Fuente: La Derecha Diario

La gran mayoría de los países miembros de la Unión Europea han acorralado este jueves a Viktor Orbán, primer ministro húngaro, en una reunión del Consejo Europeo celebrado en Bruselas.

La cumbre de mandatarios europeos se había convocado para discutir sobre migración, la situación de la pandemia y relaciones exteriores, pero el protagonista terminó siendo el líder húngaro y la ley que su partido aprobó en el Parlamento la semana pasada.

Esta ley agrava las penas contra los pedófilos y prohíbe promover la agenda LGBT en las escuelas. “Se prohíbe exponer pornografía y contenidos que representen la sexualidad, o promuevan la desviación de la identidad de género, el cambio de sexo o la homosexualidad, en establecimientos educativos donde haya menores de 18 años”, lee el proyecto de ley aprobado en Hungría.

Según las autoridades de la Unión Europea, principalmente Angela Merkel (Alemania), España (Pedro Sánchez) y Emmanuel Macron (Francia), esta ley limita los derechos y las libertades de la comunidad LGTB, y se ha puesto en duda si la confederación de países europeos debería tener miembros a países con leyes que ellos consideran “homofóbicas”.

Un grupo de 13 países, prepararon el martes una declaración en la que pedían al Consejo Europeo que tome cartas en el asunto y le impongan sanciones al gobierno húngaro por su nueva ley. Este jueves, horas antes que empiece la cumbre europea, 17 mandatarios firmaron otra carta en la misma dirección, aunque sin citar de forma directa a Hungría.

Al llegar a la reunión, Orbán fue interceptado por los medios quienes le preguntaron por esta situación. En un perfecto inglés, el popular mandatario húngaro defendió la ley que prohíbe el lobby LGBT en las escuelas: “La ley no va en contra de la homosexualidad, va a favor de que los padres decidan qué educación sexual darle a sus hijos“.

La presidente de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, prometió “utilizar todos sus poderes legales” para prohibirle a Hungría poner en uso esta ley.

La ley húngara es una vergüenza. Discrimina a las personas en base a su orientación sexual y va en contra de los valores fundamentales de la Unión Europea“, dijo en conferencia de prensa.

Por su parte, Mark Rutte, primer ministro holandés, aseguró que la nueva ley húngara no puede ponerse en marcha y que, de hacerlo, el país debería ser obligado a abandonar la Unión Europea. “Ya no tienen un lugar aquí“, dijo Rutte, que se ha presentado en muchas ocasiones como el antagonista de Orbán dentro del Consejo Europeo.

A principios de año, Rutte logró que el Consejo Europeo no le mande ayuda económica por la pandemia a países como Polonia o Hungría por “no respetar la diversidad sexual de sus habitantes. Esta medida dictatorial resultó completamente ilegal, ya que ambos países pagan por su estadía dentro de la Unión Europea y tienen derecho a acceder a estos fondos de alivio cuando los necesitan. De todos modos, el pedido fue aceptado y ni los húngaros ni los polacos recibieron toda la ayuda que les correspondía.

Orbán ya ha descartado que se le vaya a hacer algún cambio a la ley o que vaya a ser derogada, ni que tampoco va a dejar la Unión Europa. “La declaración de Mark Rutte hoy no es más que un episodio más de la serie de chantaje político. Hungría no quiere dejar la UE. Al contrario, queremos salvarla de los hipócritas”, aseguró el gobierno húngaro.

El Ejecutivo comunitario podría abrir un expediente contra Budapest si considera que la norma viola el Derecho de la Unión, pero muchas fuentes apuntan a que no hay lugar jurídico para este pedido y que si se quiere penalizar a Hungría, se deberá pasar una nueva ley en el Parlamento europeo.

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