Fuentes: Watch Live Now y Minghui.org

El pivote de los Boston Celtics, Enes Kanter, uno de los equipos más importantes de la liga de baloncesto más importante de Estados Unidos, la NBA, acusó al gobierno chino de estar involucrado en la sustracción forzada de órganos, en una publicación de Twitter.

“El gobierno chino está involucrado en la sustracción forzada de órganos. Los grupos étnicos y religiosos, los tibetanos, los uigures en los campos de exterminio, los cristianos [seguidores de la disciplina espiritual china] Falun Gong son todos objetivos. Hígado. Riñón. Corazón. Deja de matar por órganos. Es un crimen de lesa humanidad. ¡Acabemos con la sustracción forzada de órganos en China AHORA! ” escribió Kanter. En la publicación, el deportista agregó fotos de un zapato con el mensaje “Poner fin a la sustracción (forzada) de órganos en China”.

Conocido por sus críticas al régimen chino, Kanter ya había usado zapatillas con las palabras “Tíbet libre” y los colores de la bandera tibetana. En mensajes anteriores, llamó al líder chino Xi Jinping un “dictador”.

En agosto, el servicio de transmisión chino Tencent dejó de mostrar los juegos de los Boston Celtics en China, en una aparente respuesta a las críticas de Kanter al gobierno. Turco, el deportista también es crítico con el presidente de su país, Recep Erdogan.

En junio, los expertos en derechos humanos de las Naciones Unidas expresaron su preocupación por los informes de sustracción de órganos a minorías detenidas en China.

“Según las denuncias recibidas, los órganos que se extraen con mayor frecuencia de los presos serían el corazón, los riñones, el hígado, las córneas y, con menos frecuencia, partes del hígado. Esta forma de tráfico de carácter médico supuestamente involucra a profesionales del sector salud, entre ellos cirujanos, anestesistas y otros especialistas médicos ”, advirtieron.

Sustracción forzada de órganos a practicantes de Falun Gong

Una considerable cantidad de evidencia nos dice sobre una terrible historia de mutilación y asesinatos en China. Informes de testigos y médicos chinos revelan que miles de practicantes de Falun Gong (también conocido como Falun Dafa) han sido asesinados por sus órganos, los cuales son vendidos y trasplantados a precios exorbitantes en el comercio de trasplantes.

Los perpetradores son los funcionarios del partido comunista chino, que actúan en colaboración de cirujanos, autoridades de las prisiones y oficiales del ejército.

Las víctimas son retenidas en campos de concentración antes de que les sustraigan sus órganos, luego sus cuerpos son cremados inmediatamente.

La historia, casi demasiado espantosa para contar, fue revelada por primera vez en marzo de 2006, cuando una mujer denunció que alrededor de 4000 practicantes de Falun Gong habían sido asesinados por sus órganos en el hospital donde ella trabajaba. También dijo que su esposo, un cirujano en el mismo hospital en las afueras de la ciudad de Shenyang, le contó a ella que él le había sacado las córneas a unos 2000 cuerpos vivos de practicantes de Falun Gong.

Una semana después, un médico militar chino no solo corroboró la historia de la mujer sino que dijo que estas atrocidades estaban ocurriendo en 36 campos de concentración diferentes de todo el país. El más grande, dijo, retenía 120 mil personas. Dijo que fue testigo de cómo transportaban practicantes de Falun Gong masivamente por todo el país en trenes para ganado, por la noche y bajo estricta seguridad.

Simpatizantes de Falun Gong y activistas de derechos humanos comenzaron inmediatamente a investigar los alegatos. Hicieron llamadas a hospitales chinos pretendiendo ser compradores de riñones o hígados. Para su horror, uno tras otro médico confirmaron abiertamente: tenemos stock de Falun Gong; simplemente vengan y pueden tener su órgano en una semana.

Estremecidos por estos reportes, dos prominentes abogados de derechos humanos canadienses lanzaron su propia investigación. En julio de 2006, el ex secretario de estado para Asia Pacífico, David Kilgour y el abogado de derechos humanos, David Matas publicaron su informe de 140 páginas, el cual concluía: “Llegamos a la lamentable conclusión de que los alegatos son verdaderos”. Su investigación también concluía que un gran número de órganos trasplantados en China desde que comenzó la persecución en 1999, no podrían haber sido provistos por donantes voluntarios o prisioneros ejecutados. Ver Bloody Harvest

Se dice que los funcionarios del PCCh están apresurados por destruir toda la evidencia. Organizaron visitas guiadas y removieron los sitios web que publicitaban la venta de órganos (aunque no lo suficientemente rápido ya que los investigadores lograron conseguir capturas de pantalla de estos). Un sitio web chino ostentaba que podía proveer un órgano compatible entre 1 y 4 semanas, lo cual según médicos expertos es imposible a menos que los hospitales chinos tuvieran acceso a un gran banco de “donantes” de órganos vivos”.

Poco después que los reportes de sustracción de órganos salieron, los líderes del partido anunciaron una nueva legislación que prohibía el uso de órganos sin consentimiento. Más de un año después, esta ley no parece haber sido implementada para nada, afirmando a aquellos que dijeron que la legislación no era más que un discurso para la opinión pública internacional.

Junto con los Dres. Kilgour y Matas, el Comité para Investigar la Persecución a Falun gong, (CIPFG) han tomado la delantera en descubrir y exponer las atrocidades en la sustracción forzada de órganos.

Torsten Trey, fundador y director ejecutivo de Médicos contra la Extracción de Órganos Vivos (DAFOH, siglas en inglés), dijo que varias investigaciones e informes independientes así como la sentencia del Tribunal de China en Londres “han demostrado más allá de toda duda razonable, que la práctica de extracción forzada de órganos a personas vivas es permitida por el gobierno y que ha ocurrido y sigue ocurriendo en China”.

El Dr. Trey dijo, que según testimonios creíbles y entrevistas telefónicas con personal médico de los hospitales chinos, las principales víctimas de este crimen son los practicantes de Falun Dafa, que han sido perseguidos por el PCCh durante más de dos décadas.

“Aunque las pruebas son irrefutables, hay que preguntarse ¿por qué la comunidad internacional no ha sido capaz de detener este crimen contra la humanidad?” preguntó.

A pesar del hecho de que innumerables practicantes han sido asesinados por sus órganos, “parece que la comunidad mundial, al permanecer en silencio, no ha respetado ni acatado la Declaración Universal de Derechos Humanos”.

Envía tu comentario

Subscribe
Notify of
guest
2 Comentarios
Más antiguos
Recientes
Inline Feedbacks
Ver todos los comentarios

Últimas