Fuente: Minghui.org
Para controlar la pandemia, muchos países han implementado “pasaportes de vacunas” para obligar a las personas a vacunarse. Sin embargo, tal práctica también suscitó muchas preocupaciones dadas las razones que se indican a continuación.
Según un informe oficial israelí del 7 de agosto, el 90% de la población adulta israelí ha completado la vacunación COVID-19. Hubo 3.849 nuevos casos de infecciones solo el 6 de agosto, de los cuales 324 (cerca del 10%) estaban gravemente enfermos. Entre los 324 pacientes gravemente enfermos, 209 personas habían sido vacunadas. Informes anteriores también indicaron que más del 70% de los casos confirmados en Israel habían recibido dos dosis. Estos datos muestran que las vacunas tienen una eficacia limitada para prevenir la propagación del virus, la infección y las complicaciones graves.
Se observó una situación similar en China continental, donde la propagación del virus desde la ciudad de Nanjing (en la provincia de Jiangsu) y Zhangjiajie (en la provincia de Hunan) a más de una decena de provincias ha vuelto a poner nerviosa a la gente. Sin embargo, a diferencia de antes, esta vez más del 90% de los infectados habían sido completamente vacunados, pero aún así resultaron infectados con la variante Delta. Algunos de ellos se encontraban gravemente enfermos. Al respecto, algunos expertos chinos han admitido que la eficacia de las vacunas es limitada.
La situación reciente indujo a los virólogos a creer que la prevención y contención han fracasado. “En mayo, la variante Delta estalló en la ciudad de Guangzhou [en la provincia de Guangdong], y ocurrieron cinco casos de transmisión en diez días, y la mayoría de los pacientes tenían síntomas leves o estaban asintomáticos”, explicó uno de los expertos. “Al principio, continuamos con los métodos del pasado, pero no funcionaron. De hecho, la velocidad de aislamiento de nuevos pacientes está muy por detrás de la velocidad de propagación del virus”.
En tanto que la vacuna tiene dificultades para detener la propagación del virus, las autoridades del Partido Comunista Chino (PCCh) han seguido utilizando las mismas medidas draconianas que antes: sellar barrios y ciudades, así como exigir pases de salud en lugares públicos, etc. Recientemente, Beijing incluso se comprometió a “defender estrictamente la capital y mantenerla a salvo a toda costa”. Sin embargo, ante el virus en constante mutación y la imposibilidad de rastreo, tal eslogan político es esencialmente una ilusión.
Los efectos secundarios de las vacunas merecen atención
Las noticias sobre los efectos secundarios causados por las vacunas también han surgido repetidamente tanto dentro como fuera de China. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EE. UU., al 4 de junio, hubo 329.021 informes de eventos adversos después de la vacunación, incluidas 5.888 muertes, 19.597 hospitalizaciones, 43.891 visitas a la sala de emergencias, 58.800 visitas ambulatorias, 2.190 ataques cardíacos, 1.087 miocarditis, 4.583 discapacidades, 652 abortos espontáneos, 15.052 reacciones alérgicas graves, etc. Otros síntomas incluyen parálisis de Bell, trombocitopenia, etc.
En una carta abierta publicada en su sitio web el 25 de mayo, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) mencionó las opiniones de epidemiólogos antivacunas, expertos en enfermedades infecciosas y microbiólogos de todo el mundo que están muy preocupados por los efectos secundarios de las vacunas. La carta también enumeraba dolores de cabeza severos, náuseas y vómitos, alteración de la conciencia, alteración del habla, alteración de la visión, problemas de audición, diferentes grados de parálisis en diferentes partes del cuerpo y pérdida del control motor, trombosis cerebral y otros efectos adversos.
En China continental, a pesar del encubrimiento por parte de las autoridades del PCCh, los internautas han revelado que hay muchos casos de muerte, leucemia, mareos y otros síntomas que se cree que fueron causados por las vacunas Covid-19.
El 3 de agosto, una doctora en farmacología llamada Tan Yadi se refirió en Weibo (un sitio web de microblogging chino) al gran daño de las vacunas. Escribió: “¿Cómo evitar que las vacunas COVID se inyecten repetidamente a todas las personas con el apoyo de hipótesis no confirmadas? La fiebre de las vacunas actual es absurda, completamente poco convencional con la aprobación y la vacunación a la velocidad del rayo. Sin embargo, con la mutación del virus, no se puede formar una barrera inmune en absoluto”.
La proteína de espiga, el componente principal de la vacuna, combina inmunogenicidad y toxicidad, explica. Cada vacunación equivale a ser envenenado una vez, y teme que la gente muera o quede discapacitada después de repetidas vacunas.
