Traducido de BeckerNews.com por TierraPura.org
Un profesor de la universidad Johns Hopkins se cansó de ver cómo los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), así como los Institutos Nacionales de Salud (NIH), proceden con sus políticas de respuesta al covid desde hace dos años como si la inmunidad natural no existiera. Ahora, el Dr. Marty Makary está haciendo algo al respecto. Está poniendo en marcha su propio estudio.
“Los NIH deberían hacer un estudio a largo plazo de la inmunidad natural en lugar de torturar a miles de cachorros de beagle, incluso cortándoles las cuerdas vocales para impedirles ladrar (por estar enfermos)”, dijo. “Todo ello financiado por los contribuyentes. Todas nuestras agencias sanitarias necesitan un nuevo liderazgo”.
“Mi equipo de investigación de la Johns Hopkins está dirigiendo un estudio a largo plazo sobre la inmunidad natural porque los NIH y los CDC no lo están haciendo”, añadió. “Tienen 50.000 millones de dólares y 30.000 empleados y, sin embargo, no pueden realizar uno de los estudios más importantes que necesitamos hacer para informar al público”.
Makary también dijo que su equipo de investigación tiene la intención de comenzar con el nuevo estudio en las próximas semanas.
Mientras la gente sigue preguntando si la inmunidad natural es duradera, los funcionarios de la sanidad pública siguen diciendo “no lo sabemos””, dijo. “Bueno, ¡estúdialo! Nuestros organismos sanitarios siguen fallando una y otra vez. En las próximas semanas conoceremos los resultados de nuestro estudio en Hopkins”.
Mientras Makary trata de llenar el vacío de estudios sobre la inmunidad natural en EE.UU., Reuters informó de estudios que corroboran aún más que la inmunidad natural es una protección superior contra el covid-19 que la inmunidad vacunada. Informó sin rodeos de que “la respuesta inmunitaria secundaria es más fuerte tras la infección que la vacunación”.
“En los sobrevivientes del COVID-19, importantes componentes de la respuesta inmunitaria del organismo, denominados células B de memoria, siguen evolucionando y fortaleciéndose durante al menos varios meses, produciendo anticuerpos muy potentes que pueden neutralizar nuevas variantes del virus, según un nuevo estudio.
En comparación, las células B de memoria inducidas por las vacunas son menos robustas, evolucionan solo durante unas semanas y nunca “aprenden” a proteger contra las variantes, informan los investigadores en un artículo publicado el jueves en Nature.
Las vacunas contra el COVID-19 inducen más anticuerpos que el sistema inmunitario tras una infección por coronavirus. Pero la respuesta del sistema inmunitario a la infección parece eclipsar su respuesta a las vacunas cuando se trata de células B de memoria. Independientemente de si los anticuerpos son inducidos por la infección o por la vacuna, sus niveles descienden en seis meses en muchas personas. Pero las células B de memoria están preparadas para producir nuevos anticuerpos si el organismo se encuentra con el virus.
Antes de este estudio, había pocos datos sobre la comparación entre las células B inducidas por la vacuna y las inducidas por la infección.”
Anteriormente, un estudio israelí llegó a conclusiones similares.
“Este estudio demostró que la inmunidad natural confiere una protección más duradera y fuerte contra la infección, la enfermedad sintomática y la hospitalización causadas por la variante Delta del SARS-CoV-2, en comparación con la inmunidad inducida por la vacuna de dos dosis BNT162b2 (Vacuna BioNTech, Pfizer)”, señaló un estudio israelí.
Las cifras de los CDC estiman que al menos 120 millones de estadounidenses se habían infectado con el Covid-19 a finales de mayo, por lo que poseen una inmunidad natural superior. Esa cifra puede proyectarse hasta al menos 160 millones en la actualidad, debido a la oleada de la variante Delta y a la estimación de los CDC de que hay al menos cuatro infecciones por covid por cada caso notificado.
Mientras tanto, un panel asesor de la FDA votó el martes a favor de autorizar la vacunación con Covid para niños de tan solo cinco años. Los niños menores de 18 años tienen literalmente una tasa de supervivencia del 99,99995%, y se cree que se encuentran entre los grupos de edad que poseen una mayor inmunidad natural a Covid. Será importante obtener estos datos de EE.UU. para hacer frente a posibles mandatos de vacunación en las escuelas, ya sea para los padres que buscan exenciones o en los tribunales.