Por Emmanuel Alejandro Rondón – El American
l periodismo es un oficio vital para la sociedad. A través de la prensa, los ciudadanos tienen a potenciales aliados que escudriñan en los gobiernos, políticos o empresas involucradas en tramas de corrupción. Por ello, normalmente civiles y periodistas deberían ser aliados comunes. Sin embargo, de acuerdo con el minucioso Digital News Report 2021 en 46 países del Reuters Institute, los americanos son los que menos confían en los medios.
Los datos son bastante claros: solo un 29 % de los americanos confía en los medios de comunicación, mientras que un 23 % dice que no confía. El otro 44 % de los americanos dice que no confía lo suficiente.
Estados Unidos fue el país peor calificado, solo superado por Francia, Hungría y Eslovaquia con un 30 %. Finlandia (65 %), Kenia (61 %) y Portugal (61 %) tuvieron los mejores índices de calificación y superaron por mucho a los medios americanos.
La confianza en los medios sube al 44 % cuando a las personas se les preguntó si confían en sus fuentes de noticias habituales. Sin embargo, el índice de confianza sigue siendo bajo.
Los medios locales de televisión (58 %) obtuvieron mejores índices de calificación que los medios nacionales. CBS News (48 %), ABC News (48 %), BBC News (47 %), The Wall Street Journal (46 %) y NBC/MSNBC News (46 %) fueron los medios en los que más confían los americanos.
BuzzFeed News (30 %), Yahoo News (34 %) y Fox News (35 %) fueron los peores calificados. CNN, The New York Times, The Washington Post y NPR estuvieron en el centro de la tabla con un índice de confianza que va desde el 45 hasta el 43 por ciento.
Tráfico y audiencia: otro problema para los medios
Según reseña el estudio, «El tráfico en línea al New York Times y al Washington Post en febrero de 2021 disminuyó drásticamente desde el pico de enero (17 % y 26 %, respectivamente) y también disminuyó año tras año, según datos de ComScore. Mientras tanto, a mediados de marzo, CNN y MSNBC perdieron el 45 % y el 26 % de sus audiencias en horario estelar respectivamente, desde los máximos de enero».
Esto puede deberse a la salida de Donald Trump de la Presidencia, pues muchos demócratas y liberales perdieron interés en las noticias de los medios más críticos del expresidente.
«Otro factor», se lee en el estudio, «puede ser la disminución de la atención a la pandemia de coronavirus; solo el 31 % de los adultos americanos seguían de cerca las noticias de COVID en una encuesta de Pew de marzo de 2021, frente al 37 % a fines de noviembre y el 57 % en marzo de 2020».
El dinero es otro problema para los medios
El negocio monetario tampoco marcha muy bien para los medios de comunicación. De acuerdo con el análisis del estudio del Instituto Reuters, una gran cantidad de periódicos viene cerrando y cada vez se pierden más puestos de trabajo en la industria.
«Si bien los primeros meses de la pandemia coincidieron con niveles récord de tráfico para muchos medios de comunicación, la pérdida de anunciantes, distribución, eventos y otras fuentes de ingresos tuvo un costo devastador. Un informe de consultoría sugirió que la industria de los medios perdió más de 30,000 empleos en 2020, con medios nacionales como BuzzFeed, Vice, Vox y HuffPost anunciando licencias y despidos», se lee en parte de la explicación.
«BuzzFeed adquirió HuffPost en febrero, pero posteriormente anunció recortes que afectarían a 47 empleados americanos. Las redacciones locales se enfrentaron a desafíos particularmente graves. Para febrero de 2021, más de 60 redacciones locales en todo el país habían cerrado, incluidas las que eran propiedad de grandes cadenas (CNHI) y familias locales y muchas que habían estado operando durante más de un siglo».
Desde 2004, en USA han cerrado más de 1,800 periódicos.
Un dato clave que indica hacia dónde se puede dirigir la prensa es que, por primera vez en la historia, las ganancias del The New York Times por tráfico web y suscripciones superaron a las ventas físicas.
«Más positivamente, el New York Times atrajo un récord de 2,3 millones de suscripciones solo digitales en 2020 y, por primera vez, vio cómo sus ingresos digitales superaron a los impresos. The Washington Post, cuyas suscripciones digitales han alcanzado casi los 3 millones, anunció en diciembre de 2020 que agregaría 150 puestos de trabajo en 2021, lo que resultaría en la sala de redacción más grande de la historia de la compañía».
¿Por qué los americanos no confían en los medios?
Luego de la publicación del estudio es imposible hacerse la pregunta del porqué los americanos ya no ven a los periodistas como potenciales aliados.
Una de las razones, según se explica en el Instituto Poynter, «es la extrema polarización política en Estados Unidos. Este estudio, como muchos otros, encontró niveles extremadamente altos de desconfianza: el 75 % de los que se identifican como de derechas pensaban que la cobertura de sus puntos de vista era injusta».
El columnista Joe Concha escribió en The Hill una opinión sobre el estudio. Allí señala varios ejemplos de fake news publicadas en la mainstream media, como la relación del expresidente Trump con la trama rusa, los orígenes del COVID-19 y otros tantos que fueron escándalos de desinformación por parte de los medios.
El comportamiento partidista de los medios, que mayormente apoyan a los demócratas según Concha, es una de las razones que genera desconfianza para el columnista, pero señala que no siempre fue así.
«En 1976, en la época de presentadores como Walter Cronkite, John Chancellor, David Brinkley y Roger Mudd, casi tres cuartas partes del país confiaban en los medios de comunicación […] Avancemos hasta 2021, y gente como Chris Cuomo, Jim Acosta, Brian Williams y Yamiche Alcindor reciben los mismos prestigiosos títulos de presentador o corresponsal», escribió Concha.
«Estos no son presentadores, por supuesto, son presentadores de opinión claramente partidistas. Todos comparten sus sentimientos, sus opiniones —que siempre apoyan al equipo azul — y lo hacen pasar por una información objetiva. Lo cual, por supuesto, es un insulto para los que tienen ojos, oídos y cerebro».
Joe Concha en The Hill.
La realidad es que cotidianamente los medios nacionales y sus periodistas están publicando informes con desinformación. Por ejemplo, el 25 de junio una periodista del The Washington Post publicó en su Twitter una información errónea sobre la respuesta del gobernador de la Florida, Ron DeSantis, con respecto al derrumbe del edificio en Miami. La periodista aún no ha rectificado.
Asimismo, la periodista Sharyl Attkisson lleva una lista con los informes falsos de los medios con relación al expresidente Trump. La cuenta va en 156 noticias falsas.
La situación es crítica, actualmente el periodismo en Estados Unidos está pasando por un momento delicado de su historia. Los medios bajan sus números de audiencia y clics, los medios locales (en los que más confía la gente) están cerrando porque no atraen el suficiente interés del público; y los medios nacionales pierden su credibilidad paulatinamente conforme abrazan el partidismo político.