Por Juan Felipe Veliz – El American
Ante las recientes protestas surgidas en Cuba al grito de “libertad”, el régimen castrista y sus apologistas han vuelto a revivir el mito de que el bloqueo comercial a Cuba por parte de los Estados Unidos es lo que le ha impedido progresar a la isla y no 60 años de dictadura comunista.
La palabra bloqueo alude al imaginario colectivo de una pobre Cuba, rodeada por fragatas americanas que le obstaculizan cualquier contacto con el exterior, impidiéndole importar comida, medicamentos e insumos necesarios para el desarrollo del país y garantizar el bienestar de su población. No obstante, la realidad está lejos del mito que por años ha difundido el castrismo para justificar el atraso en el que ha mantenido a Cuba.
No es ningún bloqueo comercial a Cuba, es un embargo comercial aplicable solo para USA
No es cierto que haya tal cosa como un bloqueo comercial a Cuba. Lo que existe es un embargo comercial que aplica única y exclusivamente para compañías americanas. De resto, Cuba está en libertad de comerciar con el otro 85 % de la economía global, que no es Estados Unidos, y lo hace.
De hecho, Cuba exporta sus productos a más de 70 países alrededor del mundo sin que Estados Unidos lo impida. Sus principales socios comerciales son China, España y Alemania; aunque también tiene otros socios importantes como Indonesia, Singapur, Chipre, Hong Kong y Líbano.
Por el lado de las importaciones, los cubanos reciben productos provenientes de al menos 60 países alrededor del mundo. Los países que más exportan a Cuba son China, España, México, Brasil, Italia y el propio Estados Unidos. Sí, Estados Unidos exporta hacia Cuba alrededor de $277 millones al año en valor de mercancía, a pesar del embargo y del hecho de que Cuba no le vende nada a Estados Unidos. Cerca de $180 millones de las importaciones de Cuba provenientes de Estados Unidos constituyen alimentos.
A pesar del imaginario de los apologistas del castrismo sobre que el supuesto bloqueo a Cuba impide que el país tenga cualquier contacto con el resto del mundo, la realidad es que el embargo comercial de Estados Unidos admite ciertas excepciones y las empresas americanas pueden exportar a Cuba ciertos bienes como comida, medicamentos, insumos para la agricultura, ciertos tipos de embarcaciones y aviones, softwares y tecnología básica como celulares o computadoras.
Esto no quiere decir que Cuba esté inundada de productos americanos, pues para comerciar con la isla se requiere tener una licencia especial. Esto muestra que el supuesto bloqueo a Cuba es más una ficción en la cabeza de los apologistas del régimen que una realidad que la mantiene en el atraso.
¿Estaría Cuba mucho mejor si pudiera tener relaciones comerciales abiertas con Estados Unidos? Seguramente, pero el problema no radica allí. El problema de Cuba está en su modelo económico, donde el Estado se ha adueñado de todas las formas de producción y castiga la innovación.
La canasta exportadora de Cuba permanece igual que en época del régimen de Fulgencio Batista (1959), e incluso sus métodos de producción no han avanzado mucho. Para el 2019, el déficit comercial cubano era de más de $4,000 millones, mientras que sus exportaciones apenas superaban los $1,210 millones. En otras palabras, Cuba importa casi cinco veces lo que exporta al mundo.
El problema de Cuba no es el embargo comercial, sino su baja productividad, causada, en buena medida, por 60 años de dictadura.
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