Por Sabrina Martín Rondón – El American
El Partido Comunista chino (PCCh) ha ganado control sobre los americanos. Así lo afirmó el senador republicano Marco Rubio en una audiencia pública del Comité de Inteligencia del Senado.
Rubio presentó un proyecto de ley este miércoles 4 de agosto que busca prohibir a los bancos de Estados Unidos otorgar préstamos a proyectos controlados por el PCCh.
En su propuesta, el senador afirmó que “el brazo largo de China no es una amenaza futurista” por lo que agregó que China ya controla el entorno de los americanos.
“Hoy, el Partido Comunista chino tiene más control sobre lo que los americanos pueden decir, lo que podemos escuchar, lo que podemos leer, lo que podemos ver, que cualquier Gobierno extranjero ha tenido en nuestra historia”, dijo.
Para argumentar el poder de influencia que ha logrado China sobre Estados Unidos, Marco Rubio recordó ejemplos de empresas americanas que cedieron a la presión del PCCh .
“Las corporaciones americanas están tan desesperadas por tener acceso al mercado chino que lideran costosos boicots (…), de hecho, han despedido a empleados que viven en Estados Unidos por decir o escribir algo que a China no le gusta”, recordó el senador.
Rubio además mencionó cuando China rompió los lazos comerciales con la NBA y prohibió las transmisiones de pretemporada en 2019 después de que el gerente general de los Houston Rockets publicara un tuit (ya eliminado) a favor de Hong Kong en medio de los disturbios en curso.
En respuesta, Nike retiró la mercancía de los Houston Rockets de sus tiendas en China. Más tarde, la NBA emitió una disculpa por el tuit.
“China está robando entre 300 y 600 mil millones de dólares al año de tecnología y propiedad intelectual americana. Hackearon las redes y se lo llevaron. Utilizan fondos de capital de riesgo para comprar nuevas empresas tecnológicas prometedoras. Por cierto, ocultan su propiedad”, dijo el senador.
Asimismo agregó que: “Se asocian con universidades en la investigación y luego roban esa investigación, a menudo investigaciones cuyo financiamiento inicial provino del contribuyente americano. Obligan a las empresas que hacen negocios en China a cederles la tecnología”.
Rubio, y otros legisladores enfatizaron durante la audiencia que las preocupaciones eran únicamente por el Gobierno chino y no por pueblo chino o por los americanos de origen chino.