Como hemos expresado a lo largo de decenas de artículos y algunos libros, está muy claro que la pretensión de los “amos del mundo” es el control total de la raza humana, es decir, la completa estabulación del rebaño. Para ellos no somos más que una granja y nos desprecian. Pero no se trata, como creen algunos ilusos, de tenernos “geolocalizados” físicamente, que también, en función de nuestros artilugios móviles o GPS a través de los satélites. El control se refiere fundamentalmente a nuestro cerebro, a nuestra mente, a nuestras emociones, pensamientos y sentimientos. No solo a que monitoreen lo que pensamos o sentimos en cada momento, a través de la inteligencia artificial, sino que podrán modificar nuestros pensamientos, cambiar nuestro estado de ánimo, borrarnos recuerdos o introducir en nuestra mente historias no vividas. Sé que esto es terrorífico y difícil de asumir, por su parecido a las películas de ciencia ficción y a las series de Netflix.

Mucho antes de que existiera internet ya incursionábamos por los andurriales de las cloacas del sistema, donde se cocinaba convertir al ser humano en un ser manejable y programable a través de la tecnología. Sabemos desde hace décadas que determinados grupos dentro de la CIA, del Pentágono, de DARPA, de la NSA, de la ONI, del CFR, del Tavistock, de Frankfurt, de Princeton o del MIT, investigaban sobre la conducta humana, con el fin de llegar a controlarla por completo y cambiar su esencia. Para ello han contado, aparte de los científicos nazis que se libraron del Proceso de Núremberg – introducidos ilegalmente en Estados Unidos—, contaron ya desde los años veinte del siglo pasado, con lo más granado de la ingeniería, la física, la psicología, la psiquiatría, la sociología, la fisiología o la neurología.

Controlar a los seres humanos a distancia y modificar sus conciencias es el viejo sueño, el objetivo final. No me queda más remedio que volver a citar al doctor Rodríguez Delgado y su experimento con el toro, y también al viejo sabio Vernon Coleman, que establece la conexión entre nanopartículas inoculadas en nuestro cuerpo, que serían activadas por el modernísimo invento de la red 5G. Nótese que la 5G es un tema prohibido, sobre todo, si se relaciona con el daño al medio ambiente o con la “desenfocada” enfermedad llamada COVID.

A lo largo de los años, he tenido la gran suerte de conocer muchos hechos extraños de primera mano, por haberme dedicado a la investigación del “misterio”, de “lo insólito”, de todo aquello que no encaja de acuerdo a nuestros parámetros y que, sin embargo, es real; de esos temas que no se estudian en las universidades, que van apareciendo en nuestra vida sin pretenderlo. Estas, más bien estropean la mente y nos convierten en auténticos negacionistas de hechos que, cuando la ciencia dogmática demuestra su realidad, se convierten en reales. Entonces sí nos dan permiso para creer.

Haber investigado a fondo el fenómeno ovni y, más en particular, las denigradas abducciones, que sirvieron de tapadera a muchos de los proyectos que están dando fruto ahora –para nuestra desgracia—, me ha servido para desentrañar muchas otras tramas de nuestro sistema.

Investigando sobre las diversas maneras de explicar el fenómeno de la abducción me encontré con los campos electromagnéticos y su influencia en el cerebro humano, a través de las investigaciones de Michel Persinger. Eran los años noventa y aún no había internet ni móviles. Los CEM eran temas solo de revistas especializadas, que ya empezaban a hablar del HAARP.

