Por Rodrigo Saldarriaga – gaceta.es
La decisión de Pedro Castillo de nombrar a Héctor Béjar, admirador de Fidel Castro y fundador de los terroristas del Ejército de Liberación Nacional (ELN), como ministro de Relaciones Exteriores, ha provocado serias preocupaciones entre diplomáticos y expertos en relaciones internacionales por el giro que podría significar su nombramiento para la política exterior peruana.
Y la preocupación no es infundada. Una de las primeras reuniones que tuvo el canciller Béjar apenas juró su cargo fue con Jorge Arreaza, ministro del Poder Popular para Relaciones Exteriores de Venezuela.
Arreaza -que arribó a Lima para la investidura de Pedro Castillo como presidente- destacó que durante la reunión con Béjar abordaron la recuperación de las relaciones integrales entre Venezuela y Perú, “el comercio, políticas de atención a los migrantes y la necesidad de reforzar los mecanismos de unión en Nuestra América”.
En declaraciones a la prensa, Béjar manifestó que una de sus funciones en la Cancillería será la de buscar una “renovación democrática” en Venezuela, y que se buscará retomar relaciones con el país llanero, contribuyendo al “entendimiento de sus tendencias políticas” sin intervenir en temas internos.
“Nuestra política es contra sanciones unilaterales y contra bloqueos. Venezuela es un país que está bloqueado, entonces nosotros contribuiremos juntos con los países de Europa y con un conjunto de países latinoamericanos en el entendimiento de las tendencias políticas en Venezuela sin intervenir en su política interna”, dijo.
Además, el octogenario ministro de Relaciones Exteriores anunció que el Perú impulsará la reconstitución de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), un foro que reunía a los países sudamericanos, pero cayó bajo el control del socialismo del siglo XXI, provocando la retirada de varios de los integrantes.
“En el año bicentenario -señaló el canciller- seremos coherentes con la tradición histórica de la diplomacia peruana y retiraremos del Congreso la solicitud para que el Perú denuncie el tratado que instituyó Unasur”.
“Por el contrario, impulsaremos su reconstitución y modernización, como el organismo de cooperación y consulta que afirme en este mundo global la entidad propia de Sudamérica en la política mundial”, añadió.
De acuerdo al periodista Aldo Mariátegui, Béjar es “el más peligroso” del gabinete rojo de Bellido -premier investigado por apología al terrorismo- por haber sido muy cercano a Manuel “Barba Roja” Piñeiro Losada, exjefe de la inteligencia cubana y responsable de la expansión de los grupos de izquierda radical en América Latina. Piñeiro además estuvo casado con la intelectual y divulgadora marxista chilena Marta Harnecker, consejera de Hugo Chávez.
“Con este flamante canciller, Cuba tiene directamente un hombre absolutamente suyo en el Ejecutivo (…) Nos va a sacar del Grupo de Lima y de la Alianza del Pacífico para entregarnos a Cuba y Venezuela”, escribió en su columna de Perú 21.
Con Béjar en Palacio de Torre Tagle -sede de la Cancillería peruana-, no solo se rompería el Grupo de Lima, instancia que condena la ruptura del orden democrático en Venezuela, sino que el Perú pasaría de inmediato a formar parte del eje La Habana-Caracas-Lima, un temor que varios analistas en relaciones exteriores advertían durante la campaña electoral, y que el expresidente interino, Francisco Sagasti, aseguró que era “excesivo”.
“Creo que son temores excesivos y que desconocen la institucionalidad interna, como funcionan las cosas, o el verdadero poder que tienen agentes de otros países para intervenir en nuestra situación”, dijo el cuestionado expresidente centroizquierdista Sagasti en una entrevista a la BBC en vísperas de finalizar su cuestionado mandato.
Una vida al servicio del marxismo
Con solo 27 años, el ahora canciller del Perú viajó a Cuba, donde se incorporó a las guerrillas revolucionarias de dicho país, recibiendo entrenamiento militar y llegando a conocer al sanguinario “Che Guevara” y al dictador Fidel Castro.
Debido a su actividad subversiva, en el Perú fue condenado por sedición, pero fue beneficiado por una amnistía general en 1970 por la dictadura militar izquierdista del general Juan Velasco, llegando a trabajar para el régimen como miembro del Sistema Nacional de Apoyo a la Movilización Social (Sinamos). A través de esa institución, respaldó la reforma agraria impulsada por el denominado “Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas”, que expropió las principales haciendas peruanas.
Debido a su pasado guerrillero y su militancia comunista, Béjar no ha ocultado estar a favor de las políticas aplicadas por el chavismo en Venezuela.
Durante la conferencia “Venezuela: Radiografía de la situación social”, realizada el pasado 13 de junio de 2017, manifestó que desde su modesto lugar era una “obligación moral” defender a un pueblo que representa “una de las pocas posibilidades de cambiar esta sociedad sucia y violenta”.
Para Luciano Revoredo, analista político y director del portal La Abeja, el nombramiento de Béjar como titular de Relaciones Exteriores es una afrenta a la Cancillería peruana y su trayectoria diplomática, teniendo entre sus miembros a personajes destacados como Javier Pérez de Cuéllar, 5° secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, o Víctor Andrés Belaunde, presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas (1955-1960).
“Haber nombrado a Béjar como ministro de Relaciones Exteriores es una afrenta a la Cancillería peruana. De la diplomacia peruana han salido personajes ilustres como Javier Pérez de Cuéllar y Víctor Andrés Belaunde, y con el nombramiento de este sedicioso, porque lo ha sido cuando se alzó en armas contra el país, participando en acciones contra las fuerzas del orden, se mancilla la trayectoria diplomática del Perú”, asegura.
Para Revoredo, aquellos que se sorprenden con la designación de Béjar como canciller, están obviando el panorama político actual: un Perú “secuestrado” por un aparato comunista.
“El señor Castillo, desde mi punto de vista, un presidente ilegítimo y usurpador, está vinculado con grupos fachada de la organización terrorista Sendero Luminoso. El primer ministro Bellido está siendo investigado por presunta apología al terrorismo y la Fiscalía ha dicho que iniciaría una segunda investigación en su contra por presunta afiliación a una agrupación terrorista. El secretario general del partido Perú Libre, ha sido formado en Cuba y es un admirador del chavismo y la tiranía castrista. La designación de Béjar como canciller solo añade una evidencia más de que el Perú se está alineando con las dictaduras del socialismo del siglo XXI. Solo nos queda hacer oposición, que los peruanos reaccionen y que este gobierno caiga cuanto antes”, asegura.