Traducido de Breitbart.com por TierraPura.org
El Centro para Contrarrestar el Odio Digital (CCDH), la organización británica de extrema izquierda que actualmente está llevando a cabo una campaña de presión contra Facebook para obligar al gigante de las redes sociales a tomar más medidas contra los medios de comunicación conservadores, está respaldado por un oscuro grupo de inversión suizo que está financiando el intento de dominio mundial de la China comunista.
Como informó ayer Breitbart News, el CCDH publicó recientemente un informe en el que califica a Breitbart News y a otros medios de comunicación conservadores de “negacionistas del clima” en un intento de incluirlos en la lista negra de Facebook.
La organización de extrema izquierda equipara las citas de un entrevistado de radio de Breitbart News que criticaba el Green New Deal como un ejemplo de “negación del clima”, e incluso Facebook puso en duda la metodología del informe.
El CCDH está financiado por la Fundación Oak, una entidad de inversión enormemente rica y oscura con sede en Ginebra, Suiza.
La fundación financia una amplia variedad de causas de izquierdas, incluyendo los esfuerzos que se oponen a la aplicación de las leyes de inmigración de Estados Unidos, el registro de votantes y los esfuerzos de movilización para los grupos demográficos de tendencia demócrata, y una amplia gama de grupos ambientales de izquierda.
También financia la apuesta de la China comunista por dominar las redes comerciales mundiales.
En 2018, la Fundación Oak donó un millón de dólares a una organización llamada Fundación ClimateWorks, “para apoyar la ecologización de la Iniciativa Cinturón y Ruta”.
La iniciativa Cinturón y Ruta es uno de los proyectos más ambiciosos del Partido Comunista Chino, un vasto proyecto de infraestructura global que pretende unir Europa, Rusia, África, Oriente Medio, Asia, el subcontinente indio y el Pacífico Sur en una red comercial que empieza y termina en China.
El proyecto incluye puertos, ferrocarriles, aeropuertos, túneles, presas, centrales eléctricas y ciudades totalmente nuevas, todo ello con el objetivo de centrar las rutas comerciales del mundo en China mediante una combinación de rutas ferroviarias, marítimas, viales y aéreas.
Australia, aliada de Estados Unidos, canceló recientemente los acuerdos alcanzados por su estado de Victoria con la iniciativa “Belt and Road”, lo que provocó la reacción de Pekín.
El Departamento de Estado de Estados Unidos ha criticado la iniciativa “Belt and Road”, acusando a China de utilizar la “diplomacia de la trampa de la deuda” con los países en desarrollo, después de que Sri Lanka perdiera el control de un importante puerto tras incumplir una deuda con los chinos.
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