En 1998 publiqué el siguiente texto:

“La estimulación electromagnética de las funciones cerebrales puede artificialmente inducir a una serie de sensaciones que van desde el miedo al placer. Rodríguez Delgado y sus colegas, que trabajaban en diferentes agencias de espionaje, gubernamentales y militares, encontraron un vasto campo de aplicación de los campos electromagnéticos en la mente y en el cuerpo de los humanos. Uno de los experimentos consistía en secuestrar a una persona, colocarle un implante y obligarle a actuar de una determinada manera, mediante un impulso radiohipnótico y después hacerle olvidar el evento. […] El proyecto Pandora, un estudio realizado por la Agencia de Investigación sobre Proyectos Avanzados para la Defensa (DARPA, por sus siglas en inglés), iniciado en 1965, tenía como finalidad dirigir el comportamiento de los soldados en la guerra, haciendo que estos oyeran voces en sus cabezas, mediante la creación de campos electromagnéticos. Otro de los fines era determinar los efectos de las radiaciones de microondas en la fisiología humana. Se ha descubierto que producen dolores de cabeza, cánceres de todo tipo, insomnio, irritabilidad, alucinaciones, cambios bruscos de humor, daños en los cromosomas y deterioro del sistema inmunitario. Las microondas pulsantes no solo son capaces de producir disfunciones nerviosas y otras enfermedades, sino que se ha descubierto que pueden crear falsas realidades. […] Un informe de 1976 de la Agencia de Inteligencia de Defensa decía: ‘Las microondas de muy baja frecuencia pueden originar sonidos y palabras que el individuo cree que se originan en su cabeza’. […] El lóbulo temporal puede estimularse de manera exógena. El hecho de estar expuestos a campos electromagnéticos, generados bien sea por líneas de alta tensión o por capas tectónicas haría que en estas personas se desencadenase toda una serie de historias que no existen más que en su mente. La estimulación de los lóbulos temporales, debido a su intensa labilidad eléctrica, produce ciertos cambios electroquímicos que serían a su vez los causantes de otros fenómenos, como oír voces, mensajes y todo tipo de visiones y apariciones. Michel Persinger realizó interesantes investigaciones en este campo”. Hasta aquí la autocita.
Todo esto, que parecía ciencia ficción en su día, ahora es solo una anécdota prehistórica, ciencia rudimentaria si la comparamos con la tecnología de hoy, capaz de crear campos electromagnéticos que van a modificar nuestros pensamientos y emociones, tal como anunció el presidente Piñera, de Chile, cuyas palabras vamos a leer enseguida. Y es aquí donde conectamos con la red 5G –esa monstruosa telaraña a punto de desplegarse, y el óxido de grafeno, contenido en los viales de las vacunas y que ingerimos e inhalamos por diferentes vías. Creemos que ambos elementos constituyen un binomio inseparable. De ahí el encubrimiento a gran escala.

Estos días se está investigando sobre el grafeno, es más, ya se ha analizado el vial y lo que antes fue sospecha, es ahora confirmación. Las vacunas tienen grafeno, sí. Ya han presentado las pruebas que lo confirman, y dentro de unos días el equipo de catedráticos dará a conocer la investigación completa en varios idiomas. Esto se ha convertido en tema tabú a las pocas horas de salir a la palestra. Ricardo Delgado, de la Quinta Columna, y el doctor José Luis Sevillano están liderando esta investigación contrarreloj, que está alertando a muchos usuarios a la hora de ponerse la vacuna. Por eso decíamos en un artículo anterior que urgía una explicación convincente a estos fenómenos de magnetismo, seudomagnetismo, o lo que sea; el nombre es lo de menos. No sabemos qué es exactamente, pero es una alarma que, por una parte, nos detiene ante la vacuna y, por otra, nos hace abrir los ojos e impulsar nuestros tentáculos a buscar otras vías de investigación, dado que, como ya expresamos, los no vacunados también expresan esta rara particularidad de atraer objetos o pitar ante los detectores de metales, lo cual nos lleva a pensar que estamos inhalando o ingiriendo alimentos o bebidas con nanopartículas de algo extraño que no figura en la ficha del contenido del vial. El famoso y genérico “smartdust” o polvo inteligente que investigábamos hace años, ligado a los chemtrails, al HAARP, a los polímeros autoensamblables y a las microondas, parece que está haciendo acto de presencia en mascarillas, en geles hidroalcohólicos y en alimentos. Ahora, las suposiciones cobran realidad. Por eso es tan importante llegar al fondo de esta anomalía que se expresa en millones de cuerpos humanos en todo el mundo. Incluso algunas partidas de la carne de los supermercados tienen esta rarísima y preocupante característica.

