Por Mamela Fiallo Flor – Panampost.com
No podrán tomar la comunión los políticos que promuevan el aborto, esta fue la decisión de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos que ya fue aplicada contra un congresista. El presidente podría ser el próximo, según las advertencias que han surgido.
Joe Cervantes, un senador estatal por el Partido Demócrata en Nuevo México, dijo que su obispo y su pastor le niegan la comunión.
El obispo Peter Baldacchino, de la diócesis de Las Cruces, se negó a darle la comunión al senador pro aborto, informó Cervantes el sábado. El párroco de Cervantes también se sumará a esta medida, agregó el senador.
“El obispo católico me negó la comunión anoche aquí en Las Cruces debido a mi cargo político”, escribió Cervantes en Twitter. «Mi nuevo párroco ha indicado que hará lo mismo».
La comentarista católica Kathleen McKinley respondió a Cervantes sugiriéndole que «mirara hacia adentro» para encontrar la razón por la cual su obispo y su pastor le niegan la comunión. «Si aboga por el aborto, entonces es responsabilidad del sacerdote hacerle comprender que no está en un estado de gracia, sino bajo un grave pecado mortal, que empeoraría si la recibiera de manera indigna», escribió McKinley. “Es tu alma. Es importante», agregó.
Cervantes concluyó su mensaje apelando al papa Francisco: “Por favor, oren por las autoridades eclesiásticas durante la transición del catolicismo bajo la dirección del papa Francisco”, escribió Cervantes.
Vale destacar que el senador aseguró que la Iglesia católica está bajo una transición con Francisco. Lo dijo apenas horas después de que el papa distanció a los fieles de la tradición de la misa en latín, lengua litúrgica. En una intención de construir puentes, como sumo pontífice, apuesta por dejar atrás lo viejo y abrazar la nuevo. Esto significaría anular el Summorum Pontificum de su predecesor Benedicto XVI, quien aún vive, y buscó estrechar lazos con los tradicionalistas para darles la libertad de celebrar la misa como sus ancestros.
Francisco les dio a los obispos la potestad de autorizar la misa en latín o no. Pero esa transición, que aplaude el senador «progresista» no incluye promover el aborto. Al contrario, la mayoría de los mismos obispos han luchado contra esta práctica.
En la reunión anual de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, 168 votaron a favor de negarle la comunión a los políticos pro aborto y apenas 55 votaron en contra.
Arzobispos: Biden debe dejar de decir que es católico
La decisión llegó en un momento clave, pues el presidente de los EE. UU., Joe Biden, alega ser católico, pero su partido apoya abiertamente el aborto. Lo mismo Nancy Pelosi, a cargo de la Cámara de Representantes del Congreso.
Han sido varios los sacerdotes e incluso obispos y arzobispos que le han solicitado abiertamente a Biden que deje de decir que es católico, si no va a seguir las enseñanzas de la Iglesia.
El obispo J. Strickland le pidió públicamente que deje de financiar abortos con el dinero de sus contribuyentes o en su defecto deje de decir que es católico.
Justo este año, el senador Joe Cervantes copatrocinó y votó «Sí» a un proyecto de ley que «Deroga las leyes estatales que penalizan el aborto» y, según el comentarista conservador local John Block, «legalizó el aborto desde el nacimiento y el infanticidio en todo el estado y despojó todas las protecciones para mujeres y niños en el útero».
La decisión de los obispos recibió una tormenta de reacciones violentas de los demócratas que se identifican como católicos.
En total, 60 congresistas demócratas, todos alegando ser católicos, escribieron una “declaración de principios” pública en la que confrontan a los obispos. Incluso un legislador demócrata amenazó a los obispos, retándolos a atreverse a negarle la comunión.
Los congresistas demostraron desconocer lo que todo católico debe saber: apoyar el aborto es motivo de excomunión en la Iglesia católica. Para empezar, el Catecismo de la Iglesia Católica señala en el 2272 lo siguiente:
La cooperación formal a un aborto constituye una falta grave. La Iglesia sanciona con pena canónica de excomunión este delito contra la vida humana. “Quien procura el aborto, si este se produce, incurre en excomunión latae sententiae” (CIC can. 1398), es decir, “de modo que incurre ipso facto en ella quien comete el delito” (CIC can. 1314), en las condiciones previstas por el Derecho (cf CIC can. 1323-1324). Con esto la Iglesia no pretende restringir el ámbito de la misericordia; lo que hace es manifestar la gravedad del crimen cometido, el daño irreparable causado al inocente a quien se da muerte, a sus padres y a toda la sociedad.
En la fe católica, el aborto es el peor de los crímenes, dado que sucede en el seno familiar y quita la vida al más pequeño de este, la base de la sociedad.
Frente a un presidente que alega ser católico y un papa que los políticos «progresistas» ven como vía de transición, la mayoría de los obispos dice no: la vida se defiende desde la concepción y para quien se oponga habrá excomunión.