Fuente: gaceta.es
Uno de los dirigentes de la comunidad de exiliados nicaragüenses en Costa Rica, Joao Maldonado, fue atacado a balazos la tarde del sábado y su condición fue descrita el domingo como crítica por familiares y compañeros.
Maldonado, de 32 años, estaba en los preparativos de una marcha programada para el domingo en la capital costarricense en contra del gobierno de Nicaragua cuando dos hombres dispararon desde una moto al vehículo en el que viajaban en Escazú, cercana a San José, dijo una portavoz de la policía.
El activista había recibido «al menos» tres disparos, dijo la portavoz, y añadió que se desconocían las causas del ataque contra el también excampeón centroamericano de judo y que hasta abril de 2018 había trabajado en el gobierno del presidente Daniel Ortega, al que renunció para sumarse a las protestas en su contra.
«Eran sicarios, no fue ninguna confusión ni nada, ellos traían órdenes explícitas de acabar con Maldonado», declaró a 100% Noticias Antonio Escalante, quien acompañaba a Maldonado en el momento del atentado en su contra.
Los atacantes, eran jóvenes, se movilizaban en una motocicleta vieja y se observan varios impactos de bala en el vidrio delantero en el lugar del conductor.
La esposa de Maldonado, Nadia Robleto, dijo a Reuters que el reconocido dirigente de las manifestaciones del 2018 en Jinotepe, al sur de la capital de Nicaragua, había recibido cuatro balazos en intestinos, pulmones y el brazo derecho.
El secretario de la llamada Unidad de Exiliados Nicaragüense en Costa Rica (UEN), Yefer Bravo, a la que Maldonado pertenece, atribuyó el ataque a sicarios contratados por Ortega, quien buscará mantenerse en el poder en la nación centroamericana por cuarto periodo consecutivo en los comicios presidenciales de noviembre.
«Seguimos luchando a pesar de la distancia y las amenazas. Claramente esos dos muchachos fueron contratados para ejecutarlo porque allá en mi país han ido silenciando las voces y ahora resistimos desde el exilio», dijo Bravo.
Segundo atentado
Edwin Jiménez Mairena, conocido como «El Gato» en Costa Rica, sufrió un atentado en su contra la noche del sábado cerca del parque central en San José. Dos sujetos con carnet de solicitantes de refugio lo interceptaron en dos ocasiones para agredirlo con un hierro.
En declaraciones a 100% Noticias, Jiménez responsabilizó al régimen de Daniel Ortega por este ataque y denunció que se trataba de «paramilitares» que se han infiltrado entre grupos de exiliados y se hacen pasar como refugiados.
Más de 80,000 nicaragüenses han solicitado refugio en Costa Rica desde las protestas del 2018, pero las solicitudes se han elevado mucho en los últimos tres meses por el endurecimiento de la represión oficialista contra activistas y políticos opositores.
En los últimos tres meses, Ortega ha detenido a 35 líderes de la oposición, ha suspendido a un partido rival y ha retenido papel para periódicos, entre otras tácticas que funcionarios de la ONU, Estados Unidos y Europa han calificado como abuso de poder para reprimir la libertad de expresión y las elecciones libres.