No se entiende que la investigación sobre el grafeno esté causando tanto malestar entre algunos disidentes, que tanto han trabajado, y bien, en todos estos meses. Todo es importante y nada es desechable, por delirante y absurdo que parezca.

Además, esta línea de investigación es perfectamente compatible con los estudios sobre la proteína espiga. Pensemos que en sus papeles tienen diseñado un plan de vacunación de dos dosis por año. Acabarán queriendo vacunar a las piedras y habrá vacunas de varios tipos. Así son ahora; por eso unos se mueren, otros tienen parálisis facial y otros apenas se enteran. Tienen la veda de experimentación con humanos abierta –por primera vez desde los acuerdos de Núremberg— y van a intentar llevarla al extremo. ¡Otra cosa es que lo permitamos! Por eso hay que tener fe y seguir en la lucha.

Lo que más nos preocupa de todo este asunto no son los metales en sí que puedan entrar en nuestro organismo, como hasta ahora, como producto de la “vida moderna” y unos pésimos sistemas de control: el mercurio a través del pescado, el cadmio de las pinturas, el plomo de los coches o el amianto de las uralitas, el arsénico del arroz o el estroncio 90 de algunos cultivos. Sabemos que todo esto es nocivo, pero, aunque sea mínimamente, tenemos cierta libertad a la hora de elegir dónde respirar o que alimentos elegir, así como hacernos una desintoxicación periódica y eliminar metales pesados y demás toxinas. Lo realmente alarmante e irreversible es que los metales que nos estén metiendo sean para manipularnos mediante técnicas de control remoto. Parece ciencia ficción, de acuerdo, pero ahí tenemos el despliegue de elementos que apuntan en esta dirección. Podemos equivocarnos, sí, y ojalá, pero tal parece que la agorera “profecía” está a punto de cumplirse. ¿Para qué si no, esta red 5G con su pléyade de satélites, de miles antenas y de millones de sensores? Al “internet de las cosas” que nos dicen los científicos oficiales de la 5G hay que añadirle el “internet de las personas”; dicho en otras palabras, nos convertirán a la fuerza en transhumanos, portando miles o millones de estas nanopartículas que se irán ensamblando y controlando la actividad de nuestras neuronas o quién sabe lo que tienen en mente. Por mucho que nos imaginemos, nos quedaremos cortos. El Mal no tiene límites.

Todo esto se está realizando de manera silenciosa, confusa, oscura y traicionera. Tanto, que la mayoría de la sociedad es incapaz de ver el alcance. ¿Se puede saber para qué necesitamos esto que, además, va a destruir parte de la flora y la fauna del planeta y a los humanos que sobrevivan los convertirá en enfermos crónicos sin salvación, autómatas, zombis, seres despersonalizados, de alma apagada? Que es por un fin oscuro, más allá de lo económico, no nos cabe duda.

Es esto lo que hace tan importante el tema del grafeno que, con sabe Dios qué cosas más, interactuará con las frecuencias de la 5G –emisor-receptor—, formando una red de control planetario, un especie de telaraña gigante por fuera y otra dentro de cada ser humano. Esto significará, aparte de una degradación física sin precedentes, control de ideas, pensamientos, emociones, sentimientos y todo aquello que hasta ahora nos era propio como entes libres. Nos lo están diciendo bien claro. Es el “mundo feliz” que anunciaban los sociópatas de Davos, un mundo en el que no tendríamos nada, pero seríamos felices. El mundo de Orwell, pero peor de lo imaginado; corregido y aumentado. Todo estará en la nube y nosotros en las nubes.

