Por Emmanuel Alejandro Rondón – El American

La censura en Cuba es implacable. Toda opinión disidente puede ser objeto de persecución en regímenes del estilo castrista, eso no es un secreto, pero las formas sí lo son; al menos los detalles. Desde que explotaron las masivas protestas el pasado 11 de julio, las primeras en décadas, los cubanos aprovecharon el escaso acceso a internet para denunciar vía redes sociales la represión del castrismo. Automáticamente, luego de que el mundo vio las manifestaciones, el régimen cortó el internet.

No es información confirmada oficialmente, sin embargo, existen registros públicos y algunos reportes que demuestran que gran parte del aparato comunicacional del régimen cubano fue instalado y desarrollado por empresas vinculadas al Partido Comunista de China.

Un artículo publicado en la revista internacional The Diplomatic, por ejemplo, reza: «Las empresas chinas han desempeñado un papel clave en la construcción de la infraestructura de telecomunicaciones de Cuba, un sistema que el régimen utiliza para controlar a su pueblo, tal como lo hace el Partido Comunista de China (PCCh) dentro de sus propias fronteras».

La pieza señala, entre otras cosas, que «el papel de China en ayudar al régimen a cortar las comunicaciones durante las protestas ha expuesto una de las muchas formas en que Beijing ayuda a mantener a flote al régimen comunista cubano»; a quien el PPCh ayuda diplomática y económicamente de forma constante desde la caída de la Unión Soviética. De hecho, China es el principal socio comercial de Cuba en la actualidad; y los lazos entre ambas naciones vienen desde hace mucho, aunque no siempre fueron buenos, sobre todo durante la guerra fría, donde ambos estuvieron distantes.

Más allá de las relaciones históricas y comerciales sino-cubanas, el papel de las empresas chinas en el desarrollo de las telecomunicaciones de la isla es protagónico. Un reporte del Institute For War & Peace lo resume muy bien: «En Cuba, sólo una empresa, la estatal Etecsa, proporciona acceso a Internet. Según su propia revista corporativa, los principales proveedores de tecnología de Etecsa son tres empresas chinas: Huawei, TP-Link y ZTE (…) En 2017, el Observatorio Abierto de Interferencias en la Red (OONI), una comunidad global que mide la censura en internet, encontró rastros de códigos chinos tanto en la superficie como en las interfaces utilizadas para los portales de acceso a las conexiones wifi».

Cubanos en Ginebra solicitan "intervención humanitaria" de la ONU en su país
Patria y vida es uno de los lemas de los manifestantes cubanos que luchan contra el castrismo. (EFE)

Este informe de la OONI, además, reveló que más de 40 sitios web en la isla fueron bloqueados de la red y casi todos tenían mensajes en contra del régimen castrista.

«Los datos de medición de la red OONI, recopilados desde ocho puntos de vista en tres ciudades cubanas entre el 29 de mayo de 2017 y el 10 de junio de 2017, confirman el bloqueo de 41 sitios web. La tecnología de inspección profunda de paquetes (DPI), que sospechamos que se encuentra en La Habana, se utilizó para restablecer las conexiones a esos sitios y servir páginas de bloques (en blanco). Solo se bloqueó la versión HTTP de esos sitios, lo que potencialmente permite a los usuarios eludir la censura simplemente accediendo a ellos a través de HTTPS», se lee dentro de las principales conclusiones.

El estudio también dice que «se descubrió que el proveedor chino Huawei apoyaba la infraestructura de internet de Cuba, pero aún no está claro si está implementando la censura de internet en el país».

¿Por qué el castrismo habilitó el acceso a internet y qué tanto China interviene en ello?

Pese al hermetismo del régimen cubano, el libre acceso a internet es una política que le ha dado frutos económicos al régimen, pues los cubanos en el exterior pagan este servicio a costos realmente altos para que sus familiares puedan disfrutar de la conectividad. Sin embargo, también es un problema para el castrismo, ya que a través de ella los manifestantes denuncian las arbitrariedades y la represión al mundo.

Pero el régimen no se inmuta, si es necesario cortar el internet, se hace sin pestañear. Esto lo han denunciando diferentes políticos republicanos, entre ellos los congresistas cubanoamericanos María Elvira Salazar y Marco Rubio, representante y senador por el estado de Florida respectivamente.

