Por Álvaro Colombres Garmendia – BLes.com
El Centro Nacional de Contrainteligencia y Seguridad de los Estados Unidos lanzó una campaña para generar consciencia en la comunidad empresarial estadounidense sobre los peligros que existen al hacer negocios con compañías chinas debido a la estrecha relación que tienen con los servicios de inteligencia, el ejército y el régimen que las obliga a darle acceso a información confidencial de sus clientes y socios.
La campaña lanzada recientemente apunta a frenar el robo de información confidencial como ser datos personales de estadounidenses como también propiedad intelectual y asegurarse que las compañías americanas no estén proveyendo a Beijing con la tecnología que luego les permita dominar el escenario mundial.
Según Michael Orlando, el director suplente del Centro de Contrainteligencia, los esfuerzos del Partido Comunista Chino están puestos en cinco áreas críticas:
Inteligencia artificial, computación cuántica, biotecnología, semiconductores y sistemas autónomos.
Beijing está “utilizando una serie de métodos legales, ilegales y cuasi legales” para obtener propiedad intelectual y datos de ciudadanos estadounidenses que podría utilizar para intentar dominar industrias críticas, aseguró Orlando según Financial Times.
El principal foco de la campaña de los funcionarios de inteligencia es contactar a las empresas y compañías americanas para hacerles saber que todas las compañías y universidades chinas tienen una estrecha relación a veces directa, otras indirectas con el Buró de Seguridad Estatal, el organismo que supervisa al ejército y los servicios de inteligencia chinas.
El Centro asegura que Beijing implementó programas que se asemejan a una fusión militar-civil para obligar a las compañías a compartir su tecnología con el ejército y los servicios de inteligencia.
El régimen chino también aprobó leyes que fuerzan a las compañías chinas a entregar información de sus clientes extranjeros al aparato estatal, como bien podría ser el caso de la aplicación Tik Tok que el expresidente Trump intentó prohibir durante su mandato alegando que la compañía enviaba datos personales de los estadounidenses a sus servidores en China.
La gente no está digiriendo esto”, dijo Orlando, quien subrayó que el gobierno estadounidense no estaba alertando a las empresas que no hicieran negocios con China. “Si van a hacer negocios y colaborar, sean inteligentes al respecto”.
Las advertencias y la campaña del Centro de Contrainteligencia llegan en un momento en que Beijing parece haber logrado fabricar un misil nuclear supersónico capaz de salir de la atmósfera y golpear cualquier blanco en la Tierra sin ser detectado por los radares convencionales y a una velocidad superior a cualquier misil conocido hasta ahora.
Incluso Estados Unidos admite que carece de la tecnología para defenderse de tal misil, aunque Beijing negó que fuera un arma y dijo que solo una nave espacial.
Orlando también subrayó que la computación cuántica era un área que el gobierno tenía que asegurarse de que las empresas estadounidenses no estuvieran ayudando al régimen chino a obtener ganancias a través de compañías chinas que les ayudaran a romper los códigos de encriptación de seguridad utilizados por las agencias de inteligencia de Estados Unidos.
La biotecnología, según Edward You, oficial nacional de contrainteligencia para tecnologías emergentes y disruptivas, es también un área que el PCCh ha utilizado para obtener datos sanitarios de ciudadanos americanos.
You dio el ejemplo de BGI, una compañía de investigación genética cuya sede se encuentra en la ciudad portuaria industrial de Shenzhen y que ofrece servicios económicos a hospitales y compañías estadounidenses y colecta el ADN de sus clientes.
“Están en camino de desarrollar el mayor conjunto de datos del mundo”, aseguró You.
En enero de este año, el exdirector de contrainteligencia, William Evanina, también advirtió sobre la misma compañía china, BGI que se había robado los datos sanitarios del 80 por ciento de los adultos de Estados Unidos.
Según Evanina, los biodatos son utilizados para conocer el historial médico de las personas, saber qué tipo de medicamentos necesitan para sus enfermedades y monopolizar la industria farmacéutica, la cual concretamente China domina hoy en día.
Según un reporte de CNBC, el Centro de Contrainteligencia recomienda una serie de medidas claves para minimizar los riesgos de hacer negocios o tratados con China, entre ellas:
* Identificar y proteger las “joyas de la corona” de su organización, la información más vital
* Establecer normas de seguridad para proveedores, socios e inversores
* Implementar un programa de amenazas internas