Para quienes aún duden, escribo las palabras que el presidente de Chile, Sebastián Piñera, pronunció ante una gran audiencia, en compañía de los ministros de Transportes y Comunicaciones y Ciencia, a propósito del proceso de licitación de la red 5G. El discurso parece el producto de una borrachera o de haber tomado alguna droga alucinógena, pero no; forma parte de la hoja de ruta que las élites globalistas han enviado a todos los mandatarios del mundo:

“… es la posibilidad de que las máquinas puedan leer nuestro pensamiento, e incluso puedan insertar pensamientos, insertar sentimientos. Algunos dicen que la mejor forma de predecir el futuro es inventándolo. Bueno…eso es a lo que todos aspiramos. 5G es un tremendo salto adelante, es un salto cósmico, copernicano, porque realmente lo que va a significar la tecnología 5G es un cambio aún mayor en nuestras vidas que lo que han significado todas las tecnologías anteriores en esta materia: la posibilidad de que las máquinas puedan leer nuestros pensamientos e incluso puedan insertar pensamientos, insertar sentimientos. Y eso nos va a cambiar la vida y va a transformarse la 5G en el verdadero sistema nervioso de nuestra sociedad. Igual que el nuestro. Yo me pregunto qué tan importante que lata el corazón para la supervivencia del ser humano: vital. Nadie está preocupado de que el corazón lata; hay un sistema inteligente dentro de nuestro cuerpo que hace que múltiples órganos hagan funciones tremendamente sofisticadas con perfecta coordinación. Y muy pocas decisiones vienen a nuestra conciencia. La mayoría las toma este sistema nervioso de forma autónoma e inteligente. Lo mismo va a pasar con muchas otras esferas de nuestras vidas, gracias a esta tecnología. Y un imperativo cuya urgencia e importancia no requiere segundas lecturas, modernizar muestro estado, para que sea un cambio que llegue a todos los hogares de nuestro país”.

Patético. ¿Se dan cuenta del disparate? ¿Nos hemos vuelto locos? No entiendo que esto no haya sido noticia de portada en toda la prensa y tema de opinión de los columnistas. Se ve que están en la luna. ¿Será que ya les está actuando el grafeno? No importa que el presidente Piñera sea un ignorante y confunda el sistema nervioso con el sistema circulatorio, como me señala un amigo. Lo importante es la marcha frenética de los acontecimientos. ¿Que las máquinas puedan leer nuestros pensamientos e incluso puedan insertar pensamientos y sentimientos? ¿Se dan cuenta de la gravedad? Pero no es el único portavoz de la “buena nueva”, del cambio al paradigma de la distopía más atroz. Boris Johnson se expresa de manera muy similar, regocijándose en la gran red que nos transformará en colmena, sin individualidad, con un alma grupal que ni siquiera obedecerá a instintos naturales, sino a caprichos de los psicópatas.

¡Reaccionemos! Se están refiriendo claramente a una comunicación entre nuestro cuerpo y algo externo, es decir, no por voluntad propia o de manera natural, sino mediante un estímulo foráneo. Seremos como los ratones de la caja, reaccionando a estímulos que no saldrán de nuestra mente o de nuestro corazón, sino de un monstruo creado ad hoc, ubicado quizá en un satélite lejano. ¿Seremos magnéticos por dentro y electromagnéticos por fuera? Si no lo paramos, será el fin de la humanidad. A no ser que Dios se manifieste disfrazado de una tormenta solar de alcance.

Por eso el grafeno es el quid de toda esta pandemia de diseño. Las publicaciones sobre esta especie de “maná”, que sirve para casi todo, se pueden contar por decenas. Una ligera pasada a los diferentes artículos sobre el grafeno, publicados desde 2018 hasta la fecha, es para quedarse atónitos. Con razón se le ha denominado el elemento del futuro: sirve para todo. Desde la purificación de aguas a las vacunas hay un largo recorrido.

