Fuente: Divulgación Total
El 22 de junio de 1983 Emanuela Orlandi, una muchacha de 15 años, salía de su clase de música en San Apolinar, en el centro de Roma y nunca más se le volvió a ver.
Se especuló que su desaparición tenía que ver con el turco Mehmet Ali Agca. ¿Lo recuerdan? Fue la persona que le disparó 4 tiros al papa Juan Pablo II en 1981.
El 5 de julio, 13 días después de su desaparición, “el fantasma americano” (apodo que se le dio debido a su acento) hace una llamada diciendo tener como rehén a Emanuela, justamente pidiendo la liberación de Agca.
Más tarde otra llamada: “Nos hemos llevado a la ciudadana Emanuela Orlandi solo por pertenecer al estado del Vaticano” y fijan el 20 de julio como plazo para la liberación del detenido.
El 17 de julio realizan otra llamada y Mario Meneguzzi, tío de Emanuela, reconoce su voz, así como sus gemidos y lamentos. Pero el Vaticano obligó al estado italiano a negar la excarcelación del preso, lo que terminó por costarle la vida a la muchacha. ¿Por qué? No se sabe.
Luego, Sabrina Minardi, ex amante de Enrico De Pedis, jefe del grupo mafioso Banda della Magliana, confesó en el 2005 haberlo ayudado a raptar a Emanuela. De Pedis nunca fue acusado formalmente. Y nunca pudieron comprobarle nada. Murió el 2FEB1990. Lo que indignó grandemente a la familia de Emanuela en el 2012, es que a la muerte de De Pedis, Ugo Poletti, cardenal emérito, autorizó que sus restos fueran trasladados a San Apolinar, en el Vaticano. Hay que aclarar acá que De Pedis no solo era sospechoso del secuestro de la muchacha, también estuvo envuelto en numerosos escándalos políticos y criminales en los 70s y 80s.
En julio del 2019, expertos forenses desenterraron miles de huesos de dos osarios dentro del Vaticano como parte de una búsqueda en curso de los restos de Emanuela.
Los trabajadores forenses extrajeron los huesos de las cámaras funerarias que se cree pertenecieron a decenas de personas. El Vaticano no especuló sobre a quién pertenecerían los huesos, pero un representante de la familia de Emanuela Orlandi estuvo presente cuando se llevó a cabo la extracción.
En la búsqueda de la adolescente, el equipo encontró accidentalmente miles de huesos de las cámaras funerarias que se cree pertenecieron al menos a una docena de personas.
Un representante de su familia presente cuando se realizó la extracción de los huesos dijo:
El misterio de su desaparición de hace 30 años todavía desconcierta a las autoridades italianas, aunque su hermano, Pietro Orlandi, nunca ha dejado de buscar. Pietro, ahora de 60 años, se dio con muchas pistas infructuosas y otras falsas a lo largo de los años, pero el jueves esperaba saber la verdad sobre lo que le sucedió a su hermana el 22 de junio de 1983 o, al menos, encontrar un rastro de ella. El dato más reciente recibido por la familia de Emanuela sugería que sus restos estaban enterrados dentro de un cementerio del Vaticano. La críptica pista, una fotografía con un mensaje: «Mira hacia dónde señala el ángel», llevó a Orlandi a dos tumbas en el cementerio Teutónico, cerca de la basílica de San Pedro.
Su padre aparentemente era un empleado del Banco del Vaticano según algunos informes, o un empleado de la casa papal según otros. En cualquier caso, la familia vivía dentro de la ciudad del Vaticano.
¿Se la llevó la Iglesia? ¿Fue arrebatada, abusada y asesinada? No está claro, pero hay algunas afirmaciones interesantes. En mayo del 2012, cuando se renovó el interés en el caso, lo que llevó a la policía a registrar la tumba de De Pedis, el exorcista de 85 años Gabriele Amorth (1925-2016) afirmó que Orlandi fue secuestrada por un miembro de la policía del Vaticano para fiestas sexuales y luego fue asesinada. Amorth afirmó que también estaban involucrados funcionarios de una embajada extranjera no mencionada. Amorth fue un sacerdote católico romano italiano y exorcista de la diócesis de Roma.
