Fuente: elamerican.com
El Gobierno de Joe Biden anunció hoy que destinará 64 millones de dólares adicionales en ayuda humanitaria para Afganistán, aunque advirtió de que el nuevo régimen talibán está poniendo trabas a las operaciones de asistencia y exigió que permita que éstas continúen de forma segura.
La partida de ayuda humanitaria, anunciada por la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, en la conferencia internacional organizada hoy en solidaridad con Afganistán, se dirigirá principalmente a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Los talibanes están obstruyendo e interfiriendo los envíos de ayuda, prohibiendo la labor de personal femenino e incluso tomando represalias contra personas que entregan o reciben asistencia”, advirtió, no obstante, Thomas-Greenfield.
Esos hechos “son inaceptables, desestabilizan Afganistán y la región y no pueden continuar, pues los trabajadores humanitarios son lo mejor de nuestras sociedades y deben poder hacer su vital trabajo de forma segura”, añadió.
Tras la “reciente transición” en Afganistán, en palabras la la diplomática, los talibanes deben mantener sus promesas de protección no sólo a los trabajadores humanitarios, sino también a mujeres y niñas.
Con la ayuda anunciada hoy el total destinado por Estados Unidos para la asistencia humanitaria en Afganistán este año asciende a 330 millones de dólares, destacó la embajadora, quien urgió al resto de la comunidad internacional a mostrar igual solidaridad con la difícil situación del pueblo afgano.
La conferencia internacional, organizada por el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, busca recaudar 606 millones de dólares con el fin de financiar operaciones de asistencia en el país y ayudar a 11 millones de personas, casi un tercio de la población nacional.