Voy a limitarme a dar unos cuantos titulares y entradillas de los artículos publicados sobre el grafeno, sin entrar en más profundidades y análisis. Remitimos al lector a la web de la Quinta Columna, www.laquintacolumna.net, donde encontrarán la mejor recopilación sobre este material causante del magnetismo o seudomagnetismo, y que saque sus propias conclusiones:

Ray Kurzweil, de Google, dice que los humanos tendrán cerebros “híbridos” impulsados por la nube para 2030
Dentro de 15 años, a los humanos se les implantarán nanobots que conectarán sus cerebros a internet, lo que permitirá una cognición enormemente acelerada. Diez años después de eso, la mayor parte de nuestro pensamiento “se hará en línea”, según el futurólogo Ray Kurzweil. Es una noticia de 2015. Pero no es de extrañar que esto se esté haciendo ya.

Los fabricantes han estado utilizando grafeno derivado de la nanotecnología en máscaras faciales; ahora existen preocupaciones de seguridad
Grafeno en todas partes. Las advertencias de una posible “toxicidad pulmonar temprana” asociada con las mascarillas faciales que contienen grafeno plantean serias dudas sobre los controles y equilibrios de seguridad. Recuerde el lector que han tenido que retirar mascarillas del mercado por este motivo.

El óxido de grafeno genera trombos

El óxido de grafeno es el tema candente de la investigación biomédica y farmacéutica de esta década. Sin embargo, sus complejas interacciones con los componentes sanguíneos humanos complican la transición de los prometedores resultados in vitro al entorno clínico. Incluso si el óxido de grafeno se produce con los mismos átomos de nuestros órganos, tejidos y células, su naturaleza bidimensional provoca interacciones únicas con las proteínas de la sangre y las membranas biológicas y puede provocar efectos graves como la trombogenicidad y la activación de las células inmunitarias. (Como los del supuesto SARS-CoV-2).

El óxido de grafeno genera coagulación de la sangre

Lo que tenemos físicamente hoy es una esponja creada a base de óxido de grafeno, la cual al término de esta investigación dará pie a la creación de un parche, tanto para el tratamiento de heridas agudas, en las cuales se necesita la absorción de mucha sangre y que se active rápidamente la cascada de coagulación, como para heridas crónicas (Al igual que el supuesto SARS-CoV-2).

Nanopartículas de óxido de grafeno en vacunas contra la gripe

Están introduciendo nanotecnología en las vacunas antigripales como adyuvantes y probablemente en todas. Concretamente, óxido de grafeno con las consecuencias de excitación electrónica en la banda 5G.

Las bandas de absorción del óxido de Grafeno están en la tecnología 5G

Es decir, en la tecnología 5G y sus anchos de banda están las frecuencias concretas de excitación electrónica del óxido de grafeno, inyectado en los cuerpos como “vacuna”.

La vacunación intranasal con nanopartículas de GO (óxido de grafeno) para la influenza
Publicación del Procedimiento de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos de América donde se anuncia el uso de nanopartículas de óxido de grafeno en vacunas contra la gripe.

Los sensores de grafeno leen ondas neuronales de baja frecuencia asociadas con distintos estados cerebrales

Los científicos de Graphene Flagship han desarrollado un sensor basado en grafeno CVD que detecta señales cerebrales en una amplia banda de frecuencia, desde frecuencias extremadamente bajas hasta oscilaciones de alta frecuencia. El sensor es biocompatible y podría usarse para medir y predecir estados cerebrales. Además, los sensores de grafeno podrían usarse en implantes crónicos debido a su alta estabilidad en el cerebro.

Con frecuencias 5G de 42,6 GHz, los nanotubos de 1,2 nm inyectados en las vacunas entran en resonancia y alteran gravemente el proceso cerebral

Sorprende la precisa longitud de los nanotubos de 1,2 nanómetros, o 1,2 x 10⁻⁹ m. Como ya conocía las frecuencias de las microondas 5G, en el intervalo de 10 a 300 GHz (1 GHz = 10⁹/s), me llamó la atención la curiosa coincidencia de cómo se anulaban esas precisas potencias de 10 en la conocida fórmula de mecánica de ondas: f = v/λ . ¡Llama la atención a cualquiera con estudios de ingeniería que no ande dormido!

