Traducido de TheHill.com por TierraPura.org
Un restaurante In-N-Out en el condado de Contra Costa, California, ha sido cerrado por violar el mandato de vacunación contra el coronavirus del condado.
Las autoridades sanitarias cerraron el restaurante el martes después de que no comprobará el estado de vacunación de las personas que querían comer en el interior.
“El motivo del cierre es que los asociados de In-N-Out no estaban interviniendo activamente exigiendo la vacuna COVID-19 o la documentación de las pruebas y la identificación con fotografía de cada cliente que cenaba antes de servirle. En lugar de actuar como agentes de la ley, nuestros asociados permitían que nuestros clientes fueran responsables de su propio cumplimiento de la controvertida normativa local”, dijo el director jurídico y comercial de In-N-Out, Arnie Wensinger, en un comunicado.
Los funcionarios dicen que el restaurante tuvo múltiples advertencias antes de que finalmente se les dijo que cerrar indefinidamente por violar el mandato.
“El local In-N-Out de Pleasant Hill recibió cuatro citaciones en las últimas semanas y multas por un total de 1.750 dólares, todas por la misma violación de la orden sanitaria, antes de la acción de hoy”, dijo Salud Ambiental de Contra Costa en un comunicado.
Otros dos restaurantes In-N-Out de la zona también han recibido multas y advertencias por no comprobar el estado de vacunación de las personas antes de comer.
El cierre y las multas en el condado de Contra Costa siguen a un In-N-Out en San Francisco que estuvo cerrado durante varios días por no comprobar el estado de vacunación de las personas.
Al restaurante se le permitió reabrir porque accedió a tener sólo comida para llevar y al aire libre.
Arnie Wensinger, director de asuntos jurídicos y comerciales de In-N-Out, apoyó al restaurante durante todo el proceso, diciendo que no debería ser su trabajo vigilar el estado de vacunación de una persona.
“Nos negamos a convertirnos en la policía de la vacunación de cualquier gobierno. Es irrazonable, invasivo e inseguro obligar a nuestros asociados del restaurante a segregar a los clientes entre los que pueden ser atendidos y los que no, ya sea en función de la documentación que llevan o de cualquier otra razón”, dijo Wensinger en un comunicado.