Vanesa Catanzaro – BLes
Estudiantes universitarios en Hong Kong están siendo obligados a recibir cursos sobre la ley de seguridad impuesta en la isla por el régimen comunista chino, y a conocer las consecuencias que trae no obedecerla, según un informe de la agencia Reuters.
Acorde al informe, los cursos que eran dictados incluso bajo vigilancia de una cámara de seguridad en las salas, tenían contenido pro China y pro comunistas, y advertían sobre los peligros a los que se podrían enfrentar todos aquellos que intentaban infringir la nueva ley de seguridad en la isla.
Según pudo conocer Reuters, cuatro de las ocho universidades de Hong Kong, que están financiadas con fondos públicos, comenzaron a implementar estos cursos, vía conferencias, seminarios o charlas como requisito para que los alumnos se gradúen.
Entre las que menciona el medio se encuentran, la Universidad Baptista, la Universidad Politécnica de Hong Kong (PolyU), la Universidad de Lingnan y la Universidad de Educación de Hong Kong. Mientras que la Universidad Metropolitana de Hong Kong, que no recibe financiación del estado, dijo que comenzará con los cursos, pero no especificó cuándo.
La controvertida “Ley de Seguridad Nacional” que impuso Beijing en Hong Kong y rige desde el 30 de junio de 2020, establece la creación de una fuerza de seguridad que actúa directamente bajo las órdenes del Partido Comunista chino (PCCh).
El régimen chino la utiliza para perseguir la disidencia política y socavar la libertad de los hongkoneses. Todo sospechosos de cometer delitos punibles según dicha ley, son juzgados bajo procesos ilegales o de dudosa legalidad.
La ley define como delitos punibles: “secesión, subversión, organización y perpetración de actividades terroristas, y colusión con un país extranjero o con elementos externos para poner en peligro la seguridad nacional”, es decir todo aquello que el PCCh considera que va en contra de sus intereses o amenaza al régimen.
Acorde a lo que indica Reuters, “La propia ley de seguridad nacional de Hong Kong, impuesta por Beijing el año pasado, estipula que la seguridad nacional debe enseñarse en las escuelas y universidades”.
Sobre esto, a comienzos de este año, el Secretario de Educación de Hong Kong, Kevin Yeung, anunció que las instituciones de educación superior estaban obligadas a incorporar en la currícula educativa, contenidos sobre la seguridad nacional.
Además declaró que a partir del próximo año, las universidades de Hong Kong deberán izar la bandera de China todos los días.
El PCCh está conduciendo a la isla a los mismos esquemas totalitarios que impone en China, donde penetró y controla cada área de la vida de los ciudadanos chinos, desde la educación, la religión (a pesar de ser un régimen ateo), el entretenimiento, etc.
El régimen se esfuerza por apagar cada llama de resistencia pro democrática, y en este sentido ve a las universidades como ‘las culpables’ de formar líderes que organizan protestas contra el régimen comunismo, como las que tuvieron lugar en 2019, las que terminaron con 4000 estudiantes detenidos, según informes policiales.
Los sindicatos y las agrupaciones estudiantiles fueron forzadas a disolverse, ya que sus líderes fueron arrestados, y según los informes, seis académicos pro democracia fueron obligados a renunciar a sus trabajos.
Los cursos impuestos en las universidades hongkoneses incluyen, la historia de Hong Kong y China, describen los 66 artículos de la ley de seguridad nacional y promueven además que los estudiantes incrementen un sentimiento patriótico por China y sus ideales comunistas.
Katrin Kinzelbach, una politóloga de la Universidad de Erlangen-Nuremberg (Alemania) que ha realizado amplios estudios sobre la libertad de la educación a nivel mundial dijo: “La libertad académica significa que puedes estudiar y enseñar lo que te interesa. También significa la libertad de no participar en determinadas clases”.
Pero cabe mencionar que eso es aplicable en el mundo libre, y no es de esperarse en un régimen totalitario como el del Partido Comunista de China, donde al pueblo solo le ha quedado como opción acatar lo que el régimen le impone, o sufrir graves consecuencias.