Por Raúl Tortolero – gaceta.es

Saúl Huerta, diputado federal del oficialista Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), fue detenido y acusado por violación de menores de edad en México. Buscaba la reelección por el distrito XI de la ciudad de Puebla. Se vio obligado a renunciar a la candidatura ante la acumulación de acusaciones de menores contra él.

Es un abogado de profesión, de 63 años de edad, oriundo de San Francisco Totimehucan, en la capital de Puebla, que inició su vida política en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y luego se alió a la izquierda con Morena.

Técnicamente, se le señala por los delitos de abuso sexual agravado y violación en agravio de menores de edad. Pudo ser detenido en la alcaldía Cuauhtémoc, en la Ciudad de México, tras meses de estar escondido.

El pasado 11 de agosto la Cámara de diputados finalmente aprobó su desafuero, para que pudiera ser juzgado sin la protección que le confería su estatus de legislador.

Pero, ¿cómo empezó todo? El 21 de abril, un menor de sólo 15 años de edad, se dijo víctima de tocamientos y abuso sexual por parte del morenista, en un cuarto del hotel Exe Cities Reforma, que se ubica en la calle Roma 40, en colonia Juárez de la Ciudad de México. El joven declaró que habría sido drogado.

Policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México alertados por un reporte hecho en el número de emergencias 911, llegaron a detenerlo a donde los empleados del hotel ya lo tenían rodeado. Lo pusieron a disposición del Ministerio Público, más exactamente en la Fiscalía Especializada en Delitos Sexuales.

El menor de edad contó a los uniformados que fue a ver al diputado para ver temas laborales, pero el poblano de 63 años lo tocó abusivamente, lo que generó que fuera a pedir ayuda a la gerencia del hotel.

Sin embargo, los abogados defensores del morenista alegaron que su representado era un diputado federal, por lo que gozaba de fuero constitucional. Así, el izquierdista pudo permanecer en libertad mientras era investigado.

Saúl Huerta entonces usó la tribuna de la Cámara de Diputados para defenderse personalmente, ante el creciente escándalo nacional.

Declaró: “Soy inocente y estoy seguro que la verdad saldrá a la luz; hoy se ha cometido una grave afectación a mi imagen y a la de mi familia, por ello exhorto a las autoridades competentes a que se hagan los deslindes de las responsabilidades que en este caso ameritan y que pronto se haga justicia y que la verdad salga a la luz pública”.

Ante esto, diputados de oposición exigieron que Huerta fuera investigado sin escudarse en el fuero.

Los padres del afectado se dijeron perseguidos y amedrentados. Guadalupe Lezama declaró públicamente que había autos parados, vigilándolos y esperándolos.

El padre dijo el 26 de abril que su hijo estaba muy mal, destrozado física y emocionalmente. “Es un dolor muy fuerte”, reconoció, y aceptó que su hijo sería llevado a terapia psicológica, y también él y su esposa.

El 22 de abril las presiones hicieron que Saúl Huerta renunciara a la posibilidad de reelegirse, como planeaba hacerlo, con lo que ya no podría refugiarse en el fuero para no enfrentar a la justicia.

El caso cobró notoriedad nacional y el propio López Obrador declaró en su propagandística conferencia de las mañanas, el 23 de abril, al respecto que «como Presidente de la República condeno cualquier abuso sexual, en contra de la dignidad de las personas, crímenes de odio, feminicidios, de quien sea. Siempre he dicho que junto a la corrupción se dejó caminar a la impunidad y desde que tomé posesión dije que no la iba a haber, ni para mi familia; el que comete un delito tiene que ser castigado”.

Las cosas se complicaron para el morenista poblano cuando el 23 de abril la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México reveló que recibió una denuncia más, también de otro menor de edad, contra Saúl Huerta, por abuso sexual cometido en 2019. El grupo parlamentario de Morena lo separó de su bancada.

No es la primera vez que se señala a integrantes de Morena por estar relacionados con problemas legales de índole sexual. Hace unos meses, en marzo, se dio a conocer en este mismo espacio que dirigentes de ese partido, como el líder nacional Mario delgado y Clara Luz Flores -entonces candidata a la gubernatura de Nuevo León-, tomaron cursos con la secta criminal conocida como “NXIVM”.

NXIVM fue un culto que daba cursos de autoconocimiento y manejaba marketing multinivel, pero también ejerció explotación sexual de sus integrantes mujeres.

Delgado dijo en su defensa que cuando tomó cursos con esa secta, se desconocía que se trataba de un grupo criminal, pero a Keith Raniere, el fundador y líder de esa organización le fue impuesta una condena de 120 años de cárcel por tráfico sexual, delincuencia organizada, extorsión, amenazas y abuso sexual de menores.

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