El Pentágono desarrolla partículas invisibles para controlar tu cerebro

El proyecto BrainSTORMS está desarrollando un sistema que usa nanopartículas y campos magnéticos para monitorizar y controlar los 80.000 millones de neuronas del cerebro.

Los vacunados están realmente magnetizados. Experimento realizado por la Asociación European Forum for Vaccine

Estudio que ha sido realizado sobre personas que se acababan de vacunar que confirma la presencia de un campo magnético. Los investigadores detuvieron el experimento a causa del susto que experimentaron las “cobayas” al descubrir la magnetización de sus brazos.

Ajenos sensores de grafeno para interactuar con el cerebro

En el Pabellón del Grafeno, el Instituto Catalán de Nanociencias y Nanotecnología (ICN2) acaban de presentarse unos sensores de grafeno que aprovechan todas las capacidades de este material para desarrollar unos dispositivos capaces de detectar nuestra actividad cerebral para cambiar totalmente la interacción entre personas y ordenadores.

Control remoto de la actividad cerebral con nanopartículas calentadas

Dos equipos de científicos han desarrollado nuevas formas de estimular las neuronas con nanopartículas, lo que les permite activar las células cerebrales de forma remota mediante campos magnéticos o de luz.

Las nanopartículas podrán controlar todos los rincones de nuestro cerebro

Nanopartículas pueden inundar el cerebro humano para interactuar con los 80.000 millones de neuronas y tratar enfermedades como el Parkinson o el Alzheimer. También podrán manipular nuestros comportamientos y opiniones.

La nanotecnología alumbra una nueva generación de implantes cerebrales

Ahora, una nueva generación de materiales ultrasutiles promete un salto adelante en los implantes cerebrales. En primer lugar, el grafeno (el material sobre el cual Europa ha apostado mil millones de euros en financiación a la investigación).

¿Es el grafeno un peligro?

Un grupo multidisciplinar de la Brown University encontró que las nanopartículas de grafeno presentan bordes dentados muy duros, capaces de romper fácilmente las membranas de las células pulmonares. El riesgo por inhalación e ingestión debe tenerse muy en cuenta. ¿Neumonías bilaterales atípicas?

La magnetogenética: una técnica para activar neuronas a control remoto

La pregunta que ha intrigado a la humanidad por mucho tiempo es: ¿Cómo hace el cerebro para cumplir todas esas funciones? Desafortunadamente, aún seguimos sin conocer la respuesta completa a esta pregunta, pero quizá estemos cerca, gracias a la magnetogenética.

Conjuntos de sensores activos de grafeno para el mapeo inalámbrico y a largo plazo de la actividad cerebral epicortical de banda ancha de frecuencia

Los sensores activos de grafeno han demostrado capacidades prometedoras para la detección de señales electrofisiológicas en el cerebro. Sus propiedades funcionales, junto con su flexibilidad, así como su estabilidad y biocompatibilidad esperadas, los han convertido en un pilar prometedor para las interfaces neuronales de detección a gran escala.

Detección de actividad neuronal sin distorsiones mediante transistores de grafeno

Se muestra el efecto de la distorsión de la señal y su posterior calibración para diferentes tipos de señales electrofisiológicas, que abarca desde eventos de depresión de propagación cortical de gran amplitud y baja frecuencia hasta potenciales de acción de baja amplitud y alta frecuencia. La descripción detallada de los mecanismos de distorsión presentada en este artículo demuestra que los g-SGFET se pueden utilizar como transductores de señal sin distorsión no solo para la detección neural, sino también para una gama más amplia de aplicaciones en las que se utilizan sensores g-SGFET.

La empresa Nanografi especializada en producir nanopartículas de grafeno desarrolla una vacuna intranasal para la covid

La empresa de Nanotecnología está especializada en la producción de nanopartículas de grafeno y es a la vez quien desarrolla la “vacuna”. Blanco y en botella.

