Fuente: El American
Este jueves, el escritor, politólogo y conferencista conservador argentino, Agustín Laje fue censurado en Instagram sin ninguna explicación por parte de la plataforma.
“Sin NINGÚN motivo y sin NINGUNA explicación, Instagram inhabilitó mi cuenta”, comentó Laje en Twitter. “Ya ni siquiera fingen estar cumpliendo imprecisas «normas comunitarias»”, añadió.
Laje también comentó que la censura por parte de las redes sociales ha alcanzado un grado “de autoritarismo insoportable”.
La censura contra Agustín Laje es un ejemplo más de la creciente persecución de las Big Tech contra voces conservadoras, que tuvo su primer momento durante el mes de enero cuando el entonces presidente Donald Trump fue restringido de Reddit, Twitch, Shopify, Twitter, Google, YouTube, Facebook, Instagram, Pinterest, Snapchat, TikTok, Apple, entre otras páginas web y plataformas digitales, durante sus últimos días de mandato.
Esa nueva tendencia anticonservadora en redes sociales motivó al expresidente Trump a formular una demanda legal contra los directores ejecutivos de Facebook y Twitter, Mark Zuckerberg y Jack Dorsey respectivamente. La decisión del republicano fue respaldada por la organización sin fines de lucro, America First Policy Institute.
Además, una nueva demanda acusa a la Casa Blanca y a Facebook de confabularse para censurar a la población americana y violar la Primera Enmienda. El recurso judicial fue presentado en un Tribunal Federal en Tampa, Florida, luego de que la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, admitiera que la administración “está señalando a Facebook cuáles son las publicaciones problemáticas que difunden desinformación”.
Richard Rogalinski, uno de los demandantes señala que la mejor evidencia de la colusión entre el Gobierno y Facebook es la confesión de Psaki. “Cuando ella dijo que estaban trabajando con las Big Tech, cambió todo porque entonces es del Gobierno la censura”, dijo a The Epoch Times.
La censura no es solo contra conservadores, es contra cualquier disidencia
Al iniciar la pandemia, Facebook impidió que se opinara o informara sobre el origen del coronavirus. La plataforma en febrero anunció que eliminaría las publicaciones que contenían «información falsa sobre COVID-19» y que mencionara la posibilidad de que la enfermedad hubiese sido causada por órdenes o negligencia del Partido Comunista de China (PCCh), o la hipótesis de que habría sido originado por humanos.
Luego, tras hacerse públicas las incoherencias y dudas sobre el origen del virus, la red social se retractó. El drástico cambio de postura de Facebook siguió con las declaraciones del Dr. Anthony Fauci al admitir “no estar convencido” de que el COVID-19 se haya desarrollado naturalmente.
La censura en las Big Tech parece afectar solo a voces conservadoras. En ese sentido, las organizaciones marxistas como Black Lives Matter (BLM) y Antifa, pese a sus repetidas demostraciones de violencia callejera, (que han dejado heridos y han destrozado patrimonio público en varias ciudades de Estados Unidos) pueden expresarse libremente en las redes sociales.
Además, BLM se ha relacionado y dejado ver públicamente con algunos dirigentes de las principales dictaduras comunistas en el mundo. Asimismo, tampoco esconde sus vínculos con regímenes totalitarios directos con los principales líderes subversivos que han intentado desestabilizar la democracia americana en las últimas décadas. Un claro ejemplo de ello es el comunicado escrito por la organización en 2016 tras la muerte del dictador comunista cubano Fidel Castro.
Mientras tanto, dictadores comunistas como Miguel Díaz-Canel, Nicolás Maduro, Evo Morales y Daniel Ortega, permanecen activos y libres en todas sus redes sociales, aprovechando las diversas plataformas para esparcir su ideología y hacer públicos llamados a la violencia.