Fuente: China Watch Institute

La Fundación Bill & Melinda Gates se asoció con una fundación de Internet autodenominada “socialista”, dirigida por la rama del Partido Comunista de China (PCCh) que lideró su campaña digital para censurar los hechos y difundir información fraudulenta sobre el COVID-19.

Las dos fundaciones firmaron un memorando de entendimiento en 2015, comprometiéndose a cooperar en áreas como la “salud pública”:

“Según el memorando de entendimiento de cooperación, las dos partes se apoyarán en las nuevas tecnologías, como Internet, para promover una cooperación pragmática en los campos de la caridad, la salud pública y el desarrollo internacional, y trabajarán juntas para mejorar la calidad de vida de los pobres y promover la reducción de la pobreza en los países en desarrollo”.

La Fundación para el Desarrollo de Internet en China (CIDF por sus siglas en inglés) depende del Ministerio de Asuntos Civiles del PCCh y está gestionada por la Administración del Ciberespacio de China.

Dada su estrecha relación con el PCCh, los estatutos de la CIDF se comprometen a “adherirse a la orientación del pensamiento de Xi Jinping sobre el socialismo con características chinas para una nueva era”.

“Mantener conscientemente un alto grado de coherencia con el Comité Central del Partido, con el camarada Xi Jinping en el centro, en las acciones ideológicas y políticas, y cumplir con seriedad la misión histórica de construir una red de poder para promover el gran rejuvenecimiento de la nación china”, son otros de los objetivos de la fundación.

“La Fundación se adhiere al liderazgo general del PCCh y, de conformidad con las disposiciones de la Constitución del PCCh, establece una organización del PCCh. Lleva a cabo actividades del partido y proporciona las condiciones necesarias para las actividades de la organización del partido”, agrega el estatuto del grupo.

El CIDF admite también claramente que “practica los valores fundamentales del socialismo”.

El organismo de supervisión de CIDF, la Administración del Ciberespacio de China, también desempeñó un papel fundamental en el despliegue de ejércitos de robots chinos en las plataformas de redes sociales para difundir propaganda sobre los orígenes y la gravedad del COVID-19.

Además de controlar legiones de miles de personas en línea en China, el organismo con el que se asoció la Fundación Gates también fue responsable de dictar las líneas editoriales progubernamentales de los medios de comunicación estatales chinos en relación con las historias de COVID-19.

“Todas las oficinas de la Administración del Ciberespacio deben prestar mayor atención a la opinión en línea, y controlar decididamente todo lo que dañe gravemente la credibilidad del partido y del gobierno y ataque el sistema político”, revela un memorando del gobierno obtenido por la agencia de noticias ProPublica.

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