Fuente: El Diestro
Camilla Canepa, una chica italiana de 18 años residente en Sestri Levante, recibió la vacuna AstraZeneca en una “ jornada de puertas abiertas ” el pasado día 25 de mayo. El 3 de junio ingresó en urgencias por dolor de cabeza y fotofobia, o sensibilidad extrema a la luz. Le realizaron una tomografía y no encontraron evidencias de trombosis por lo que Canepa fue dada de alta.
El 5 de junio, dos días más tarde, Camilla tuvo que acudir otra vez a urgencias por “déficits motores” y ahí sí ya le descubrieron una trombosis. Ante esta grave problema, Canepa fue trasladado al Hospital San Martino en Génova, donde el cirujano Alessandro d’Andrea diagnosticó el problema.
En declaraciones al medio italiano Il Piccolo , Gianluigi Zona, director de la clínica neurológica y neuro-traumatológica del hospital San Martino, describió estar desconcertado por la severa trombosis que se veía en las imágenes del cerebro de Canepa: “No soy virólogo ni epidemiólogo ni forense pero, ante la imagen que vi en la cabeza de esa niña, está claro que estamos ante algo que no es normal”.
Y añadía: “Optamos por una craneotomía de descompresión, el cráneo se abrió para aliviar la presión interna”. Sin embargo, según los médicos, el cerebro no se drenaba y en cambio absorbía sangre, algo que Zona dijo que nunca antes había presenciado. “Todos los senos venosos estaban bloqueados por trombos, un escenario que nunca había visto en muchos años de esta profesión”.
“Hay que imaginarse el seno venoso como el río en el centro de un valle en el que confluyen varios arroyos”, describió Zona. “Si se construye una presa en el centro del curso de agua, el río se hincha y en ese punto los afluentes no pueden descargar, con el resultado de que aumenta la presión río arriba”.
Finalmente Camilla Canepa falleció en una de esas muertes que la gentuza de medios, políticos y la mayoría de sanitarios califican como casuales. Casuales cuando esta pobre chica, según sus padres, nunca antes había tenido un problema de salud.
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