De hecho, el pasado 12 de julio, antes que se perdiera la conectividad en la isla, el senador Rubio tuiteó: «Esperen que el régimen en #Cuba bloquee pronto el servicio de internet y telefonía celular para evitar que los videos sobre lo que está sucediendo lleguen al mundo».

Horas más tarde, el régimen cortó el internet y el senador denunció el papel de China con relación a la infraestructura comunicacional cubana: «Ya advertí sobre esto hoy. Está sucediendo y continuará. Por cierto, usan un sistema hecho, vendido e instalado por #China para controlar y bloquear el acceso a internet en #Cuba».

En un reporte del 2019, el Departamento de Estado reveló detalles sobre la conectividad en Cuba. Principalmente, se analizó que la capacidad de velocidad del internet en la isla es baja, sus precios costosos y su infraestructura es de muy baja calidad, además que la conexión es inaccesible para una buena parte de la población.

«Cuba se conecta a Internet tanto vía satélite como a través del único cable de fibra óptica ALBA-1 desde Venezuela y Jamaica (con capacidad limitada a 160 gigabits por segundo). Sólo alrededor del dos por ciento de los hogares en Cuba se benefician de la conexión a Internet por teléfono», reza el informe.

«Si bien un mayor número de cubanos pueden conectarse a Internet a través de sus dispositivos móviles, un servicio que recién estuvo disponible en diciembre de 2018, la red móvil utiliza tecnología 2G y 3G obsoleta y carece de ancho de banda suficiente, lo que resulta en velocidades muy lentas y un Internet casi inutilizable. Solo el 47 % de la población tiene cobertura 3G», continúa.

El papel de China en la censura ejecutada por el castrismo
Jóvenes cubanos utilizando sus celulares. (EFE)

Un detalle importante de este reporte publicado por el Gobierno de los Estado Unidos, es que resalta la participación de empresas chinas en el desarrollo tecnológico-comunicacional y, además, hacen énfasis en que Cuba puede adquirir las herramientas de censura de China.

«China domina el sector de las telecomunicaciones de Cuba y ofrece un desafío a las empresas americanas que buscan ingresar al sector. China desempeñó un papel importante en el financiamiento y la construcción del cable submarino ALBA-1 de Cuba y Huawei Technologies, una compañía china de telecomunicaciones, participó en el desarrollo de la red troncal de Cuba, así como en la instalación de puntos de acceso Wi-Fi en toda la isla», dice el reporte.

«Otras dos compañías chinas, ZTE y TP Link, proporcionan módems DSL para los usuarios de la red. (…) Vale la pena desafiar el dominio chino en el sector de las TIC de Cuba, dadas las preocupaciones de que Cuba potencialmente obtenga su equipo de censura de los proveedores chinos de infraestructura de Internet», añaden.

Los informes, hasta ahora, no son concluyentes y no se ha establecido si compañías chinas tienen un papel influyente o no en la censura directa. No obstante, es claro que el régimen es apoyado por empresas chinas.

El castrismo no es la única tiranía en la región que se beneficia de la tecnología china, Venezuela, sumida en una cruenta dictadura socialista desde hace más de veinte años, también recibe apoyo de empresas como ZTE que sirven para censurar o perseguir voces disidentes.

De hecho, la agencia de noticias internacional Reuters sacó un reportaje especial de cómo esta compañía china desarrolló un mecanismo de control social en Venezuela a través del famoso carnet de la patria.

Otra compañía estatal y tecnológica china, China National Electronics Import & Export Corporation (CEIEC), colaboró con el régimen venezolano para coartar la libertad de expresión en internet, lo que le valió una sanción por parte del Departamento del Tesoro el 30 de noviembre del 2020.

«La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos designó a CEIEC por apoyar los esfuerzos del régimen ilegítimo de Maduro para socavar la democracia en Venezuela, incluyendo sus esfuerzos para restringir el servicio de Internet y llevar a cabo vigilancia digital y operaciones cibernéticas contra los opositores políticos. Las empresas tecnológicas chinas, incluida CEIEC, continúan desafiando los valores democráticos de libertad y transparencia al desarrollar y exportar herramientas para monitorear, censurar y vigilar las actividades de los ciudadanos en Internet», dice el comunicado.

La realidad es que la censura avanza en las dictaduras del hemisferio. Y todas están contando con el apoyo tecnológico de China, quien sigue creciendo en influencia en la región y, probablemente, continuará ganando adeptos conforme siga moviendo sus fichas geopolíticas.

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