Por Gabriela Moreno – Panampost.com
Una “noche de terror” ofrece el nieto de Fidel Castro, Sandro Castro, a los cubanos este sábado 30 de octubre para reabrir su bar EFE ubicado en el sector Vedado de La Habana con la tradición anglosajona de Halloween que dista de las populares parradas de los remedios, charangas de Bejucal o jornada cucalambeana que el régimen comunista al que pertenece impulsa. Él va en dirección contraria y no lo oculta.
En su cuenta de Instagram presume de que su establecimiento comercial premiará a los mejores disfraces. “Esto estará muy duro no se lo pueden perder”, anuncia destacando que la fiesta se efectuará “cumpliendo con las medidas higiénico-sanitarias contra el COVID”.
Para él es costumbre la celebración. El año pasado hizo honor al superhéroe Batman pero esta vez su invitación coincide con otra que se multiplica en las calles pese a la represión que promete Miguel Díaz -Canell: la marcha por el cambio del próximo 15 de noviembre para exigir respeto a los derechos, la libertad de lo presos políticos y soluciones democráticas a la crisis que enfrentan los cubanos.
Ambas son muestra del contraste que hay entre la vida de la cúpula en el poder y los ciudadanos, considerando que los milenials del clan Castro disfrutan de lujos y excentricidades que para el resto son prohibidos.
Con excepciones
Rindiendo honor a los santos, Sandro Castro volverá a encender las luces, la música y la pista de baile de su local que goza de excepciones para funcionar. Si bien en marzo del año pasado, a inicios de la pandemia, el Ministerio de Cultura suspendió los eventos públicos con aglomeraciones y de festejos en Casas de la Música o clubes nocturnos, esto no aplicó para el nieto de Fidel Castro, ni para su bar.
Según el Nuevo Herald, “Sandro Castro esperó hasta último momento para cerrar las puertas de su bar EFE”.
Y su irreverencia para desacatar la orden se conjugó con la filtración de un video en el que se ve corriendo en un auto Mercedes Benz V6 en una carretera de Cuba porque aunque se declaraba “sencillo, de vez en cuando hay que sacar los jugueticos que tienen en casa”, decía a la cámara mientras conducía a 140 kilómetros por hora, una velocidad a la que está prohibido manejar en la isla.
Después apareció en otro video bebiendo cerveza mientras manejaba un auto, el cual se hizo viral inmediatamente en redes sociales. “¡Hum! ¡Vacila esto cabrón!”, dijo imitando un acento puertorriqueño. “¡Bien fría hay que andar con un pepinazo!”, dijo entre sorbos de cerveza.
Herencia de lujos
Otro nieto de Fidel Castro, Tony Castro Ulloa, también presume de sus viajes por todo el mundo y de sus visitas a zonas exclusivas de Cuba.
Con un auto similar al de Sandro visita Varadero y otras zonas turísticas donde bucea y realiza otras actividades prohibidas por ley a los cubanos. Su padre, Antonio Castro, es el médico del equipo nacional de béisbol y uno de los más elitistas miembros de la familia que lleva las riendas de Cuba hace más de seis décadas. Fue él quien protagonizó un escándalo tras vacacionar por las islas griegas y Turquía a bordo de un lujoso yate en 2015 mientras que la nieta de Raúl Castro, Vilma Rodríguez, fue noticia al rentar una mansión de su propiedad en el exclusivo barrio habanero de Miramar por 650 dólares la noche.