Por José Hermosa – BLes.com
Los casos de inflamación del corazón sufridos por menores de 17 años ya llegan a 397 en Estados Unidos, estos fueron observados tras la aplicación de vacunas contra el Covid o virus PCCh (Partido Comunista de China) de la marca Pfizer.
Así lo informa el reporte semanal de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por la sigla en inglés), al 30 de julio, con base en los datos aportados voluntariamente por los usuarios del sistema.
Además de la inflamación del corazón, se informaron 9,246 efectos secundarios adversos, entre ellos 14 muertes, entre el 14 de diciembre y el 16 de julio.
Es de tener en cuenta que un estudio calcula que solo el 1% de la totalidad de los eventos adversos se inscriben en la página correspondiente.
Si bien el medicamento con autorización de emergencia que se utiliza como ‘vacuna’ ya podía ser inyectado en los mayores de 16 años desde diciembre, el 10 de mayo se extendió hasta los adolescentes entre 12 y 15 años.
La aparición de la miocarditis ocurrió luego de que se hubiera concedido la autorización para este grupo de menores, pero a pesar de su gravedad no se ha modificado la norma y se continúa con la vacunación.
La miocarditis también afectó a personas de otras edades, hasta el 9 de junio el VAERS comunicó sobre 623 casos entre los de 30 años o menos. Las cifras son más altas de las previstas.
El sometimiento de los niños al polémico tratamiento ha generado muchas advertencias por parte de científicos como el especialista alemán en microbiología y epidemiología, Dr. Sucharit Bhakdi, quien enfatizó en los peligros implicados.
Sin embargo, un alto ejecutivo de Pfizer anunció que continuarán con los niños menores, de entre 5 y 11 años, quienes podrían ser vacunados alrededor de septiembre u octubre.
El proyecto incluye hasta a los de seis meses, aunque el riesgo de infección para los niños es muy bajo.
Por otro lado, la profusión de vacunas producidas en el breve lapso de algunos meses tras la aparición del virus PCCh, es uno de los elementos que genera dudas entre las personas que aún no se deciden a tomar este medicamento.
En un periodo récord mundial, se entregaron 19 vacunas a los consumidores. Además, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) concedió la aprobación de emergencia a las vacunas desarrolladas por Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson en menos de un año, a pesar de que el proceso suele durar entre 10 y 15 años.
Mientras las grandes farmacéuticas aumentan sus ingresos desmesuradamente al continuar produciendo miles de millones de dosis, los gobiernos respaldan la campaña de vacunación, imponiendo restricciones a quienes no tomen esa medicina.
No obstante, ni siquiera quienes las toman quedan libres de limitaciones a su libertad, dado que no se aprecian alivios a la salud porque siguen infectándose y contaminando a otros y en muchos casos deben utilizar las mascarillas.
Simultáneamente, las proporciones de muertes entre las personas vacunadas se hacen significativamente mayores que entre quienes no toman el tratamiento.
Adicionalmente, aumentan las posibilidades de que sean presionadas para que sigan aplicándose dosis adicionales, tal como se anunció recientemente sobre una tercera dosis ‘de refuerzo’ para las personas mayores de 60 años.