven orgullosos casacas del “Che” Guevara con el símbolo de la comunidad LGBT. Guevara no solo era conocido por ser un sanguinario asesino, sino también por ser un homofóbico irremediable. El revolucionario marxista incluso fue el que planificó e ideó los campos de concentración donde encerraban homosexuales en Cuba, pues para Guevara los gays eran “pervertidos” e “incapaces” que no servían a la revolución.
El “Che” también era un declarado racista. Odiaba a las personas negras y se le atribuye la siguiente frase: “Los negros, esos magníficos ejemplares de la raza africana que han mantenido su pureza racial gracias al poco apego que le tienen al baño, han visto invadidos sus reales por un nuevo ejemplar de esclavo: el portugués. El desprecio y la pobreza los une en la lucha cotidiana, pero el diferente modo de encarar la vida los separa completamente».
Lo más curioso de esta frase es que al “Che”, según se rumorea, tampoco le gustaba bañarse por “su asma”. En definitiva, ¡qué importa!, los socialistas nunca brillaron por su coherencia.
Un “homenaje” para el Che
La palabra “homenaje” tiene claramente connotaciones positivas, pues es un acto que se hace en honor a una figura. En este caso particular, a Ernesto “Che” Guevara solo se le puede reconocer una cosa: que nos dio el mejor ejemplo de todo lo que no hay que hacer en la vida.
El “Che” formó parte de una terrible dictadura que hasta hoy somete y azota a los ciudadanos cubanos. El “Che” fue un hombre que luchó por imponer de forma autoritaria ideas nocivas para las sociedades. El “Che”, en definitiva, es el rostro de una ideología que tiene, al igual que él, las manos manchadas de sangre.
Este es el homenaje que merece una figura como Guevara. Ser recordado como lo que fue: un asesino.