Por Damián Gómez – La Gaceta de la Iberoesfera
Las calles de Varsovia un año más se volvieron a llenar un 11 de noviembre por el aniversario de la recuperación de la independencia por parte de Polonia, en la manifestación patriótica más grande de Europa.
El lema de la marcha de este año -en el 103 aniversario- fue «La independencia no se vende», lo que se interpreta como una referencia a la sentencia del Tribunal Constitucional que reiteró la supremacía de la Constitución polaca sobre la legislación europea y que aseveró que «el intento de interferir en el poder judicial polaco por parte del TUE viola el principio del Estado de Derecho, el principio de supremacía de la Constitución y el principio de preservación de la soberanía en el proceso de integración europea».
En la manifestación, que contó con 150.000 participantes, entre ellos muchas familias con niños, se mostró la oposición a la presión de la Comisión Europea, que amenaza con bloquear los fondos de recuperación si Varsovia no cancela su reforma del sistema judicial.
El ambiente fue tranquilo, sin incidentes, según reconoció el alcalde de Varsovia, el progresista Rafał Trzaskowski, quien inicialmente no otorgó permiso a la marcha-. Para que finalmente la movilización -organizada por una de entidad no gubernamental- pudiera llevarse a cabo, el Gobierno de Ley y Justicia le dio carácter de celebración estatal.
En la marcha participó un grupo de españoles que llevaba una pancarta con la inscripción «España y Polonia defenderán sus fronteras». «Venimos aquí para apoyar a los polacos, que sufren una invasión migratoria y son tratados injustamente por la Comisión Europea», afirmó al canal público TVP INFO Pablo Gasca, coordinador de VOX Polonia.
El presidente de Polonia, Andrzej Duda, aseguró durante la ceremonia oficial que se deben la libertad a ellos mismos: «Fue una coincidencia de hechos y circunstancias históricos. Algunos dicen: ‘un milagro’, otros dirán, ‘tutela de la Providencia’. Pero también fue valentía, tenacidad, una fe profunda en que Polonia volvería al mapa, que recuperaríamos la independencia».
Duda se refirió también a la avalancha de inmigrantes ilegales en la frontera polaco-bielorrusa: «Hoy el patriotismo no es solo -como venimos diciendo desde hace años- trabajar por la patria, la memoria histórica, una visión de cómo debería ser Polonia en el futuro, su desarrollo, (…) y honrar a los héroes», manifestó. «Ha llegado el momento de defender tu patria. Afortunadamente, no con un arma en la mano, pero debes vigilar sus fronteras más que antes. Hay que hacerlo con dedicación, noches de insomnio, frío, trabajo, en una situación muy ingrata a la que nos obligaron las acciones híbridas del régimen bielorruso contra Polonia y la Unión Europea».
Y lanzó un mensaje de agradecimiento a los guardias fronterizos, a los militares y a los policías que velan por la seguridad de los polacos y del conjunto de los europeos en la frontera: «Nuestros pensamientos y corazones estaban, están y estarán con ustedes, soldados al servicio de la República de Polonia, por proteger la seguridad de nuestro país y nuestro país. Estamos con ustedes y siempre estaremos detrás de ustedes, con un profundo respeto (…) por su servicio, por sus seres queridos y su sacrificio, por el uniforme polaco que usan con orgullo».