Por Juan Felipe Vélez – elamerican.com

Por años el régimen cubano ha presumido de sus misiones humanitarias de médicos, que envían a todo el mundo para vender la imagen del poderío del sistema de salud cubano. Mientras que en la isla la crisis sanitaria lleva años colapsada, el régimen se lucra con multimillonarias sumas explotando a sus profesionales de la salud bajo un estado de esclavitud que se sostiene ante la coerción y el chantaje.

«El mundo ha consentido la esclavitud en más de 60 países con las misiones de internacionalización de Cuba. No se puede cambiar salud por esclavitud. El mundo debe reaccionar», dijo Javier Larrondo, presidente de la ONG Prisoners Defender International, refiriéndose a los abusos que sufren los médicos cubanos que protagonizan las llamadas misiones humanitarias de los médicos cubanos.

Esta represión no es exclusiva para los médicos cubanos, pues los atletas, músicos y artistas de la isla que viajan el exterior también la tienen que vivir, ya que son constantemente vigilados y controlados por los oficiales de partido que casi siempre viajan con ellos para evitar su deserción.

En las misiones humanitarias viajan oficiales del régimen para asegurarse que los médicos cubanos se comporten acorde las preferencias del régimen. (EFE)
En las misiones humanitarias viajan oficiales del régimen para asegurarse que los médicos cubanos se comporten acorde las preferencias del régimen. (EFE)

En un estudio realizado por PDI, 622 médicos cubanos denunciaron estar bajo una situación de esclavitud y constante atropello por parte de los oficiales del régimen cubano que acompañan las misiones humanitarias.

El hacinamiento crítico, la expropiación de los sueldos, la presión para falsificar las estadísticas y magnificar los resultados del sistema de salud cubano e incluso amenazas directas a sus familias, son normales para los médicos que integran las misiones.

El propio sistema legal cubano es cómplice de la situación de esclavitud y represión que viven los médicos de las misiones humanitarias. La ley de migración No. 312 es una legislación especialmente diseñada para controlar a los médicos de las misiones humanitarias. Los cubanos ordinarios tienen restringido el acceso a un pasaporte corriente, y para el caso de los médicos cubanos, a estos se les da un pasaporte “oficial” que solo tiene vigencia lo que dura la misión médica.

Los trabajadores de salud, se consideran población “regulada” y requieren una autorización especial para obtener un pasaporte y poder salir del país, incluso si renuncian a su puesto en el Sistema Nacional de Salud.

El decreto 306 de 2012 le da facultades a los oficiales para regular las salidas de los médicos y atletas; el decreto permite a los oficiales de migración tomarse hasta 5 años para aprobar o denegar alguna solicitud de traslado al exterior hecha por un profesional de la salud.

Estas son solo las restricciones que enfrentan los médicos cubanos dentro de su país, afuera en las misiones, los médicos son vigilados por los oficiales del castrismo que siempre viajan en las misiones para evitar fugas.

La privacidad es nula y muchas veces los médicos son hospedados en condiciones paupérrimas, para ahorrar costos por parte del régimen. Si un médico decide quedarse en el extranjero por más tiempo del que le permite el pasaporte de la misión médica puede enfrentar hasta ocho años de cárcel.

Hoy en día, más de 10,000 padres están alejados de sus hijos, porque el régimen del castrismo arrestaría a estos médicos apenas pongan un pie en Cuba. Lo más tenebroso de todo es que esta pena está contemplada en el propio Código Penal cubano, en el artículo 135, por lo que las propias cortes cubanas son cómplices de estos arrestos que no guardan ninguna validez ante el derecho internacional.

Las razones para escapar no están demás, según los testimonio. Primero que nada el personal de salud es forzado a participar en las misiones médicas cubanas, de 622 médicos que hablaron con PDI el 70 % de los médicos contestó no haberse ofrecido como voluntario a las misiones humanitarias, y el 16 % reporta haberse ofrecido tras haber sido víctima de algún tipo de coerción por parte de agentes del régimen a ellos directamente o sus familias.

Los médicos también sufren de abusos salariales, el salario promedio de un médico cubano en una de las misiones humanitarias es en promedio $490. Cerca del 20 % de los médicos cubanos consultados por PDI manifestó que nunca llegó a cobrar salario. Algunos médicos aceptan de inmediato integrarse a las misiones cubanas, pues el salario es superior al que podrían recibir en la isla que oscila entre los $25 a $40 al mes.

Mientras las misiones humanitarias le brindan millones de dólares a Cuba, los médicos protagonistas permanecen en condiciones de esclavitud

A pesar de que los salarios son en teoría más altos en las misiones médicas, el régimen cubano le sigue pagando a sus médicos apenas una fracción de lo que cobra a los países que aceptan sus misiones médicas. Según PDI, Cuba ha llegado a cobrar a los países receptores de la “ayuda humanitaria” hasta 10 veces el valor del salario que supuestamente le paga a los médicos que hacen la misión posible.

Para viajar en las misiones humanitarias los médicos cubanos son sometidos a un sistema de adoctrinamiento tenaz. Cerca del 80 % de los médicos cubanos consultados por PDI manifestó que recibió un reglamento de comportamiento en las misiones, no solo de índole personal sino político. El 40 % afirmó que un oficial del régimen les retuvo su pasaporte durante el cumplimiento de las misiones internacionales.

Los oficiales del castrismo cumplen un rol fundamental en las misiones “humanitarias”, pues monitorean hasta las instancias más íntimas de los médicos. El 77 % de los médicos encuestados por PDI manifestó que no tuvieron ningún tipo de relación íntima o de amistad con personas locales donde se encontraban desarrollando la misión; el 74 % de los médicos dijo que se les advirtió explícitamente no poder pasar la noche en un sitio que no estuviera aprobado por el régimen.

El castrismo —en su afán de control— obliga a los médicos de la misión a denunciar a sus colegas en caso de comportamiento sospechoso. Cerca del 76 % de los médicos consultados por PDI afirmó que oficiales del régimen les dijeron que los alertaran en caso de percibir comportamientos sospechosos o “contrarrevolucionarios” de sus colegas.

A pesar de mantener a sus médicos en un sistema que asemeja más a la esclavitud que al trabajo libre remunerado, Cuba ha hecho ingresos multimillonarios por la explotación de sus profesionales de la salud. Según PDI, Cuba recibe al año más de $8,500 millones por las misiones humanitarias, mientras que por exportaciones apenas logra generar poco más de $1,210 millones, todo esto a costa de mantener a sus preciados médicos en condiciones de esclavitud.

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