Fuente: adnamerica.com
El profesor R. Evan Ellis, investigador sobre América Latina en el U.S. Army War College Strategic Studies Institute, presentó un análisis que aborda el interés de China en ganar posiciones en América Latina, así como su avance militar estratégico en Argentina.
Evan explica que China tiene interés en construir y probablemente en operar una “base logística” antártica en Ushuaia, extremo sur de Argentina. Lo anterior genera preocupación porque es consistente con la lógica y con el patrón del avance del Ejército Popular de Liberación (EPL), en la expansión de su alcance estratégico global.
El proyecto comprende distintas fases y costaría alrededor de USD 300 millones de dólares. En principio podría ser financiado por China, pero, recuerda el académico citando al entonces jefe del Comando Sur de los Estados Unidos, Almirante Craig Faller al visitar el área, la pregunta no solo es quién lo financia, sino también quién lo opera.
En términos comerciales, explica el investigador, la flota pesquera de aguas profundas de China, mantiene una presencia regular en las aguas cercanas del Atlántico Sur, y a veces dentro de la Zona Económica Exclusiva de Argentina. Respecto al petróleo y a los minerales, China ha sido técnicamente signataria desde 1983 del Tratado Antártico de 1959 que prohíbe reclamos territoriales en el continente, así como su explotación comercial. No obstante, el tratado se vuelve modificable en 2048. Incluso, en octubre de este año, durante la reunión del G20 en Roma, los ministros de Relaciones Exteriores de Argentina y China firmaron un acuerdo de cooperación para la explotación de la región antártica y los océanos circundantes.
En términos militares, sostiene el académico, China ha mostrado un interés creciente en la Antártida en años recientes, pero también ha tenido presencia en la Antártida desde 1984. Actualmente mantiene en el área cuatro bases de investigación, incluida una en el área correspondiente a la zona del histórico reclamo territorial de Argentina. En 2013, un grupo de trabajo naval chino incluyó dos fragatas de misiles de la Armada del EPL y viajó a la región, realizó ejercicios militares con Chile, antes de pasar por las difíciles aguas del Estrecho de Magallanes, y realizó escalas en puertos tanto de Argentina como de Brasil.
“El rompehielos Xue Long II de la Armada del EPL realizó su primer viaje a la Antártida en noviembre de 2019. La Armada del EPL también ha estado en conversaciones con Chile para acceder a Punta Arenas y apoyar el reabastecimiento de sus bases antárticas desde allí”, confirmó el experto.
En lo que respecta a la construcción y a la operación de una base logística polar en Ushuaia, esta se ajusta al patrón de la Armada del EPL en el propósito de expandir su presencia global de múltiples maneras. Y, una base de este tipo respaldaría el acceso chino a un área del mundo en la que ese país quiere estar. Como ocurre con la base de China en Djibouti, el establecimiento de una instalación aparentemente comercial en el extremo sur de Argentina, daría pie al EPL para una negación plausible de sus intenciones militares. Y el impacto en los Estados Unidos se limitaría por la distancia con ese país. Tendría la ventaja de realizarse en un área donde China ya tiene una presencia comercial y estratégica significativa, dice el profesor.
Entre tanto, el gobierno argentino sostiene que “no está avanzando con una base controlada por China en Ushuaia”, pero las implicaciones estratégicas de tal presencia no deben tomarse a la ligera. El experto señala que, desde un punto de vista estratégico, el impacto de que China controle el tránsito del Atlántico al Pacífico a través del Estrecho de Magallanes o el Paso Drake, en tiempo de conflicto, sería importante, particularmente si China pudiera cerrar el Canal de Panamá en el contexto de una guerra como la potencialmente desatada por su intento de incorporar por la fuerza Taiwán a China.
Adicionalmente, desde el punto de vista británico, la presencia de China se sumaría a la amenaza que ya representa Argentina para las islas Falkland / Malvinas, exacerbada por la adquisición de aviones de combate chinos FC-1 programada por Argentina. “La aparente pausa en la incorporación de China por parte de Argentina a la base planeada en Ushuaia, no representa el fin de la amenaza estratégica“, puntualiza el experto, “mientras continúen creciendo las capacidades de proyección de poder naval del EPL, y mientras el gobierno argentino continúe cada vez más vinculado a la República Popular China en términos comerciales, financieros y políticos. El área conocida a veces como el ‘fin del mundo’, puede estar muy lejos de Washington, pero mucho más cerca en términos del impacto para Estados Unidos y la región por las decisiones tomadas allí con respecto a China y el EPL“.