Afirmó haber realizado decenas de miles de exorcismos durante sus más de media docena de décadas como sacerdote católico, y ha mencionado varias veces cómo se practica el satanismo en el Vaticano. También ha afirmado que las niñas suelen ser secuestradas por una banda de policías del Vaticano y diplomáticos extranjeros. Una vez más, afirmó que estas chicas son reclutadas para fiestas del Vaticano y delitos con motivos sexuales.
La perversión y los rituales sexuales van de la mano con el satanismo. Según el Telegraph y varias otras fuentes, Amorth fue el principal exorcista de la Santa Sede durante 25 años:
“El Diablo reside en el Vaticano y se ven las consecuencias… La influencia maligna de Satanás se hizo evidente en los rangos más altos de la jerarquía católica, con “cardenales que no creen en Jesús y obispos que están vinculados con el demonio”.
En esos momentos, el Vaticano estuvo en los titulares de los medios alternativos de todas partes, y la mayoría de ellos tenían que ver con el hecho de que una cantidad incontable de niños habían sido abusados a manos de varios funcionarios del Vaticano a lo largo de los años. ¿Cuánto tiempo los activistas han estado creando conciencia sobre el abuso ritual de niños dentro del Vaticano y sus iglesias católicas esparcidas por todo el mundo? ¿Cuántas veces se ha acusado a sus funcionarios? ¿Cuántas veces han sido condenados? ¿Cuántas personas más de alto rango dentro del Vaticano tienen que salir a la luz para que este tipo de actividades se detengan?
El vaticano y el abuso infantil
El último ejemplo fue el cardenal George Pell, quien acababa de ser condenado por cinco cargos de abuso sexual infantil. Se convirtió en el funcionario de mayor rango en ser encontrado culpable, sirviendo como asesor del Papa Benedicto, así como del Papa Francisco. Es uno de los funcionarios más poderosos del Vaticano.
No hacía mucho que Carlo Maria Viganó, ex nuncio apostólico en los Estados Unidos y secretario general de la Gobernación de la Ciudad del Vaticano, había implicado a varias personas, incluido el Papa Francisco, en abusos sexuales. [La nota que sacó Viganó es bastante larga, pero digna de leer. link]
También hay motivos para sospechar que la práctica del satanismo está ocurriendo dentro de los muros del Vaticano y dentro de la Iglesia.
Por ejemplo, según Malachi Martin, un sacerdote católico irlandés y escritor sobre la Iglesia católica, ordenado originalmente como sacerdote jesuita, se convirtió en profesor de paleografía en el Pontificio Instituto Bíblico del Vaticano:
“Lo más aterrador para [el Papa] Juan Pablo [II], es que se había topado con la presencia inamovible de una fuerza maligna en su propio Vaticano y en ciertas cancillerías de obispos. Era lo que los entendidos eclesiásticos llamaban la ‘súper fuerza’. Los rumores, siempre difíciles de verificar, vinculaban su instalación a los inicios del reinado del Papa Pablo VI en 1963. De hecho, Pablo había aludido sombríamente al ‘humo de Satanás que ha entrado en el Santuario’… una referencia indirecta a una ceremonia de coronación de los satanistas en el Vaticano. Además, la incidencia de la pedofilia satánica – ritos y prácticas – ya estaba documentada entre ciertos obispos y sacerdotes tan dispersos como en Turín, Italia, y Carolina del Sur, en Estados Unidos. Los profesionales consideran que los actos de culto de la pedofilia satánica son la culminación de los ritos del Arcángel Caído».
Conclusión
La idea de que nuestros líderes mundiales y aquellos que han obtenido la atención y admiración de miles de millones de personas, desde el Vaticano hasta las familias reales, filántropos, ‘estrellas’ de Hollywood, la élite política y más, estén involucrados en este tipo de actividad, puede ser un shock para algunos, pero no es sorprendente. Solo basta darse cuenta del poder que les damos, es indicativo de un comportamiento psicopático. Pero algo especial está sucediendo en este momento, la gente se está despertando…
A través de este proceso, podemos ver estos actos por lo que son y hacer algo al respecto. Habrá mucho por procesar, pero depende de la gente el hacerlo de una manera fundamentada y basada en el corazón frente a la forma violenta y crítica que se puede ver en los propios perpetradores.
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