Fuente: gaceta.es
El ministro del Interior de Perú, Luis Barranzuela, presentó el martes su renuncia al cargo tras ser cuestionado por la celebración de una fiesta en su domicilio en la noche de Halloween pese a la prohibición de las mismas en el marco de las restricciones por la pandemia.
«He tomado la decisión democrática de renunciar de forma irrevocable al cargo de ministro del Interior, rechazando las falsas acusaciones a mi trayectoria profesional y en respeto a la gobernabilidad y la confianza del presidente de la República», ha anunciado Barranzuela en una publicación en su perfil de Twitter.
Por su parte, el presidente peruano, Pedro Castillo, ha aceptado la renuncia del hasta ahora titular del Interior y ha avanzado que en las «próximas horas» tomará juramento a la persona que ocupará el cargo.
«Nuestro compromiso continúa siendo el de garantizar la gobernabilidad del país», ha señalado el mandatario a través de su perfil de Twitter pocos minutos después del anuncio de la dimisión de Barranzuela.
Mientras, la primera ministra peruana, Mirtha Vásquez, ha destacado la «importante» decisión tomada por el presidente peruano al aceptar la dimisión del ministro.
«La estabilidad, el consenso y la paz social en nuestro país es nuestro compromiso a seguir trabajando por el pueblo», ha aseverado Vásquez en sus redes sociales.
Distintos partidos de la oposición habían reclamado en los últimos días la dimisión o el cese del ministro por la presunta fiesta, que él ha negado asegurando que se trató de una «reunión de trabajo».
Vásquez, pidió el lunes explicaciones a Barranzuela sobre el evento, en el que también participó el congresista del partido gubernamental Perú Libre Guillermo Bermejo, y tildó el suceso como «inaceptable», así como avanzó que el Gobierno tomaría acciones frente a la situación.
Por su parte, la Defensoría del Pueblo se expresó en estos términos y remarcó «la necesidad de preservar la máxima eficiencia en la administración estatal», incluso si para ello se precisa «apartar de la función pública a aquellas personas que no sean idóneas para desempeñar sus cargos».
La renuncia del ministro, quien también ha sido cuestionado por acciones durante su etapa en la Policía —donde tuvo más de 150 sanciones–, se produce dos días antes de que el Congreso debata y decida si da o no el voto de confianza al gabinete de Vásquez.