Los científicos desarrollaron nanopartículas magnéticas que pueden modular de forma remota circuitos neuronales

Un equipo de científicos del MIT ha construido un tipo de nanopartícula magnética, sensible al calor, que puede administrar estimulantes químicos profundamente en los tejidos cerebrales y liberarlos a demanda, proporcionando un nuevo medio para modular de forma remota los comportamientos de los sujetos de prueba.

El óxido de grafeno funcionalizado sirve como un nuevo nanoadyuvante de vacuna
En este estudio, diseñamos cuidadosamente óxido de grafeno (GO) como adyuvante de vacuna para inmunoterapia utilizando ureasa B (Ure B) como antígeno modelo.

El óxido de grafeno como posible portador y adyuvante de vacunas

El óxido de grafeno (GO), ampliamente empleado para la liberación de biomoléculas, sobresale en la carga y liberación de antígenos y muestra la potencialidad de activar el sistema inmunitario.

Directivos globales de AstraZeneca son ponentes en conferencias de la Graphene Flagship
Los oradores y ponentes en las conferencias de Graphene Flagship son directivos de estrategia global de AstraZeneca.

Directivos de Graphene Flagship son los directivos globales de AstraZeneca

La Directora de Graphene Flagship es la Directora de AstraZeneca. Curiosamente, el pico de crecimiento de las empresas fabricantes de grafeno va en paralelo con los laboratorios que fabrican las vacunas.

La empresa Nanografi, líder en la producción de grafeno, desarrolla la vacuna intranasal para la covid y test PCR con nanopartículas de óxido de grafeno
Nanopartículas de óxido de grafeno también en los test PCR y fabricados por una empresa nanotecnológica.

Grafeno para detectar y controlar el ADN o las proteínas

Un nuevo dispositivo basado en el grafeno podría ser utilizado como una herramienta ultrasensible para poder detectar y controlar moléculas biológicas como el ADN y las proteínas.

Nanotoxicología: Respirar nanotubos de carbono produce fibrosis pulmonar, una causa de cáncer de pulmón

Ratones que han inhalado nanotubos de carbono multicapa en una sola dosis presentan rastros de dichos nanotubos en sus pulmones y tras varias semanas han desarrollado fibrosis pulmonar, una de las causas del cáncer de pulmón.

El óxido de grafeno inhalado provoca inflamación de la mucosa y, por tanto, pérdida parcial o total de olfato

Enfermedades como la rinosinusitis tienen por consecuencia una pérdida parcial o total del olfato por inflamación de las mucosas. Esta inflamación también ocurre precisamente por inhalación de nanopartículas de óxido de grafeno. (Lo mismo que el supuesto SARS-CoV-2).

Utilizar grafeno para multiplicar una frecuencia

El nanomaterial también conocido “material maravilla”, se podría utilizar para producir radiaciones en el rango de frecuencia de los terahertzios, irradiándolo con frecuencias de acceso más sencillo, como las microondas.

La FDA prohíbe la venta de N-Acetilcisteína (NAC) en Amazon

La N-acetilcisteína (NAC) es un precursor del glutatión reducido que parece desempeñar un papel muy importante contra la COVID-19. De acuerdo con un análisis de la literatura médica de abril de 2020, la deficiencia de glutatión podría estar relacionada con las complicaciones de la COVID-19, lo que llevó al autor a concluir que la NAC podría ayudar, tanto a prevenir como a tratar esta enfermedad.

Todas las sospechas que vamos confirmando sobre las vacunas y todo el halo de ocultación y mentira del universo COVID es para tomar la cosa en serio y actuar por la vía de urgencia. Hay que despertar al dormido. Hay que estar muy ciegos para no ver los flecos de esta realidad distópica que nos tiene atrapados desde principios de 2019. Hay que estar ciegos para no ver que estamos ante el mayor engaño en la historia de la salud, una cortina de humo que nos impide ver la realidad.

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