Fuente: Primer Informe
La administración Biden mira en shock como el Talibán conquistó el territorio de Afganistán. Mientras el grupo avanzaba en sus posiciones, China se adelantaba a los acontecimientos y se reunía con los fundamentalistas.
Este lunes, un portavoz del Ministerio de Relaciones Exeriores de China dijo que su país respeta las decisiones del pueblo afgano y espera una transición sin problemas.
Mientras tanto, los talibanes dieron por terminada la guerra en Afganistán. Aseguran que «tomarán medidas responsables para garantizar la seguridad de los ciudadanos afganos», reportó la cadena oficial china Xinhua.
Anticipándose a un cambio de poder, el régimen chino recibió recientemente a una delegación de los talibanes en la ciudad de Tianjin. El canciller chino, Wang Yi, se reunió con el una delegación del Talibán de alto rango encabezada por el Mullah Abdul Ghani Baradar.
Garantías contra el terrorismo
Durante la reunión, Wang pidió garantías de que los talibanes no albergarían a extremistas islámicos. Sobre todo, aquellos que pudieran lanzar ataques en la región occidental de Xinjiang.
Baradar dijo que los talibanes «nunca permitirán que ninguna fuerza use el territorio afgano para participar en actos perjudiciales para China«, según el comunicado.
China comparte una frontera de 47 millas con Afganistán. Durante mucho tiempo, Beijing ha estado preocupada por una posible insurgencia islámica en Xinjiang. Esa región alberga a 13 millones de musulmanes de origen turcomano.
Para prevenirlo, el régimen de Xi Jinping ha establecido campos de internamiento para los musulanes. Acciones que han valido la condena internacional a China, acusada de ejecutar un genocidio en pleno siglo XXI.
China epsara que un Afganistán liderado por los talibanes impulse los planes de desarrollo del Partido Comunista Chino (PCCh) en Asia Central.
Srdja Trifkovic, experta en yihadismo del Instituto Carlomagno, dijo que es lógico que China intente establecer algunas relaciones con los talibanes. Sobre todo, por los intereses geopolíticos de Beijing en la región.
«En primer lugar, el puerto de Gwadar, que es un elemento clave del corredor económico China-Pakistán absolutamente esencial para la iniciativa de la Franja y Ruta», dijo la especialista a The Epoch Times.
Llenando el vacío
El Corredor Económico China-Pakistán (CPEC) es un enorme proyecto de infraestructura de Pakistán facilitado por China: Todo enmarcado en el macro proyecto de la Franja y la Ruta.
«Tratar de que un Afganistán dominado por los talibanes esté favorablemente dispuesto a este [el CPEC] y otros proyectos es prudente y alcanzable desde el punto de vista de China», dijo Trifkovic.
Mientras las tropas estadounidenses y de la OTAN abandonan el país, los expertos regionales han advertido sobre las consecuencias de dejar un Afganistán inestable bajo la fuerza política de los talibanes.
“El vacío dejado por Estados Unidos lo está llenando China. Las conversaciones directas de los talibanes con Beijing indican que China está asumiendo los deberes de negociar la paz en un Afganistán devastado por la guerra”, dijo Azeem Qureshi, profesor de relaciones entre Oriente Medio y China de la Univesidad Quaid-i-Azam de Islamabad (Pakistán)
«Si Beijing cultiva con éxito buenos lazos con los talibanes, obtiene la confianza del gobierno afgano y logra un acuerdo de paz, Beijing será el mayor ganador».
La movida de Rusia
Mientras tanto, Moscú indicó que su embajador en Afganistán se reunirá con los talibanes en Kabul el martes. Entonces, decidirá si los reconoce como nuevo gobierno.
El embajador Dmitry Zhirnov dijo desde Kabul que los talibanes ya han establecido el “orden público”. Dijo que incluso han mantenido abiertas las escuelas de niñas y están resguardando la embajada rusa.
Las conversaciones entre el embajador Zhirnov y los talibanes se centrarían en cómo el grupo planea proporcionar seguridad a la embajada rusa en la capital afgana.