Fuente: Minghui.org – Continuación de la 1.ª Parte
Sun Simiao fue uno de los mejores médicos de China. Vivió entre los siglos VI y VII, durante la dinastía Tang, y recibió el apodo de “Rey de la Medicina” por sus numerosos aportes al campo de la medicina.
Una de sus obras fundamentales es Qianjin Yaofang, que puede traducirse aproximadamente como “Recetas esenciales [que valen] mil piezas de oro”.
En este libro, Sun afirma que “si uno carece de moral, ni siquiera una pócima milagrosa curaría sus males”.
También opina: “Si uno es virtuoso constantemente, será bendecido sin necesidad de rezar y vivirá mucho tiempo sin necesidad de adorar”.
Entonces, ¿cómo cultivaban los antiguos la virtud?
Evitar los altibajos de las emociones intensas
La historia china está llena de relatos que enseñaban a la gente que la fama y la riqueza son solo cosas pasajeras, desvinculadas de la propia existencia. Por lo tanto, uno no debe apegarse emocionalmente a las ganancias o pérdidas momentáneas, ya que a la larga, son poco más que nubes fugaces.
A pesar de las enseñanzas, algunas personas aún perseguían la fama y la riqueza para satisfacer sus propios deseos y, en algunos casos, hasta el punto de perder la cordura. Uno de estos incidentes se describe en Rulin Waishi, o la Historia no oficial de los eruditos, una novela escrita por Wu Jingzi, un erudito de la dinastía Qing.
La historia “Fan Jin Zhongju” hablaba de un hombre que no aprobó el examen de funcionario provincial hasta sus 50 años. Estaba tan abrumado por la noticia que perdió la cabeza. Al final, su suegro, un carnicero, tuvo que darle una fuerte bofetada para devolverle la cordura.
Al igual que la alegría extrema engendra tristeza, la competencia y los celos en exceso también pueden ser perjudiciales para la salud. Wang Xizhi (303-361) fue uno de los calígrafos chinos más consumados de la historia de China. También fue político, general y escritor durante la dinastía Jin. Murió a la edad de 59 años, y mucha gente se sintió profundamente apenada por su prematura muerte. Algunos creen que su fuerte resentimiento y sus celos competitivos hacia Wang Shu, un oficial colega, contribuyeron a su muerte temprana.
En You Chuang Xiao Ji, compilado por Chen Jiru en la dinastía Ming, hay una copla de este tipo: “Permaneciendo impasible ante el beneficio o la desgracia, contemplo tranquilamente el florecimiento y la caída de las flores en el patio; sin apego a marcharme o quedarme, floto libremente como las nubes en el cielo”.
La copla se hizo muy popular por la actitud de serenidad que mantiene ante la pérdida y la ganancia, la fama y el estatus.
“¡Eres un funcionario verdaderamente sobresaliente!”
Durante la época del emperador Taizong de Tang, Lu Chengqing fue nombrado por el emperador como “examinador de la meritocracia” debido a su integridad e imparcialidad. En una ocasión, mientras Lu evaluaba a los funcionarios, un barco de granos se hundió en el río, y el funcionario a cargo fue considerado culpable de abandono del deber. Así que Lu escribió un comentario sobre el funcionario: “Perdió un barco de granos; se le concedió una baja calificación en la evaluación”.
Para su gran sorpresa, el funcionario no se defendió con excusas, ni mostró ningún descontento. Simplemente aceptó con calma el comentario desfavorable de Lu.
Más tarde, Lu pensó que no era del todo culpa del funcionario que el barco de granos se hundiera en el río, y que la situación estaba fuera del control de este funcionario. Por ello, Lu elevó su calificación a una nota “media-baja”. Sin embargo, el funcionario no dijo nada, ni siquiera una palabra de agradecimiento. Se limitó a continuar con una sonrisa.
Lu admiró la compostura del funcionario al manejar la situación, y lo elogió: “Sin inmutarse en absoluto ante el beneficio o la desgracia, ¡eres un funcionario verdaderamente sobresaliente!”. Luego, Lu cambió la calificación por última vez y escribió: “No habiéndose alterado ante el beneficio ni ante la desgracia. Se le ha concedido un grado medio-alto en la evaluación”.
Ser más considerado con los demás que con uno mismo
Fan Zhongyan fue un destacado canciller en el período Song del Norte. Para fortalecer la administración del gobierno y desalentar la corrupción, él y otros funcionarios persuadieron al emperador Renzong para que llevara a cabo los cambios conocidos como las Reformas Qingli. Sin embargo, sus reformas encontraron una fuerte resistencia por parte de algunos funcionarios que temían que estos cambios pudieran afectar sus propias carreras e intereses creados. Como resultado, se puso fin a las reformas y Fan fue degradado y exiliado a Dengzhou.
A pesar de su desgracia, Fan se mantuvo sereno y positivo como siempre. Estaba relajado y feliz, sin alterarse por el honor que solía disfrutar en la corte y ni por las desgracias que experimentó como exiliado. “Bebía alegremente en la suave brisa y se sentía feliz”, “ni complacido por las ganancias externas, ni entristecido por la aflicción personal”.
Fan había explicado sus pensamientos en el célebre artículo “Yueyang Lou Ji” -o Renovación del edificio de Yueyang-: “Sé el primero en soportar las dificultades por el país, y el último en disfrutar de la comodidad y la felicidad”. Este pensamiento le permitió mantener la calma a través de todos sus contratiempos.