Fuente: Divulgación Total
Mucho se habló del hecho en el momento en que sucedió. ¿Por qué renunció Ratzinger? ¿No se suponía que el papa debía permanecer en su puesto hasta su último aliento? Se especuló mucho al respecto: que su salud ya no se lo permitía y era mejor renunciar porque no podía realizar su trabajo como debía, también se habló de problemas con el banco del Vaticano y por supuesto los “Vatileaks”, documentos confidenciales que el mayordomo del papa, Paolo Gabriele filtró, que exponían las luchas de poder dentro de la iglesia. Cabe mencionar que Gabriele fue más tarde perdonado por el papa.
De pura “casualidad” nos encontramos con este artículo del 18NOV2017, que nos explica un poco más al respecto:
La pedofilia es un gran problema en estos días y lo ha sido por bastante tiempo. Durante décadas, y más recientemente con el caso de Harvey Weinstein, las revelaciones de Corey Feldman y otros, personas en posiciones de gran poder se han visto implicadas en este tipo de actividad, pero no se detiene en Hollywood. La pedofilia y la trata de niños ha plagado el mundo de la política y el complejo militar industrial durante mucho tiempo. El reciente escándalo de Pizzagate que involucró al importante político Jon Podesta obligó a muchas personas a investigarlo más. Jeffrey Epstein es otro ejemplo clásico, o el hecho de que un informe de noticias de NBC afirmara que Hillary Clinton, mientras actuaba como secretaria de estado, cerró una investigación sobre una red de pedófilos de élite en las filas del Departamento de Estado para evitar escándalos y proteger las carreras de altos funcionarios y un embajador. James Grazioplene, importante general retirado del ejército que trabajó en el Pentágono y también como vicepresidente de DynCorp, enfrentó en el 2017 seis cargos de violación a menores de edad. Ya en el 2005, la congresista estadounidense Cynthia Mckinney interrogó a Donald Rumself sobre el negocio de tráfico de niños de un contratista militar privado (DynCorp) por vender mujeres y niños.
La lista literalmente sigue y sigue, desde Hollywood hasta la política y desde lo profundo del complejo militar industrial, hasta el centro que parece estar a cargo de todo, el Vaticano.
Mucha gente ha sabido de los problemas de pedofilia, abuso infantil y violencia que ha plagado al vaticano durante mucho tiempo, pero esta información comenzó a generalizarse hace unos años, y coincidió con la renuncia del Papa Benedicto, algo que ha estado ocurriendo por más de 600 años.
La cantidad de casos recientes de pedofilia son suficientes como para hacer que te avergüences, y, aparte de los ejemplos mencionados anteriormente, incluyen el caso del FBI/Europol, en el que 350 pedófilos fueron capturados poco después del arresto del creador del Playpen (corralito para bebes), Stephen Chase; el prominente funcionario del Vaticano, cardenal George Pell, quien se descubrió que estaba relacionado con pornografía infantil y pedofilia; y la red de pedofilia de 70mil miembros descubierta en Noruega.
Pell es un alto funcionario del Vaticano y ha sido asesor del Papa Benedicto, así como del Papa Francisco. Es uno de los funcionarios más poderosos del Vaticano y actualmente se enfrenta a un tribunal australiano, nuevamente, por cargos de agresión sexual. El pasado mes de junio fue acusado por detectives de la Policía de Victoria y actualmente se enfrenta a múltiples denuncias de abuso sexual, a pesar de que los detalles de los cargos no se han hecho públicos.
En noticias aún más recientes, se informó sobre una gran cantidad de décadas de abuso sexual en un coro dirigido por el hermano del Papa Benedicto, ya retirado.
Es interesante que todas estas revelaciones y acusaciones de violencia, abuso infantil y pedofilia coincidieron con el momento de la renuncia del papa, cuando las personas más cercanas a él estaban siendo investigadas y vigiladas, y en un momento en el que se estaba haciendo evidente que el abuso infantil dentro del Vaticano era solo una mera ‘teoría de la conspiración’.
Quizás el más reciente, es el caso de aproximadamente 600 miembros del coro Domspatzen de niños católicos en Regensburg, Alemania, donde el abuso físico y sexual gobernó desde 1945 hasta 1992. Georg Ratzinger, hermano del ex papa Benedicto, fue el director del coro desde 1964 hasta 1994.
En el 2015, a un abogado de nombre Ulrich Weber se le encomendó la tarea de presentar un informe sobre lo sucedido, y destacó el alarmante hecho de que durante los 30 años que el coro estuvo dirigido por el hermano mayor de Benedicto XVI, aproximadamente 600 niños con un “alto grado de credibilidad” fueron víctimas de abuso sexual y físico, o ambos. El informe identificó 500 casos de abuso físico y 67 casos de abuso sexual cometidos por un total de 49 personas en una posición de poder.
CBC News informa:
«En el preescolar del coro,»la violencia, el miedo y el desamparo dominaban» y «la violencia era un método cotidiano», dijo. «Todo el sistema de educación estaba orientado hacia los principales logros musicales y el éxito del coro», dice el informe. “Junto a los motivos individuales, los motivos institucionales, es decir, romper la voluntad de los niños con el objetivo de obtener máxima disciplina y dedicación, formaron la base de la violencia”.
El informe implicó al hermano del papa por «mirar hacia otro lado» y «no intervenir». No es descabellado creer que estuvo realmente involucrado, y tal vez esta creciente presión fue la razón de la jubilación anticipada de Benedicto XVI y desvió la atención de ellos hacia el Papa Francisco.
Ratzinger no admitió nada, excepto abofetear a los alumnos después de que se hizo cargo del coro, y que este tipo de castigos y disciplina eran comunes en Alemania en ese momento.
«También dijo que estaba al tanto de las acusaciones de abuso físico en la escuela primaria y no hizo nada al respecto, pero que no estaba al tanto del abuso sexual».
A la mayoría de las personas que lean esto y que hayan investigado el abuso infantil a nivel de élite les resultará difícil de creer que Ratzinger no haya estado considerablemente involucrado. El abuso infantil, el asesinato, la sustracción de órganos y más son algunos de los muchos rumores que asolan el vaticano, y es casi, literalmente, increíble imaginar que este tipo de cosas pueden estar sucediendo y, sin embargo, una gran parte del mundo recurre no solo a ellos, sino a todo el establishment político para representarlos y orientarlos.
El vaticano ha anunciado planes para ofrecer una ‘indemnización’ a las víctimas que va de los 5mil a los 20mil euros para cada uno a fines de este año, pero no hay forma de compensar lo que se ha hecho, y es sospechoso pensar en cuánto no se ha denunciado, y los repugnantes y horripilantes detalles que pueden estar involucrados.
¿De dónde viene todo esto? Muy probablemente, en mi opinión, por el hecho de que estos “líderes” pasaron por lo mismo que los niños, y creen que es perfectamente normal.