Por Santiago José Castro – gaceta.es
El pasado 6 de septiembre el partido Centro Democrático informó a la opinión pública que anunciará su candidato a la presidencia de Colombia el 22 de noviembre. El mismo será seleccionado mediante encuestas a la militancia del partido y al uribismo, se buscará llegar unidos a una consulta interpartidista en marzo y se presentarán listas de “ciudadanos que representen nuestras convicciones con honorabilidad” al Congreso. Posteriormente, el 13 de septiembre, el partido informó que se llevarán a cabo diez foros en los que los precandidatos “tendrán la oportunidad de presentar sus ideas y propuestas para cada región de Colombia” y precisó que “no existe en este momento ningún candidato presidencial que tenga preferencia o favoritismo ni en el partido, ni fuera del mismo”.
Sin embargo, el 16 de septiembre se conoció un comunicado donde 33 de los 50 congresistas de la colectividad hacen público su respaldo a Oscar Iván Zuluaga, exministro y candidato presidencial del Centro Democrático en 2014. La misiva hace una invitación “al partido todo, a la militancia de base, a las directivas en todos los niveles, a nuestros representantes en los cuerpos colegiados, a las organizaciones de jóvenes, de mujeres (…) a proclamar el nombre de Oscar Iván Zuluaga como precandidato del centro Democrático a la Presidencia de la República”. Esto generó una reacción de profundo malestar en los demás precandidatos, que consideraron esa expresión como contraria a las reglas del juego establecidas.
En diálogo con la emisora W radio, Rafael Nieto Loaiza reaccionó indicando que la carta era desafortunada por el tono y por la oportunidad y recordó que “en el ejercicio electoral de hace cuatro años se había establecido como una regla por parte del presidente Uribe que los senadores y representantes no anunciarían apoyos a los precandidatos. Así fue durante buena parte de la contienda, hasta que faltando apenas unos días Iván Duque rompió esa regla y algunos de los congresistas que lo apoyaban se hicieron una foto en las escalinatas de palacio. Ahora parece que esa regla tampoco se respeta y aparecen varios congresistas haciendo público su respaldo a Oscar Iván”.
Esto obligó al partido a publicar un nuevo comunicado el viernes 17 de septiembre para tratar de calmar los ánimos, en el que expresó ser “el partido en el que la soberanía descansa en sus militantes, por eso eligen candidatos y deciden. Además, los precandidatos se dan sus propias reglas hasta lograr consensos”. Lo cierto es que los firmantes de la carta en respaldo de Oscar Iván Zuluaga pidieron una proclamación y eso deja un sinsabor en la opinión pública, pues se espera el anunció del resultado del mecanismo de encuestas el 22 de noviembre.
Incluso una de las senadoras más cercanas al presidente Uribe y al mismo Iván Duque, Paloma Valencia, también precandidata presidencial, reaccionó muy sentida, expresando que si solo Zuluaga “lleva las banderas del partido genera la pregunta de si nosotros no las llevamos, y si es así, yo creo que nos pueden expulsar del partido”. Para Nieto, parece haber una preocupación en el gobierno y en quienes apoyan la candidatura de Zuluaga de que las encuestas no lo favorezcan. Los precandidatos estuvieron de acuerdo en que la forma y en el fondo el comunicado de los congresistas es desafortunada y flaco favor la ha hecho al partido, que hoy carga con el peso del gobierno Duque, el de menor aprobación en la historia reciente de Colombia.
Consultadas varias fuentes cercanas a candidaturas diferentes a la de Oscar Iván Zuluaga, todas expresan que se ha generado mucha preocupación en el gobierno nacional por los resultados de las últimas encuestas de intención de voto, en las que el exministro registra por debajo de María Fernanda Cabal. De hecho, en nota publicada por la Revista Semana el sábado 18 de septiembre, queda claro que “De los precandidatos del Centro Democrático, quien más registra en las búsquedas de Google es María Fernanda Cabal, muy distante de Óscar Iván Zuluaga, quien a duras penas alcanza a registrar por encima del margen de error”.
Lo anterior ha llevado incluso a que se sugiera una presunta división entre duquismo y uribismo, que estaría afectando gravemente al partido. Nieto, por ejemplo, expresa que “al partido no le ha ido bien en este gobierno”, pues tiene poca representación política muchas de las personas contra las que se votó en 2018 terminaron haciendo parte del actual gobierno nacional que lidera Iván Duque.
Los precandidatos siguen recorriendo el país y está por definirse el cuestionario de la encuesta que definirá el candidato único del uribismo para anunciarlo el 22 de noviembre, y a partir de allí buscar acuerdos con otras fuerzas políticas para lograr una única candidatura que enfrente a Gustavo Petro y al candidato que defina la “coalición de la esperanza”, en la que participan quienes apoyaron el proceso de paz con las FARC, rechazado en las urnas en octubre de 2016.
Todo parece indicar que en 2022 los colombianos elegirán entre un tránsito hacia el socialismo, la defensa a ultranza del acuerdo de paz con las FARC, o las tesis con las que resultó ganador el no en el plebiscito de 2016 e Iván Duque como presidente en 2018.