Fuente: La Derecha Diario
Un consejo rural en el Estado de Nueva Gales del Sur, Australia, mató a tiros a decenas de perros que esperaban ser adoptados en un refugio en la ciudad de Cobar, para evitar que los voluntarios se desplacen durante las restricciones de la pandemia y que personas interesados en rescatarlos vengan a verlos.
La noticia la publicó el Sunday Morning Herald de Australia, quien consiguió un comunicado del gobierno local que informó con mucha frialdad que se tomó dicho curso de acción para “proteger a sus empleados y a la comunidad, incluidas las poblaciones aborígenes vulnerables, del riesgo de transmisión de Covid-19 cuando las personas vienen a ver a los perros“.
Mientras tanto, los voluntarios del refugio de animales involucrado afirman haber estado preparados con todas las medidas necesarias para manejar a los perros de forma segura. Pero lo más alarmante de todo esto es que, si bien la región está sometida a cuarentena, no se ha registrado ningún caso reciente de transmisión local en la ciudad.
Por su parte, los defensores de los derechos de los animales han exigido que se abra una investigación inmediata sobre el asunto para determinar si se infringieron las leyes sobre prevención de la crueldad.
Mientras tanto, Australia está lidiando actualmente con masivas protestas en contra de las cuarentenas que impuso el gobierno nacional por una muy leve suba de los casos de Covid-19, a pesar de contar con elevados números de vacunación y una prácticamente nula mortalidad.