Fuente: Primer Informe
Atrincherado en la Quinta de Olivos, la residencia presidencial argentina, Alberto Fernández resiste. En una serie de reuniones privadas, el mandatario argentino junta fuerzas para enfrentar lo que parece una rebelión interna organizada por su vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner.
La inestabilidad dentro de la coalición de gobierno, el Frente de Todos, era esperada tras la contundente derrota electoral sufrida en las elecciones primarias del pasado domingo.
Sin embargo lo que comenzó como un rumor de la renuncia del ministro de Interior, Eduardo De Pedro, que responde a Cristina Kirchner, se transformó en un terremoto político. Rápidamente, otros ministros también de la línea de la vicepresidenta pusieron sus cargos a la orden.
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Los ministros de Ciencia y Tecnología, Justicia, Ambiente y Desarrollo Sostenible y Cultura también pusieron sus cargos a la orden. Junto a ellos, presidentes de varios organismos del estado, dependientes de la Presidencia hicieron lo propio. Hasta la tarde de este jueves el presidente todavía no ha aceptado ninguna de las renuncias.
Sin embargo, habría consenso para hacer cambios en el gabinete ministerial, informaban medios argentinos.
En Twitter, Alberto Fernández se pronunció para dejar claro que sigue al frente de sus funciones. En una serie de mensajes escribió: «La gestión de gobierno seguirá desarrollándose del modo que yo estime conveniente. Para eso fui elegido».
Alberto resiste
El medio Página 12, alineado con la gestión de Fernández, publicó algunas declaraciones «off the record» que el mandatario hizo a un periodista. “Con presiones no me van a obligar”, habría dicho Fernández.
En referencia a Cristina Fernández de Kirchner, Página 12 cita al mandatario diciendo: “Ella me conoce, sabe que por las buenas a mí me sacan cualquier cosa. Con presiones, no me van a obligar”.
En medio de la crisis, Alberto Fernández suspendió su viaje a México previsto para este viernes 17 de septiembre.
Allí iba a asumir la presidencia pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac). En ese caso, habría quedado a cargo de la presidencia la propia Cristina Fernández.
Habló Cristina
Al final de la tarde, la vicepresidenta publicó en su página web una extensa misiva en la que expresó públicamente sus diferencias internas con Alberto Fernández sobre la gestión de Gobierno.
También de cómo sus advertencias, no escuchadas, sobre la derrota electoral sufrida el pasado fin de semana. Y se distanció de lo que señaló son los errores del presidente.
Escribió que lo lógico era que todos los ministros presentaran su renuncian para que el mandatario pudiera reconducir su gestión tras el revés en las urnas.
Cristina Fernández de Kirchner dijo que en sus reuniones con el presidente señaló que «creía que se estaba llevando a cabo una política de ajuste fiscal equivocada que estaba impactando negativamente en la actividad económica y, por lo tanto, en el conjunto de la sociedad y que, indudablemente, esto iba a tener consecuencias electorales. No lo dije una vez… me cansé de decirlo…».
Acusó al entorno de Alberto Fernández por crear una operación de prensa para achacarle la responsabilidad a ella sobre la crisis institucional.
Los explosivos audios
La filtración de dos audios en los que se escucha a una diputada ultra kirchnerista cargar contra Fernández revelan lo peligroso de la situación.
En los audios, la diputada Fernanda Vallejos, de la línea más dura del kirchnerismo se refiere a Fernández en términos como: “Un tipo al que nosotros [Cristina Fernández y el kirchnerismo] llevamos de Presidente”.
Vallejos habla de una «crisis» y asegura que Alberto Fernández está «atrincherado» en la Casa Rosada. Al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero lo trata de «payaso»; al ministro de Economía, Martín Guzmán, lo cuestiona por «insensible social» y dijo que debió ser «el primero» en presentar la renuncia, reseñó Clarín.
Vallejos agregó que los ministros cercanos al presidente argentino conforman un gabinete de «inútiles».
En un segundo audio Vallejos asegura: «No. Este gobierno fracasó, hay que re-lan-zar-lo. Ya fue, fracasó. Gestionaron la pandemia y hay que dar vuelta la página».
La protesta a las calles
Mientras tanto, sectores de los llamados «movimientos sociales» no alineados con el presidente Alberto Fernández hicieron una gran marcha. Reclamaron al Gobierno que entregue más alimentos a los comedores populares y la creación de empleo.
A última hora hoy, Fernández pidió suspender otra movilización masiva de otros «movimientos sociales» que sí responden al presidente. El Movimiento Evita y Somos Barrios de Pie decidieron suspender una movilización que estaba prevista para hoy en Plaza de Mayo en apoyo al Gobierno nacional. «Por una cuestión de responsabilidad política, levantamos la movilización», dijo Gildo Onorato, integrante de la conducción nacional del Movimiento Evita, cercano al presidente.