Continúa diciendo: “La primera dosis ya ha resultado en que muchas mujeres tengan menstruaciones irregulares, que los hombres se vuelvan impotentes y que muchos ancianos desarrollen infarto de miocardio, infarto cerebral y otros”.
“Si el virus muta y la vacuna abandona la estrategia de limpieza, entonces el virus podría tomar como rehén a la vacuna y usarla como llave maestra para mejorar la invasión y la infección”, continuó. “Es posible que la amplificación de la infección dependiente de anticuerpos (ADE, por sus siglas en inglés) pueda desencadenar infección grave y muerte a gran escala. Por favor, todos, comiencen por ustedes mismos, rechacen la vacuna, y las personas involucradas en impulsar la vacuna deben rendir cuentas por los crímenes de lesa humanidad”.
La causa de las plagas
Las pruebas demuestran que las vacunas y las fuertes medidas de control desarrolladas por la humanidad frente al coronavirus (también conocido como el virus PCCh, llamado así por el Partido Comunista Chino) no han podido detenerlo. Así que es hora de tomarse un momento para pensar en qué consiste realmente la peste.
En todas las culturas, muchas personas creen que los principales acontecimientos del mundo humano no se produjeron accidentalmente, incluidos los desastres y el ciclo de la vida humana (como el nacimiento y la muerte). En la antigua China, en particular, se conservaba la fe en la armonía del Cielo, la Tierra y la humanidad. Cuando la gente aprecia la virtud, hay menos desastres. Si la gente no tiene valores morales, habrá todo tipo de calamidades. Este principio no solo se aplica a China, sino también al resto del mundo.
Tomemos como ejemplo las pandemias. La Organización Mundial de la Salud ha registrado más de dos docenas de grandes brotes transfronterizos en los últimos 80 años, el 60% de los cuales se produjeron en este siglo, y ocho de ellos en la última década. Eso significa que la última década ha sido la que registra mayores estadísticas en cuanto a grandes epidemias, como el síndrome respiratorio de Oriente Medio en 2012, el ébola en 2014, el H7N7 en 2016, la malaria en 2017, la peste porcina africana en 2019 y el actual coronavirus.
La frecuente aparición de grandes epidemias está estrechamente relacionada con el fuerte descenso de la moralidad humana. Las catástrofes, incluida la peste, podrían ser una advertencia para que el mundo preste atención a la moral y vuelva a los valores tradicionales.
Según el folclore chino, antes de las grandes catástrofes, como las inundaciones, los incendios, los terremotos y las guerras, el inframundo suele elaborar una cartilla en la que se registra el tipo de catástrofe, su ubicación y las personas que morirán. En otras palabras, las catástrofes van dirigidas a aquellos que la divinidad ha considerado que se han desviado de los valores tradicionales.
Un antiguo libro titulado “Dong Ling Xiao Zhi” registra una historia de este tipo: Zha Qian era un magistrado de condado en la provincia de Henan a finales de la dinastía Qing. Era conocido por perseguir a los ladrones y mantener el orden en su jurisdicción. Un día, tras su jubilación, soñó con dos excolegas que venían a visitarlo. Se preguntó por qué habían venido, ya que habían muerto hacía tiempo. Los dos hombres le dijeron: “Sí, estamos muertos, pero seguiremos siendo colegas cuando tú dejes el mundo humano. Hemos estado muy ocupados en el otro mundo, así que hemos pensado en pedirte que nos ayudes”.
Zha preguntó en qué estaban ocupados, y le dijeron que estaban haciendo cuadernillos para registrar a las personas que morirían por una catástrofe próxima. Zha murió a principios del año siguiente y su familia creyó que había sido llamado al otro mundo para ayudar a hacer cuadernillos. No mucho después de su muerte, se produjo la inundación del río Amarillo en septiembre de 1887; mató al menos a 900.000 personas, aunque se calcula que el número de muertos fue de más de dos millones. Peter Hough, profesor británico de ciencias políticas, dijo en una ocasión que la inundación fue uno de los desastres naturales más mortíferos jamás registrados.
El coronavirus apunta al Partido Comunista chino
Al entender que las plagas no son una coincidencia, deberíamos comprender que la pandemia del virus del PCCh que ha devastado al mundo en los últimos dos años también se produjo por una razón.
Innumerables pruebas han demostrado que el PCCh encubrió la enfermedad y engañó al mundo, permitiendo que el virus se propagara a prácticamente todas las naciones del orbe. De hecho, el virus tiende a dirigirse dondequiera que vaya la influencia del PCCh.
Dado que el PCCh es la mayor amenaza para el mundo en la actualidad, la mejor manera de defenderse del virus puede que no sean solo las técnicas médicas. Rechazar al PCCh, apreciar la virtud y escuchar nuestra conciencia también nos traerá bendiciones, incluida la salud y la seguridad.