Más de 50 niños no acompañados cruzaron la frontera en una sola noche

Por Sabrina Martín Rondon – elamerican.com

En una cobertura especial en la frontera sur de Estados Unidos, El American corroboró la gravedad de la crisis fronteriza ante la cantidad de niños no acompañados que pisan suelo americano sin saber a dónde van, dónde están sus familiares y qué pasará con ellos.

Anthony Cabassa, corresponsal de El American, llegó a La Joya en Texas y logró conversar con decenas de migrantes que formaban parte de un grupo de más de 200 personas. La mayoría de ellos provenía de Guatemala y el resto de El Salvador, Honduras y Venezuela.

De la gran cantidad de migrantes que Cabassa pudo observar, aproximadamente 50 eran niños no acompañados: «Michael, de 8 años viene de Honduras, dice que no sabe dónde está su familia, asegura que tiene un tío, pero no sabe dónde está», dijo en su reporte para El American.

«Este es un viaje extremadamente peligroso, especialmente para los menores, pero cuando hay un 100 % de posibilidades de que los menores no acompañados sean “aceptados” en USA y no sean rechazados, este es el resultado final. Miles arriesgan su vida con la esperanza de quedarse en el país», señaló el periodista.

Cabassa explicó que hay reportes de que una vez que están en manos de las autoridades, los niños pasan más de 60 días detenidos bajo estricta vigilancia por amenazas de suicidio. También hay denuncias de que les dan alimentos crudos o mal preparados.

Aproximadamente 14,500 niños no acompañados están bajo el cuidado del U. S. Department of Health and Human Services (HHS).

Denuncian violaciones a derechos humanos de niños no acompañados

Un reportaje de El Mundo refuerza las graves denuncias halladas por Cabassa en Texas. De acuerdo con reportajes, los niños migrantes retenidos han descrito condiciones de hacinamiento, comida en mal estado, falta de ropa limpia y trastornos como la depresión.

Una investigación de la BBC reveló a través de entrevistas con el personal y los niños retenidos en el campamento de la base militar Fort Bliss en El Paso (Texas), del cual surgen testimonios de acusaciones de abusos sexuales, brotes de COVID, hambre y niños que deben esperar durante horas para ser atendidos por un médico cuando enferman.