Por Ángel Manuel García Carmona – elamerican.com

La reciente aprobación legal de la criptomoneda inventada por Satoshi Nakamoto (el Bitcoin) como moneda de curso oficial en El Salvador ha sembrado bastante interés. Varios sectores de opinión se han pronunciado al respecto aunque  no necesariamente “filosóficos”, de la “krypto cultura”.

Algunos observamos la legislación promovida al respecto por Nayib Bukele como un problema. Pero no se trata de un inconveniente sobre el uso la divisa digital, sino que un estado moderno tuviera que elaborar una ley para dictar los usos que se pueden hacer de este medio de cambio cuya esencia es distribuida y descentralizada.

No obstante, no nos centraremos en ello, más bien, vamos a abordar una de las reacciones concretas que se han puesto de manifiesto en los últimos días, con base a ciertos desprecios concretos a la libertad monetaria.

El FMI emite una alerta bastante intensa contra las criptomonedas

En la sección de blogosfera del Fondo Monetario Internacional (FMI), publican Tobias Adrian, director del Departamento Monetario y de Mercados de Capitales y Rhoda Weeks-Bown, directora del Departamento Legal del FMI, un artículo que responde al titular Cryptoassets as National Currency? A Step Too Far.

En este artículo los autores advierten y recuerdan que el curso legal de un “criptoactivo” tendría que ser reconocido como medio de obligaciones financieras, igual que el actual dinero fiduciario. A modo de ejemplo, se hace referencia al pago de impuestos y al constante expolio fiscal. Pero, además, intentan infundir miedo mediante una serie de advertencias incongruentes, máxime a la vista de la praxis político-económica que “impera” en el actual sistema.

Consideran que “no es conveniente” en economías con niveles de inflación que sean “estables” porque, según ellos, habría pocos incentivos para que el real estate y otros negocios ahorren o invirtieran en criptodivisas. Al mismo tiempo, sugieren que sería algo como una bomba explosiva en economías con muchos problemas de inestabilidad e insolvencia.

Por otra parte, señalan algo tan absurdo como que algunos países aun no aceptarán pagos en esta divisa, como si en todo el planeta existiese un estándar de cambio armonizado sin excepción alguna a efectos prácticos. Bueno, ya de paso nos recuerdan lo típico sobre el “terrorismo”, el “blanqueo de dinero” y la “evasión fiscal”.

Enésima contradicción del socialismo

Una vez más considero que los promotores de la planificación centralizada incurren en algunas contradicciones. En este caso, a la hora de contrastar los supuestos resultados del uso de las criptodivisas con las consecuencias vigentes de sus políticas actuales.

La banca central, una pieza clave del entramado fraudulento de la reserva fraccionaria, es una experta en la provocación de niveles de inflación nada despreciables. El Banco Central Europeo (BCE) lleva más de un lustro apostando por una política de tipos de interés bajos, incluso negativos, mientras que al aparato de la Reserva Federal no le agrada mucho la deflación.

Al mismo tiempo, buena parte de los estados modernos actuales nos someten a un considerable “endeudicidio” que no solo es parejo a la sistemática financiera keynesiana, sino que es una evidente consecuencia de su progresiva expansión (basada en un mayor estrangulamiento político, económico y social de la ciudadanía).

Además hay que recordar que prácticamente todos los Estados obligan a utilizar la moneda oficial del Banco Central al que están adheridos y pretenden que los criptoactivos, (si los autorizan) estén monitorizados por el fisco. Un hecho que viola también la privacidad de los usuarios, cuyos movimientos empezarían a ser controlados.

Asimismo, no hay que olvidar que gracias a las criptomonedas, quienes viven en regímenes tiránicos comunistas como el cubano y el venezolano logran conseguir algunos “ahorros”  gracias a medios de cambio que son las criptodivisas descentralizadas a las que aquí nos referimos. 

Por otro lado, no debemos olvidar que el Foro de Sao Paulo (que implica a estructuras de poder de distintos países hispanoamericanos así como, en cierta medida, al partido que co-gobierna en España) no ha necesitado ninguna moneda digital basada en blockchain para sostener sus turbios y sangrientos negocios y entramados.

Con todo ello, hay que decir que todo este “sistema alarmista” que han creado es más bien algo normal a la vista de lo que es el FMI: un entramado globalista, sociata y favorable al crony capitalism y al fraudulento sistema keynesiano de reserva fraccionaria. 

Si fueran verdaderos defensores de la libertad y de la propiedad, no tendrían que oponerse, pero claro, les preocupa perder control sobre nosotros.

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